Las Crónicas de El Gráfico

1932. Estudiantes 6 – 1 Gimnasia

Por Chantecler. La crónica de un clásico que careció de emoción, ya que rápidamente se resolvió el partido a favor del Pincha que con un quinteto ofensivo memorable no tuvo piedad contra su máximo rival.

Por Redacción EG ·

21 de febrero de 2020

No fue del agrado de los aficionados platenses la circunstancia del sorteo que obligó a los grandes rivales a medirse en frío en la primera fecha del campeonato de profesionales. La cosa hubiera sido mejor balconeada con unos cuantos domingos de preparación, enfrentando aquí y allá a distintos adversarios, algunos quizá de mucho fuste, pero sin el apremio que implica la disputa del título de la ciudad, en que el vencido no deja sólo los dos puntos, sino también jirones de amor propio. Para los de Gimnasia y Esgrima, cuyo equipo, con estar constituido, se hallaba muy lejos de ser el que puede ser una vez afiatado, la cosa era con desventaja. Para los de Estudiantes, el nombre del adversario encerraba una zozobra de la que no pudieron verse libres hasta muy luego de comenzado el partido, cuando ya no quedaron liudas de que la victoria se conseguía sin susto. Lo cierto es que no hubo en la capital de la provincia la unanimidad extraordinaria que se produjo en otras ocasiones para concurrir al estadio de los estudiantiles. La recaudación, que sobrepasó apenas de los once mil pesos, dice con claridad que faltaron bastantes aficionados para colmar la capacidad lograda en otras ocasiones.

Imagen Team de Estudiantes de La Plata, vencedor por seis goals a uno. No tuvo puntos débiles y su línea de forwards se desempeñó con extraordinario acierto.
Team de Estudiantes de La Plata, vencedor por seis goals a uno. No tuvo puntos débiles y su línea de forwards se desempeñó con extraordinario acierto.

 

FALLÓ LA EMOCIÓN

Y el partido en sí no dió lo que los optimistas pudieron esperar, sino lo que la lógica aconsejaba y menos aún. Careció de interés, porque no hubo ni emociones hondas ni incógnita durable. Esta, en realidad, se develó apenas iniciado el partido, al vencer Guaita a Ruiz por primera vez, y luego la riña dejó de ser entre rivales igualmente capacitados, para convertirse en un despojo con saña, de parte de los locales, de los dos puntitos de reglamento.

Imagen Team de Gimnasia y Esgrima, que cayó vencido por un score abrumador ante su tradicional adversario. Su defensa fue notoriamente superada Por la línea ligera enemiga, la cual se movió, con gran trabazón.
Team de Gimnasia y Esgrima, que cayó vencido por un score abrumador ante su tradicional adversario. Su defensa fue notoriamente superada Por la línea ligera enemiga, la cual se movió, con gran trabazón.

Las tentativas entrecortadas de los mens-sana, eran como los balbuceos de un niño, tratando de superar en elocuencia la fácil verba dé un orador profesional. La incontrastable superioridad de Estudiantes fue así un alud que empezó a moverse en el primer minuto de juego y terminó de hacerlo con el último silbato del referee, en marcha constante hacia la victoria. Los esfuerzos individuales de Gimnasia y Esgrima, llevados con denuedo singular, pero con escasa fortuna, por Peralta, Giudice, Budiño o Morgada, eran picaduras de mosquito para ese elefante inconmovible, cuya trompa eran zancadas de Uslenghi, y cuyas orejas representaban la vigilante atención de Viola y Riolfo. Cada vez que el elefante sacudía la trompa, por las tribunas populares soplaba un viento helado, a pesar de la canícula, y los triperos apretaban el gorro para capear el temporal que se les venía encima. Y la lluvia fue abundante: seis pepinos en un encuentro de ese compromiso no es cosa de todos los días.

 

PARA LOS "PINCHAS" FUE FIESTA

Si el espectáculo fracasó deportivamente por la desigualdad de valores, para los adictos a Estudiantes la fiesta fue más completa y la tarde no les dejó en contra más que ese pobre golcito que acertó a embocar Giudice en el segundo período. Todo era para ellos de perlas. Hasta los alardes de descolocación a que tan afecto se muestra Nery, resultaban jugadas magistrales, que no sin trabajo corregía Rodríguez para evitar un disgusto a Caeiro.

Hay que reconocer que "los maestros" en la línea media y en el terceto central del ataque, hicieron y repitieron jugadas dignas de admiración. Sin que el conjunto ofreciera esa igualdad y precisión de que hiciera gala en muchos partidos del año anterior, hubo mucho y bueno en la forma de maniobrar de todos ellos.

Imagen Lombardi y Riolfo se disputan la pelota en un salto espectacular, mientras Uslenghi, Giudice y Rodríguez siguen con atención la jugada. El match se disputé en la cancha de Estudiantes de La Plata.
Lombardi y Riolfo se disputan la pelota en un salto espectacular, mientras Uslenghi, Giudice y Rodríguez siguen con atención la jugada. El match se disputé en la cancha de Estudiantes de La Plata.

Uslenghi, en primer término, desplegó una acción, que sin ser espectacular y casi diríamos con un disimulo lleno de modestia, fue lo mejor del "field". En ningún momento estuvo descuidada la puerta grande para los avances de los visitantes, y siempre epilogó el quite con un pase preciso para mejor continuación del ataque.

Viola y Riolfo lo ayudaron con equivalente eficacia. El primero se lució más en el apoyo que este último. Pero, en cambio, el uruguayo quitó de continuo con tanta eficacia, que redujo a impotencia total a la pareja derecha enemiga. Con semejante barrera por detrás se explica que la labor del quinteto delantero satisficiera, a pesar de que no había entendimiento.

 

LA "CLASE" DE NOLO

Se dice y reafirma que Ferreira comenzó ya a recorrer la etapa final de su vida deportiva, y yo soy el primer convencido de ello. Su acción, precisa siempre, comienza en el centro de la cancha con una lentitud perjudicial, que no alcanza a corregir la velocidad que despliega posteriormente en el ataque. Por otra parte, la precisión notoria de sus pases se anula muchas veces por la excesiva preparación, que pone en descubierto al destinatario de la pelota y facilita la labor de los contrarios. Pero no puede negarse que para hacer cosas maravillosas, Nolo es y será siempre Nolo, hasta cuando peine canas con la misma asiduidad con que hoy peina la pelota. El tercer tanto fue la consecuencia de su habilidad. En el momento en que todo el estadio esperaba un shot, despidió de improviso la pelota hacia atrás, colocándola en el radio de acción de Guaita, quien libre de adversarios al frente, disparó un cañonazo que, puso a prueba la resistencia de la red. Y el cuarto goal, que señaló Ferreira mismo por su iniciativa y con la colaboración de Castro y Zozaya, resultó de esa maestría del "insider" izquierdo para eludir a los zagueros a pocos centímetros de ellos mismos.

Imagen Manolo Ferreira, que estuvo como en sus buenos días, marcó el cuarto goal de Estudiantes al recibir un pase del manco Castro. El arquero Ruiz falla en su intento de detener el shot.
Manolo Ferreira, que estuvo como en sus buenos días, marcó el cuarto goal de Estudiantes al recibir un pase del manco Castro. El arquero Ruiz falla en su intento de detener el shot.

 

NO ES PAREJO EL QUINTETO MAGISTAL

Y merece aquí comentarse la evolución Y sufrida por la línea ligera de Estudiantes que hasta ahora se había caracterizado por su absoluta armonía. Con la evolución de Ferreira hacia un desempeño más la inclusión de Castro, que aunque seguro y rápido para resolverse, es lento en el avance, existe un desequilibrio, que compensa, sin hacerlo olvidar por completo, la suficiencia individual de los cinco hombres y su formidable shot.

Imagen Riolfo y Uslenghi deben emplearse a fondo, a fin de anular la acción del forwrard contrario, que procura recibir un pase alto. A los veinte minutos de comenzado el partido éste ya estaba definido, porque era evidente que Gimnasia no se hallaba en condicione de descontar la ventaja de tres goals que le llevaban, los rivales.
Riolfo y Uslenghi deben emplearse a fondo, a fin de anular la acción del forwrard contrario, que procura recibir un pase alto. A los veinte minutos de comenzado el partido éste ya estaba definido, porque era evidente que Gimnasia no se hallaba en condicione de descontar la ventaja de tres goals que le llevaban, los rivales.

Esto merece también un aparte. A Guaita las vacaciones parecen haberle fortalecido los músculos de los miembros inferiores. Scopelli, cohibido y todo como actuó, disparó de vez en cuando verdaderos cañonazos. El shot de Castro tenía su historia en las canchas uruguayas y seguirá teniéndola en las argentinas. Zozaya no en balde fue el "scorer" de la última temporada. Y Ferreira, cuya puntería no es la más recomendable, cuando emboca es tanto o más temible que los anteriores.

Se explica, pues, el éxito logrado el domingo frente a los mens-sana, así como los que tendrá en el curso de la temporada el valioso conjunta estudiantil. En éste, según lo deja entrever lo que procede del comentario, los uruguayos han resultado y por encima de todo, han inyectado en el team lo que a éste le hizo siempre tanta falta: fortaleza en la defensa.

Imagen Zozaya recibe un oportuno pase de Ferreira y ejecutando un bien medido shot decreta la quinta caída de la valla de Gimnasia. Ruiz consiguió alcanzar la pelota, pero ésta se le escapa de las manos. Habían transcurrido 18 minutos del segundo período y el match, que otras veces apasionara a la afición platense, carecía de interés.
Zozaya recibe un oportuno pase de Ferreira y ejecutando un bien medido shot decreta la quinta caída de la valla de Gimnasia. Ruiz consiguió alcanzar la pelota, pero ésta se le escapa de las manos. Habían transcurrido 18 minutos del segundo período y el match, que otras veces apasionara a la afición platense, carecía de interés.

Ahora no queda en ella por corregir más que la inútil y peligrosa aparatosidad de Nery. La inclusión de Caeiro — buen arquero hasta abona de Sportivo Buenos Aires, — fue una arriesgada en un partido de tanta trascendencia, que hizo forzosa la ausencia de Scandone, y que resultó bien.

El joven guardavalla puso de relieve muy buenas condiciones y mucha seguridad, que no es, precisamente, el Suerte de su reemplazado.

 

EL "TABACO" DE LOS MENS SANA

Fue un destello de clase. ¿Podía caer vencido Gimnasia y Esgrima de La Plata sin intentar el último esfuerzo? La reacción — ¡y qué reacción! — se produjo al comenzar la segunda parte, como intentando sorprender desarmados a los estudiandiles. Con ello ganó el público, que presenció entonces la única alternativa de emoción que tuvo el encuentro, y ganó especialmente Gimnasia y Esgrima, que de lo contrario hubiese caído sin pena ni gloria. Empezó a resucitar el espíritu de las tribunas, que agonizaba en el rigor de la paliza, y por contraste, hubo un poco de temor en la adornada tribuna de enfrente — la tribuna de los chillidos, como la calificó alguien a mi lado. Pero ¡qué musicales chillidos son los de las niñas platenses!...

 

Imagen Castro es asediado por la defensa enemiga que, algo desconcertada, no afirma bien. Delovo cae y Bielli queda fuera de distancia, con la pierna en alto.
Castro es asediado por la defensa enemiga que, algo desconcertada, no afirma bien. Delovo cae y Bielli queda fuera de distancia, con la pierna en alto.

Por más de diez minutos se sucedieron las tentativas desesperadas de los delanteros visitantes cerca de los palos estudiantiles. El cambio de puesto entre Morgada y Budiño pareció dar resultado, y el desconcierto del sector derecho de la defensa local, trajo como consecuencia una sucesión de centros, uno de los cuales recogió Giudice con la cabeza enviando la pelota a la red. Entonces — ¡era posible! — pensaron los hinchas y los jugadores mens-sana, redoblando los unos su gritería y los otros su entusiasmo. Y en lo mejor de la reacción, vino el goal de Ferreira como una ducha fría, que aplacó definitivamente los entusiasmos. Era una comprobación..., ¡no era posible ya!

El juez Riestra, el niño mimado de los platenses después de su afortunada actuación del año anterior, controló también este match y lo dominó. No precisamente por su acierto, sino por la estatura, lo cual ya es bastante. Por lo demás, el referee estuvo bastante lejos de la realidad, y su actitud pasiva ante el juego brusco, pudo haber originado incidentes que por fortuna no se produjeron. Dé gracias de ello el elevado juez, al asimismo elevado score con que terminó el partido, que satisfizo por completo a los parciales de Estudiantes, y mató por "empacho" de goles la capacidad de "reacción" de los hinchas de Gimnasia y Esgrima.

Imagen El arquero de Gimnasia, que habría de ser vencido seis veces, detiene un violento tiro de Zozaya, el siempre peligroso centreforward de Estudiantes de La Plata.
El arquero de Gimnasia, que habría de ser vencido seis veces, detiene un violento tiro de Zozaya, el siempre peligroso centreforward de Estudiantes de La Plata.

Y que conste que éstos estaban resueltos a todo. Durante la primera etapa, en la que correspondió a Guaita deslizarse a lo largo de la tribuna popular, cada corrida suya era flanqueada por una lluvia de naranjazos, la mayoría de los cuales no dieron en el blanco. Como las naranjas son caras, los entusiastas optaron luego por las piedras, pero Guaita, que estaba embrujado, se salvó de todo eso. No tuvo la misma suerte Riolfo, que recibió en el cuero cabelludo una caricia contundente. Pero ese espectáculo no duró mucho. La intemperancia se fue diluyendo con los goles, y al entrar el cuarto, se había convertido ya en calma absoluta.

Seis tantos contra uno, en el clásico match de los platenses, es demasiado. El clásico dejó de serlo y la expectativa fue un bonito globo que se desinfló en seguida.

 

 

Por Chantecler (1932).