Real Madrid derrotó por 3-1 a Barcelona en el clásico y quedó como único líder

Un invicto de 18 encuentros, con tres consagraciones como resultado memorable (la Liga, la UEFA Champions League y la Supercopa europea), posicionaba a Real Madrid como favorito en la previa a una edición especial del clásico: era la número 250 de un historial favorable justamente al Merengue, que se había impuesto en cien ocasiones contra 97 de Barcelona. Pese al golpe anímico que significó la ausencia de victorias en dos partidos ante Inter de Milán y, consecuentemente, el peligro latente de una nueva eliminación en la fase de grupos del máximo certamen continental a nivel de clubes, el conjunto blaugrana arribaba con una racha auspiciosa en condición de visitante por el torneo local: 19 presentaciones sin caídas desde octubre del año pasado. 

Carlo Ancelotti apostó por darle continuidad a su formación habitual, con la salvedad de la presencia del ucraniano Andriy Lunin en lugar del lesionado Thibaut Courtois (ciatalgia izquierda). Por el lado de Xavi Hernandez, el empate 3-3 como local de Inter dejó secuelas por la floja producción defensiva: Gerard Piqué (responsable del primer tanto del Nerazzurri) y Marcos Alonso fueron reemplazados por Jules Koundé y Alejandro Balde en la última línea de Barcelona. También ingresó Frenkie de Jong en lugar de Gavi y se ubicó como interior derecho. 

Un comienzo parejo encontró como principal diferencia la contundencia. Karim Benzema ratificó una producción estelar en 2022 al capitalizar el rebote de una atajada de Marc-Andre ter Stegen sobre Vinicius Junior y convertir el primer tanto con un zurdazo. El francés cortó un invicto de 635 minutos acumulados por el arquero alemán sin recibir goles en el certamen. Aunque Barcelona reaccionó inmediatamente, careció de la precisión necesaria para lograr el empate: Robert Lewandowski falló de manera insólita el desvío ante un centro rasante de Raphinha y elevó su tiro por encima del travesaño. El conjunto blaugrana sostuvo el dominio en la tenencia de la pelota y la postura en campo rival. Sin embargo, una réplica local mortífera se cimentó mediante una sucesión de pases que finalizó con el envío de Ferland Mendy y un remate de media distancia de Federico Valverde que se incrustó en el ángulo inferior izquierdo para sentenciar el 2-0.

La tranquilidad de la diferencia generó incluso que Real Madrid se animara a despertar el delirio de sus fanáticos con combinaciones de pases de diestra a siniestra. El “ole, ole” resonaba en las gradas de un estadio Santiago Bernabeu que recibía por centésima ocasión al clásico. Sin mayores ocasiones concretas en la media hora inicial del segundo tiempo, la historia comenzaría a modificarse a raíz de las modificaciones introducidas por Xavi. De hecho, una combinación protagonizada por dos ingresados sentenciaría el descuento: jugada brillante de Ansu Fati y cesión para Ferrán Torres, que tocó la pelota hacia la red. 

Una volea pifiada del propio Ansu Fati generó estupor en los fanáticos locales, sorprendidos por la remontada anímica de Barcelona en los instantes finales de un resultado que parecía sellado. Volcado en campo rival con la mente enfocada en un empate agónico, el conjunto blaugrana dejó espacios que propiciarían la estocada decisivos de la contienda. Un pisotón de Eric García ante Rodrygo Goes generó un penal que, ayuda del VAR mediante, fue cobrado por José María Sánchez Martínez. El brasileño se hizo cargo de la ejecución (Benzema había sido reemplazado) y remató con solvencia para sellar el 3-1 que consolidó a Real Madrid como único líder de la Liga. El Merengue alcanzó los 25 puntos en un arranque prácticamente perfecto (apenas igualó en uno de los nueve encuentros disputados) y supera por tres unidades a su clásico rival, que no logró recuperarse del resultado adverso en la UEFA Champions League.

Foto de portada: Thomas Coex / AFP.