"¿Por qué yo no?": Sebastián Báez y el mensaje tras bajar a un campeón de Grand Slam

SEBASTIÁN BÁEZ provocó este jueves un cimbronazo de ribetes mayores en el torneo de Estoril: bajó nada menos que a Marin Cilic (23º), un ex número tres del mundo que fuera campeón de Grand Slam y de la Copa Davis en su formato tradicional. 

En casi dos horas de disputa el argentino de 21 años se impuso 1-6, 6-1 y 6-4, en un partido que pasó por diferentes momentos, cuyos dos primeros parciales duraron, en suma, menos de una hora. El jugador nacido en Billinghurst, San Martín, se vio desbordado -el primer set duró apenas 22 minutos- por los tiros del potente Cilic, ganador de 20 títulos del circuito, campeón del Abierto de Estados Unidos 2014 y número tres del mundo en 2018.

Sin embargo el actual 59º del mundo encontró aire rápido, cambió el paradigma del partido desde el arranque del segundo parcial y supo cómo dar vuelta la historia. Salió a modificar la dinámica con otro tipo de confianza, duplicó los números con su servicio -subió de un 40% en el primero a un 80% en el segundo- y llevó la definición al tercero, instancia en la que quebró el saque de Cilic para ponerse 5-4 y después cerrarlo, en cero, con su servicio.

Así lo vivió el propio jugador: "La verdad es que Cilic arrancó bien y yo quizá no arranqué de la mejor manera. Tampoco contaba con que haya tanto viento. Cuando terminó el primer set traté de salir al segundo de una manera totalmente diferente, porque la forma en la que arranqué no me había resultado. Estoy contento por haber sacado adelante un partido tan difícil".

 

 

En términos numéricos el triunfo de Báez ante CIlic representa el segundo más importante de su carrera, dado que en el Córdoba Open ya le había ganado al chileno Cristian Garin (entonces 18º), aunque sí se trata del éxito de mayor peso por historia del rival: el croata es uno de los jugadores con mayor cantidad de títulos en plena era dominada por el Big 3 de Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal.

En los cuartos de final el argentino de 21 años se medirá con el francés Richard Gasquet, actual 80º del mundo y ex 7º en la temporada 2007, quien viene de superar por 7-6 (5) y 6-2 al boliviano Hugo Dellien. Será el primer enfrentamiento entre ambos.

"Acá hay rivales muy difíciles. Gasquet es otro jugador que estuvo top 10 y está hace muchos años en el circuito. Va a ser un rival duro, viene ganando muchos partidos. Me queda terminar el día de la mejor manera y ya pensaré en el partido de mañana", expresó Báez, quien ya figura 54º en el ranking en vivo y podría romperá la barrera del top 50 en caso de superar al talentoso francés -con más de mil puntos podría ubicarse 48º-.

Este viernes, entonces, Báez buscará el acceso a su segunda semifinal de nivel ATP en lo que va de su carrera: este año ya llegó a esa instancia en el torneo de Santiago, en febrero, cuando perdió la final ante el español Pedro Martínez. El argentino sigue anotado en la qualy del Masters 1000 de Madrid, que comenzará este sábado, aunque deberá bajarse si es que consigue un triunfo más en Portugal.

"¿POR QUÉ YO NO?"

Sebastián Báez luchó contra todo un sistema el año pasado para terminar, por fin, ubicado entre los cien mejores del mundo. Peleó contra el congelamiento del ranking, a raíz de la pandemia, y también contra la falta de oportunidades.

Pieza fuerte de la nueva generación de tenistas argentinos, no recibió ningún wild card en toda la temporada para torneos de nivel ATP, ni siquiera en los de su país, que sí privilegiaron a algunos jugadores extranjeros. Ningún organizador lo "apoyó" para ocupar el lugar que hoy se ganó junto con su equipo de trabajo.

En esta primera temporada instalado en los torneos de elite, después de haber ganado el año pasado nada menos que seis Challengers, Báez y su entrenador Sebastián Gutiérrez le prestan especial atención al aspecto emocional para agigantar la confianza del jugador, para que se la crea mucho más. Esta semana en Estoril hubo un mensaje en relación a ese tema: "¿Why not me? (¿Por qué yo no?)", firmó Báez en la cámara tras sus dos triunfos, el martes ante Joao Sousa y este jueves frente a Cilic.

Días atrás Gutiérrez observó que el estadounidense Frances Tiafoe, actual 29º del mundo, lleva puesta una pulsera con esa misma leyenda y le dijo a Báez: "Te la tenés que tatuar". La frase caló hondo en el tándem jugador-entrenador, cuyo vínculo siempre resultó especial, y la tomaron como un estímulo para alimentar la ilusión. ¿Por qué no Báez en Estoril o en cualquier parte?

Imágenes: Millennium Estoril Open