Mauro Boselli y Mariano Andújar, dos legendarios que coronan con una final su historia en Estudiantes

ESTUDIANTES DE LA PLATA jugará este miércoles frente a Defensa y Justicia por primera vez la final de la Copa Argentina, un título que nunca conquistó y que quiere llevarse a toda costa de la mano de dos símbolos que tendrán su último partido en el club: Mauro Boselli y Mariano Andújar.

En el caso del delantero, de 38 años, será además su despedidadel fútbol: "quiero disfrutarlo al máximo porque sé que es el último, así que, aunque la preparación siempre es la misma, le doy un poquito más de importancia", afirmó.

Para el 9, Estudiantes "es parte importante de mi vida, no sólo en lo futbolístico. A un club así uno le agarra un cariño especial que no lo sentí en los demás lugares en los que estuve".

A juicio de Boselli, el choque con Independiente "marcó para lo que estábamos: pelear la Copa, que era algo que queríamos y nos planteamos. Ahí nos dimos cuenta de que el objetivo de la final estaba cerca".

En el último duelo antes de la definición, frente a Boca, el goleador convirtió el tanto del 2-2 pero no lo gritó por respeto "a lo que Boca representa en mi vida. Era la primera pelota que tocaba y recibí un pisotón, estaba más preocupado por la lesión que por otra cosa", reconoce.

A su juicio, lo atrapante de la Copa Argentina es que "ves las ganas que ponen los chicos de equipos que son de menores categorías, que lo toman como una vidriera, les da esperanzas de poder llegar a un equipo de primera a través de este torneo". 

En el final señala que "estaría lindo conseguir este titulo con Estudiantes porque no lo tiene y es importante seguir escribiendo la historia de este club, sería hermoso ser los primeros en ganarlo. Si querés hacer una historia con final feliz, elegís eso: retirarte y poder salir campeón en el último partido. Sería el broche de oro y vamos con toda la ilusión de que eso suceda".

 

 

Las ganas de Andújar

Mariano Andújar, en tanto, coincidió con su compañero: "El club no tiene la Copa Argentina. Es la primera vez que llega a la final y es un motivo más para entregarnos e intentar que las cosas nos salgan bien". 

Aunque aún no decidió su retiro, para el arquero también será la última vez con el equipo de La Plata con el que está tan identificado: "Llegar a una final a los 40 y en la última etapa nuestra en Estudiantes, que el último partido sea una final, es motivo para festejar y es justo para nuestra historia, que nos termina regalando algo que merecemos".

El exjugador de la Selección Argentina rescató el valor de un torneo que brinda la oportunidad de "poder conocer nuevos lugares y de disfrutar la amabilidad y la hospitalidad de la gente que tiene ganas de ver a un equipo de primera".

Además, "es muy difícil jugarla. Uno inconscientemente entra relajado pensando que en algún momento va a hacer la diferencia y no pasa. Demuestra lo difícil que es ganar. Aunque sean rivales menores, somos 11 contra 11 y todo puede pasar. Hay que demostrar por qué uno está en una categoría superior".

Por último, brindó un secreto de su vigencia: "Para ser competitivo hay que cuidarse y entrenar mucho. Jugar una final a los 40 años significa que estamos vigentes y que podemos ayudar a nuestros equipos. Yo me siento bien".