Las Entrevistas de El Gráfico

2005. Pumpido 100x100

El arquero argentino campeón del mundo en 1986, Nery Alberto Pumpido ataja con destreza las 100 preguntas de El Gráfico repasando sus orígenes, vida y obra.

Por Redacción EG ·

09 de mayo de 2019

1 ¿Te con­si­de­rás un bi­lar­dis­ta? No. Bi­lar­do es el téc­ni­co que más me mar­có, pe­ro no jue­go co­mo sus equi­pos. Ten­go mi pro­pia ca­rac­te­rís­ti­ca.

2 ¿Qué es el bi­lar­dis­mo? Un in­ven­to de us­te­des, los pe­rio­dis­tas. Yo no sé de­fi­nir­lo. Es ló­gi­co que me pon­gan en su lí­nea por­que tra­ba­jé con él 7 u 8 años. Pe­ro tam­bién es­tu­ve con Me­not­ti, el pri­me­ro que me lle­vó a la Se­lec­ción, en 1980, y que tam­bién me con­vo­có pa­ra el Mun­dial 82. Car­los tu­vo el mé­ri­to de cam­biar la for­ma de ju­gar de la Se­lec­ción. De­mos­tró que el ju­ga­dor ar­gen­ti­no, si es bien tra­ba­ja­do, se adap­ta a cual­quier sis­te­ma. En su mo­men­to lo ma­ta­ban por de­fen­der con lí­nea de tres, co­sa que hoy ha­cen mi­les de equi­pos. El tiem­po le dio la ra­zón y pu­so en evi­den­cia a quie­nes lo qui­sie­ron echar dos me­ses an­tes del Mun­dial de Mé­xi­co.

Imagen Bilardo fue el DT que más lo marcó. Lo llevó a Boca como ayudante de campo.
Bilardo fue el DT que más lo marcó. Lo llevó a Boca como ayudante de campo.

3 De­fi­ni­te co­mo téc­ni­co: sos tác­ti­co, mo­ti­va­dor, lí­ri­co, ob­se­si­vo. Hay que ser un po­co de to­do y pro­gre­sar en lo que te fal­ta. Si no sos muy mo­ti­va­dor, tra­tar de ser más mo­ti­va­dor; si no sos muy tác­ti­co, tra­tar de cre­cer en tác­ti­ca.

4 ¿Cuál es tu fuer­te? Ma­ne­jar bien el gru­po, ir a bus­car los par­ti­dos siem­pre, no ser muy con­ser­va­dor. Pero lo fun­da­men­tal es sa­ber for­mar el gru­po.

5 ¿Y có­mo se ha­ce? Es­tan­do cer­ca del ju­ga­dor, ha­blán­do­le mu­cho pa­ra ha­cer­le en­ten­der que tie­ne una pro­fe­sión pri­vi­le­gia­da. Que de­be de­di­car­le dos ho­ras a full por día, na­da más... Me gus­ta ha­blar mu­cho con ellos.

6 ¿Te sen­tís un DT más re­co­no­ci­do afue­ra que en Ar­gen­ti­na? No me pon­go a pen­sar eso. Afue­ra soy muy re­co­no­ci­do, pe­ro acá hi­ci­mos dos años bár­ba­ros en Unión. Des­pués es­tán los lo­gros: fui el úni­co téc­ni­co ar­gen­ti­no que ga­nó la Li­ber­ta­do­res di­ri­gien­do a un equi­po ex­tran­je­ro. Y ese año fui ele­gi­do el se­gun­do téc­ni­co de La­ti­noa­mé­ri­ca y el quin­to en el mun­do. Muy po­cos lo lo­gra­ron. Si no hu­bie­ra si­do en 2002, jus­to cuan­do Bra­sil fue cam­peón del mun­do y Sco­la­ri ba­rrió con to­dos los pre­mios, se­gu­ro que ter­mi­na­ba pri­me­ro.

7 ¿Por qué di­jis­te que pa­ra ser téc­ni­co es me­jor ha­ber si­do ar­que­ro que en­gan­che? Por­que el ar­que­ro de­be ha­blar per­ma­nen­te­men­te y tie­ne una vi­sión dis­tin­ta y muy bue­na del cam­po de juego. A mí me sir­vió. Pa­ra el or­de­na­mien­to de un equi­po,  es fun­da­men­tal que ha­ble el ar­que­ro.

8 Da­da tu iden­ti­fi­ca­ción con Ri­ver, ¿fue un error ha­ber ido a Bo­ca co­mo ayu­dan­te de Bi­lar­do en 1996? No. A mí na­die me da­ba tra­ba­jo y Bi­lar­do me lla­mó.

9 ¿Eso te pue­de ce­rrar puer­tas en Ri­ver? No, si en Ri­ver di­ri­gió Me­not­ti, que ha­bía si­do téc­ni­co de Bo­ca; si Di Sté­fa­no sa­lió cam­peón en los dos; si Rug­ge­ri, Ga­re­ca, Ta­pia, Olar­ti­coe­chea y tan­tos otros ju­ga­ron en los dos; si Gat­ti fue ído­lo en Bo­ca des­pués de pa­sar por Ri­ver. Yo es­toy iden­ti­fi­ca­do ple­na­men­te con Ri­ver por to­do lo que he lo­gra­do.

10 Pe­ro lla­ma la aten­ción que nun­ca apa­re­cis­te co­mo can­di­da­to a DT de Ri­ver. A lo me­jor es­ta­ba con tra­ba­jo en ese mo­men­to. O no  les in­te­re­sa, qué sé yo.

11 ¿En Bo­ca te sen­tis­te có­mo­do o te pa­sa­ron fac­tu­ra por ve­nir de Ri­ver? No, pa­ra na­da, me sen­tí có­mo­do. Ade­más, a mí me lla­mó Bi­lar­do, no Bo­ca.

12 ¿Qué di­fe­ren­cias no­tas­te en­tre Ri­ver y Bo­ca? No ten­go ele­men­tos equi­va­len­tes pa­ra res­pon­der. En Bo­ca vi­ví muy po­co y des­de otra pers­pec­ti­va. En Ri­ver tu­ve cin­co años bár­ba­ros, ga­na­mos to­do, in­clu­so el úni­co tí­tu­lo del mun­do del club.

13 ¿Por qué te hi­cis­te ar­que­ro? Ni yo lo sé. Ca­sua­li­dad. Me gus­ta­ba ju­gar ade­lan­te, pe­ro un día me pu­sie­ron al ar­co y no me dis­gus­tó. No te­nía vo­ca­ción de ar­que­ro, me en­ca­ri­ñé con el tiem­po.

14 ¿Es el pues­to más di­fí­cil o el de los gi­les? Es un pues­to que re­quie­re una per­so­na­li­dad muy fuer­te. Si no, so­nas­te.

15 ¿Cuál es el me­jor ar­que­ro del mun­do? No hay uno por en­ci­ma del res­to, un su­per­do­ta­do. El ni­vel es pa­re­jo.

16 Ga­nas­te la Li­ber­ta­do­res co­mo ju­ga­dor y DT. ¿Cuál es la re­ce­ta? No hay. Si un téc­ni­co la tu­vie­ra, no la di­ría. Ne­ce­si­tás bue­nos ju­ga­do­res, un gru­po con ham­bre de cam­peo­na­to y lu­char­la mu­cho. Pe­lear ca­da par­ti­do a muer­te. Des­pués te su­ma la ex­pe­rien­cia de ha­ber­la ju­ga­do, por­que cuan­do la ga­né con Olim­pia era la pri­me­ra Co­pa que di­ri­gía.

Imagen El ultimo tesoro, la Copa que logró con Olimpia. También la ganó como jugador.
El ultimo tesoro, la Copa que logró con Olimpia. También la ganó como jugador.

17 ¿Cuál dis­fru­tas­te más? Cuan­do sos téc­ni­co te­nés que es­tar en mil co­sas, co­mo ju­ga­dor es di­fe­ren­te. Pe­ro am­bas las dis­fru­té mu­chí­si­mo, ca­da una a su ma­ne­ra. 

18 ¿Cuál fue tu es­pe­jo en el ar­co? De chi­co no tu­ve ído­los. Los que más me en­se­ña­ron fue­ron Irus­ta y Bia­sut­to, com­pa­ñe­ros míos en Unión. De Irus­ta apren­dí a pe­gar­le a la pe­lo­ta, era el que me­jor le da­ba. Me que­da­ba con él des­pués del en­tre­na­mien­to, pa­ra pro­gre­sar. Bia­sut­to me en­se­ñó co­sas vin­cu­la­das a la per­so­na­li­dad del pues­to. Fui su­plen­te su­yo y des­pués él fue su­plen­te mío en el Na­cio­nal 79. Am­bos me apor­ta­ron mu­cho. Sien­do muy jo­ven, com­pe­tí con gen­te de ex­pe­rien­cia, pe­ro me acon­se­ja­ban. Fue­ron muy ge­ne­ro­sos con­mi­go. El Pa­to Fi­llol tam­bién me ayu­dó en la Se­lec­ción. Me an­ti­ci­pa­ba las co­sas y me trans­mi­tía su ex­pe­rien­cia.

19 Tu pun­to fuer­te y tu pun­to dé­bil co­mo ar­que­ro. No te­nía el es­ti­lo del Pa­to, no era muy vo­la­dor. Mi fuer­te era la ubi­ca­ción. Y me hu­bie­ra gus­ta­do te­ner más agi­li­dad.

20 ¿Có­mo te lle­va­bas con la pla­tea San Mar­tín del Mo­nu­men­tal? La popular te bancaba, pero esa platea... Te lo re­su­mo en un epi­so­dio: la San Mar­tín pu­teó has­ta a Alon­so. En un club gran­de siem­pre te van a exi­gir. Una vez lo di­je en El Grá­fi­co y que­dó pa­ten­ta­do: Ri­ver te da to­do y te qui­ta to­do. Es la rea­li­dad. Yo ten­go un re­co­no­ci­mien­to gran­dí­si­mo ha­cia Ri­ver: me dio la opor­tu­ni­dad de ga­nar to­do y lle­gar a Eu­ro­pa.

21 ¿Có­mo es tu vi­da de DT cuan­do no te­nés equi­po? Mi­ro fút­bol y es­pe­ro. Aho­ra ten­go una pers­pec­ti­va dis­tin­ta. No só­lo veo la par­te eco­nó­mi­ca, si­no tam­bién la de­por­ti­va. Uno ha lo­gra­do co­sas im­por­tan­tes y no se pue­de apre­su­rar a aga­rrar al­go. Por suer­te he te­ni­do va­rias ofer­tas de Pa­ra­guay, Ecua­dor, Pe­rú y Uru­guay. De acá me lla­ma­ron de La­nús ape­nas lle­gué de Mé­xi­co, an­tes de que contrataran a Go­ro­si­to.

22 ¿Sen­tís que abris­te el mer­ca­do pa­ra­gua­yo pa­ra los DT ar­gen­ti­nos? Pue­de ser. Cuan­do yo di­ri­gía ya es­ta­ba Cos­tas, pe­ro des­pués fue­ron Mar­ti­no, Thei­ler, Jo­ta Jo­ta, Sán­chez-Hra­bi­na, el Pro­fe Cór­do­ba...

23 ¿Te cos­tó ga­nar­te el res­pe­to en Pa­ra­guay? No, fue rá­pi­do. Lle­gué  y a los seis me­ses ga­na­mos la Co­pa des­pués de 12 años, jus­to pa­ra el cen­te­na­rio de Olim­pia.

24 ¿Ri­ver es­tá en tus pla­nes? Ri­ver siem­pre es­tá en mis pla­nes. Pe­ro soy un con­ven­ci­do de que las co­sas se dan co­mo con­se­cuen­cia de los re­sul­ta­dos y del tra­ba­jo. Na­die di­ri­ge un club por el só­lo he­cho de de­sear­lo.

25 ¿Cuál fue tu pri­mer con­tac­to con Bi­lar­do? En ene­ro de 1983, pa­ra su pri­me­ra con­vo­ca­to­ria. Yo es­tu­ve en la Se­lec­ción des­de 1980 has­ta 1990. Mi pri­mer par­ti­do fue con Me­not­ti, en Men­do­za, sien­do ju­ga­dor de Unión. El Pa­to ha­bía te­ni­do un pro­ble­ma fa­mi­liar y me lla­mó a mí.

26 ¿Al prin­ci­pio pen­sa­bas que Car­los es­ta­ba lo­co? Lo­co, no. Pe­ro nos cos­tó un tiem­po en­ten­der­lo. Era un cam­bio muy gran­de en la for­ma de tra­ba­jar, no es­tá­ba­mos acos­tum­bra­dos. Y tam­bién mo­di­fi­có la for­ma de ju­gar. Va­rias ve­ces me que­dé con la bo­ca abier­ta escuchándolo.

27 ¿Cuan­do te con­fir­mó que ibas a ser ti­tu­lar en Mé­xi­co 86? So­bre la ho­ra del Mun­dial, cuan­do dio la for­ma­ción.

28 En las eli­mi­na­to­rias el ti­tu­lar fue Fi­llol. ¿Ima­gi­na­bas que en el Mun­dial po­días ata­jar vos? Es­ta­ba a la ex­pec­ta­ti­va. Cuan­do su­pe que el Pa­to no iba, las es­pe­ran­zas se acre­cen­ta­ron.

29 ¿Quién era más ar­que­ro en el 86: vos o el Pa­to? En ese mo­men­to yo no lo po­día eva­luar. Si fui al Mun­dial, de­bo ha­ber si­do yo.

30 An­tes de via­jar, ¿pen­sa­ban que po­dían ser cam­peo­nes? La ilu­sión la tie­nen to­dos los plan­te­les, pe­ro de en­tra­da no nos pu­si­mos a pen­sar en el tí­tu­lo. Nos men­ta­li­za­mos par­ti­do por par­ti­do. Y lue­go cre­ció la idea de que po­día­mos ser cam­peo­nes.

31 ¿En qué mo­men­to no­tas­te que po­dían ser­lo? Des­pués de ga­nar­le a Uru­guay.

32 ¿Ar­gen­ti­na hu­bie­ra si­do cam­peón sin Ma­ra­do­na? En el 82 tam­bién es­tu­vo Diego. Eso quie­re de­cir que a Ma­ra­do­na, apar­te de su gran ni­vel, ha­bía que ro­dear­lo con un muy buen equi­po. Te­ner­lo a Die­go fue fun­da­men­tal, pe­ro al­re­de­dor de él hubo un gran equi­po co­mo el del 86. De lo con­tra­rio, Ar­gen­ti­na hu­bie­ra si­do cam­peón en Es­pa­ña 82, Ita­lia 90 o USA 94.

33 Pa­ra mu­chos, cual­quie­ra de los ocho fi­na­lis­tas del 86 era cam­peón con Ma­ra­do­na. No coin­ci­do. Die­go fue el me­jor del Mun­dial por le­jos, pe­ro es­tu­vo ro­dea­do de gran­des ju­ga­do­res.

34 ¿Qué era lo me­jor de Die­go fue­ra de la can­cha? Que era un com­pa­ñe­ro más. Que no se sen­tía Ma­ra­do­na co­mo la gen­te lo sen­tía a él viéndolo de afue­ra.

35 El me­jor par­ti­do de Ar­gen­ti­na en ese Mun­dial. Con­tra In­gla­te­rra. Tam­bién el se­gun­do tiem­po con Bél­gi­ca y la fi­nal con Ale­ma­nia. Si hoy ves los par­ti­dos y los ana­li­zás fría­men­te, no­tás que el fun­cio­na­mien­to de Ar­gen­ti­na era per­fec­to.

Imagen Un festejo especial en México 86. Diego acaba de meterle el segundo a los ingleses.
Un festejo especial en México 86. Diego acaba de meterle el segundo a los ingleses.

36 ¿Qué hu­bie­ra pa­sa­do si Olar­ti­coe­chea no sa­ca­ba con la nu­ca el 2-2 con In­gla­te­rra? Se se­guía ju­gan­do y pa­sá­ba­mos no­so­tros… El 2-2 nos ocu­rrió en la fi­nal y que­dó de­mos­tra­do que fue­ron dos pe­lo­tas y na­da más, nos re­cu­pe­ra­mos en­se­gui­da. Ar­gen­ti­na era el equi­po me­jor pre­pa­ra­do pa­ra ju­gar en el Dis­tri­to Fe­de­ral. Esa fue otra cla­ve.

37 ¿Có­mo te ca­yó que Gat­ti di­je­ra que en Mé­xi­co 86 el ar­que­ro fue Brown? Al lo­co hay que to­mar­lo o de­jar­lo.

38 ¿Lo to­más o lo de­jás? El que sa­lí cam­peón del mun­do fui yo y no él. Y el ar­que­ro más ga­na­dor fui yo y no él. Gat­ti ga­nó mu­chas co­sas ha­blan­do, tam­bién. Pe­ro a ni­vel Selección, no ga­nó na­da. Cuan­do lo qui­sie­ron po­ner de ti­tu­lar pa­ra un Mun­dial, se le­sio­nó.

39 Una vir­tud del Bam­bi­no Vei­ra. Ve muy bien el fút­bol. En el en­tre­tiem­po, por ejem­plo, es ra­pi­dí­si­mo para marcar los de­fec­tos y co­rre­gir­los. Y aun­que al­gu­nos len­gua lar­ga di­gan que tra­ba­ja po­co, na­da que ver. Tra­ba­ja bár­ba­ro.

40 Po­cos re­cuer­dan que te re­ti­ras­te en La­nús, en 1993. Fue des­pués de es­tar pa­ra­do seis me­ses, por­que lue­go de Unión ha­bía te­ni­do ofer­tas que no me con­ven­cían. Fí­si­ca­men­te es­ta­ba muy bien, pe­ro te­nía la ca­be­za en otra co­sa. Ha­bía vi­vi­do in­ten­sa­men­te los 12 años an­te­rio­res y la mi­ra ya es­ta­ba en otro la­do. Me re­ti­ré bas­tan­te jo­ven pa­ra ser ar­que­ro, a los 34.

41 ¿Por qué a Ri­ver le cues­ta tan­to ga­nar la Co­pa? No es fá­cil con­se­guir­la. Si te po­nés a ana­li­zar, Bo­ca la ga­nó cin­co ve­ces, pe­ro con dos téc­ni­cos. En­ton­ces no sé si es un club muy ga­na­dor de Co­pas. En to­do ca­so, el ga­na­dor es Bian­chi, co­mo an­tes Lo­ren­zo. Hay téc­ni­cos que en­tien­den al­gu­na co­sa que no en­tien­de el res­to de los téc­ni­cos pa­ra ga­nar la Co­pa. No quie­ro sa­car­le mé­ri­tos a Bo­ca, pe­ro la in­fluen­cia del téc­ni­co es muy gran­de.

42 ¿A quién ves co­mo can­di­da­to pa­ra es­te año? Ri­ver tie­ne muy buen plan­tel.

43 ¿Qué te pa­re­ce Bi­lar­do co­mo ac­tor? La ver­dad que an­da bien pa­ra to­do, je... Eso que Car­los de­mues­tra aho­ra no es sor­pre­sa pa­ra quie­nes lo co­no­ce­mos. Siem­pre fue un ti­po muy ale­gre. En las fies­tas de ca­sa­mien­to o cum­plea­ños, era el más jo­dón. Qui­zás se sor­pren­dan los de afue­ra. Yo lo veo bien, por­que es­tá revelando su ver­da­de­ra ca­ra. Se lo mues­tra más hu­ma­no, no siem­pre preo­cu­pa­do por el fút­bol. La gen­te es­tá to­man­do un con­cep­to más lin­do y ajus­ta­do de su persona.

44 ¿Es cier­to que pu­dis­te ser ju­ga­dor de Bo­ca? Cuan­do es­ta­ba en Unión se ha­bló de Bo­ca, In­de­pen­dien­te y Ri­ver, has­ta que sa­lió Vé­lez.

45 ¿Y de Ins­ti­tu­to? Tam­bién. Eso fue en 1979. Me tu­ve que pe­lear con el pre­si­den­te Su­per Ma­nuel Co­rral pa­ra que­dar­me. Unión me ha­bía ven­di­do, pe­ro yo que­ría prio­ri­zar lo de­por­ti­vo. Por esa ne­ga­ti­va me se­pa­ra­ron del plan­tel, aun­que des­pués me pi­die­ron dis­cul­pas y ter­mi­né ata­jan­do has­ta la fi­nal del Na­cio­nal. A los 20 años no se pue­de pen­sar pri­me­ro en lo eco­nó­mi­co y des­pués en lo de­por­ti­vo, sal­vo que se tra­te de una ofer­ta ex­traor­di­na­ria co­mo la de Te­vez. Si es un ofre­ci­mien­to co­mún y co­rrien­te, hay que de­ci­dir des­de lo de­por­ti­vo, lo eco­nó­mi­co vie­ne so­lo. Mi­les de pi­bes se di­lu­ye­ron por cam­biar de club por 200 pe­sos más de suel­do. La cul­pa la tie­nen los re­pre­sen­tan­tes, que pien­san más en su bol­si­llo que en el fu­tu­ro del ju­ga­dor. No di­go to­dos, pe­ro hay va­rios.

46 ¿Te vis­te con chan­ces pa­ra la Se­lec­ción des­pués de la sa­li­da de Biel­sa? No, aun­que ve­nía de ga­nar al­go im­por­tan­te co­mo la Li­ber­ta­do­res. Creo que to­da­vía ne­ce­si­to un po­co más de ro­da­je pa­ra aga­rrar la Se­lec­ción. El de­seo y la ilu­sión es­tán, por su­pues­to. Es co­mo lo de Ri­ver: se va a dar so­lo. Pe­ro voy acu­mu­lan­do ex­pe­rien­cia. En seis años de ca­rre­ra di­ri­gí en tres paí­ses, eso su­ma mu­cho. Hoy mi men­te es­tá pues­ta en se­guir di­ri­gien­do afue­ra.

47 An­tes de que eli­gie­ran a Pe­ker­man se men­cio­nó a Bu­rru­cha­ga y a Rug­ge­ri, pe­ro no a vos, que te­nés más tí­tu­los co­mo DT y la mis­ma ex­pe­rien­cia en la Se­lec­ción. ¿Te molestó? No, al con­tra­rio. Hay gran­des téc­ni­cos que en un fu­tu­ro pue­den ser­les úti­les a la Se­lec­ción, só­lo fal­ta tiem­po de ma­du­ra­ción.

 

Imagen CAMPEONES DEL MUNDO 86: Parados, de izquierda a derecha: Batista, Cuciuffo, Olarticoechea, Pumpido, Brown, Ruggeri y Maradona. Agachados: Burruchaga, Giusti, Enrique y Valdano.
CAMPEONES DEL MUNDO 86: Parados, de izquierda a derecha: Batista, Cuciuffo, Olarticoechea, Pumpido, Brown, Ruggeri y Maradona. Agachados: Burruchaga, Giusti, Enrique y Valdano.
 

48 Pe­ro Rug­ge­ri di­jo que ya se sen­tía ma­du­ro, se ­autopos­tu­ló. Fe­nó­me­no. Ca­da uno sa­be lo que sien­te. El Ca­be­zón lo di­jo ho­nes­ta­men­te, no es­ta­ba sa­can­do ni po­nien­do un téc­ni­co. De­cía que él se sen­tía ca­paz. Yo di­go que pa­ra la Se­lec­ción ne­ce­si­tás tí­tu­los, an­te­ce­den­tes, ex­pe­rien­cia. Os­car tal vez no te­nía tí­tu­los co­mo en­tre­na­dor, pe­ro sí el an­te­ce­den­te de ha­ber si­do sím­bo­lo y ju­ga­dor de la Se­lec­ción du­ran­te mu­chí­si­mos años.

49 ¿Te dio bron­ca que Bian­chi no arre­gla­ra por una di­fe­ren­cia per­so­nal con Gron­do­na? Eso no me cons­ta. Pe­ro si así fue­ra, hay que po­ner­se en la piel de Bian­chi y res­pe­tar su de­ci­sión. No hay du­da: el pues­to se lo me­re­cía él.

50 ¿Ha­blás se­gui­do con Gron­do­na? Ten­go bue­na re­la­ción, aun­que ha­ce co­mo un año que no lo veo.

51 ¿Vos na­cis­te en Mon­je o en Ba­rran­cas? Soy de Mon­je, pe­ro na­cí en Ba­rran­cas por­que en esa épo­ca no ha­bía clí­ni­ca en mi pue­blo. Es­tán a 10 ki­ló­me­tros de dis­tan­cia, cer­ca de San­ta Fe. Ahí vi­ví has­ta los 6 años.

52 ¿Tra­ba­jas­te de otra co­sa an­tes del fút­bol? Ayu­da­ba a mi vie­jo en un re­par­to de be­bi­das. Era com­ple­ti­to: tra­ba­ja­ba, es­tu­dia­ba y ju­ga­ba al fút­bol. Co­mo me gus­ta el cam­po, es­tu­dié tres años en una es­cue­la gran­ja de Es­pe­ran­za. Es un se­cun­da­rio con orien­ta­ción a los te­mas del cam­po. De­jé por el fút­bol.

53 ¿Es ver­dad que ca­si lar­gás to­do a los 15 años? Sí, es­ta­ba en las in­fe­rio­res de Unión y me pa­ré un año. Me pu­drí y me fui, has­ta que mi vie­jo me con­ven­ció pa­ra vol­ver. A esa edad te pa­san esas co­sas. Que­rés dis­fru­tar y no pen­sás mu­cho en el fu­tu­ro.

54 ¿Cuál es el me­jor téc­ni­co ar­gen­ti­no? Por los tí­tu­los lo­gra­dos, Bian­chi. Y Bu­rru­cha­ga en­tre los que es­tán tra­ba­jan­do. En los úl­ti­mos tres años ha lo­gra­do co­sas muy im­por­tan­tes. Hoy no se des­ta­ca un equi­po que jue­gue bien al fút­bol con cier­ta cons­tan­cia. El fút­bol es muy fí­si­co y di­ná­mi­co, ca­si na­die tie­ne una re­gu­la­ri­dad de ren­di­mien­to. Por eso man­dan los re­sul­ta­dos, así en el fút­bol co­mo en la te­le­vi­sión, don­de se sa­can los ojos por el ra­ting. Des­de ese pla­no, Bian­chi es ini­gua­la­ble. Y se de­be va­lo­rar mu­cho las gran­des cam­pa­ñas que ha­cen los equi­pos  sin tan­tos re­cur­sos, aun­que no ha­yan si­do cam­peo­nes. Por eso nom­bro a Bu­rru­cha­ga y su­mo a Al­fa­ro y Fal­cio­ni. Son tres gran­des téc­ni­cos. Lo que hi­cie­ron en Ar­se­nal, Quil­mes y Ban­field, tan­to en el tor­neo lo­cal co­mo in­gre­san­do a las co­pas, es muy va­lo­ra­ble. Ti­pos co­mo Bian­chi, Me­not­ti o Pas­sa­re­lla siem­pre han di­ri­gi­do equi­pos gran­des. Se­ría lin­do ver­los en equi­pos chi­cos y com­pa­rar con téc­ni­cos que ca­si nun­ca ma­ne­jan ese po­ten­cial de ju­ga­do­res. Así se po­dría ele­gir al me­jor de una ma­ne­ra más jus­ta.

55 ¿Te arre­pen­tís de ha­ber ido a ver los de­más par­ti­dos del Mun­dial 90 con el pre­si­den­te Me­nem des­pués de tu le­sión? No. Me ve­nían a bus­car e íba­mos con el Ta­ta Brown. Ser in­vi­ta­do por el pre­si­den­te de la Na­ción fue im­por­tan­te pa­ra mí.

Imagen Aunque siempre se le elogió la elasticidad, Nery se consideró un arquero de ubicación y hubiera deseado tener mayor agilidad.
Aunque siempre se le elogió la elasticidad, Nery se consideró un arquero de ubicación y hubiera deseado tener mayor agilidad.

56 ¿Te cos­ta­ba ver­los, lue­go de ha­ber es­ta­do en Ita­lia? No, por­que lo asi­mi­lé muy rá­pi­do. Siem­pre asu­mí que en el fút­bol es­tás ex­pues­to a las le­sio­nes. Lo to­mé con tran­qui­li­dad.

57 ¿Ape­nas cho­cas­te con Olar­ti­coe­chea te dis­te cuen­ta de que era una le­sión gra­ve? Sí. Al­gu­nos es­cu­cha­ron el rui­do de la frac­tu­ra, yo sen­tí un do­lor te­rri­ble en la pier­na, era co­mo un fue­go.

58 Con vos en el ar­co y sin San Goy­co­chea, ¿Ar­gen­ti­na ha­bría lle­ga­do a la fi­nal del 90? Con­mi­go en el ar­co sa­li­mos cam­peo­nes.

59 ¿Se ven se­gui­do en­tre los cam­peo­nes del 86? Ha­ce po­co nos jun­ta­mos y que­da­mos en tra­tar de ha­cer­lo una vez por mes. Igual, siem­pre man­tu­vi­mos con­tac­to, la ma­yo­ría te­ne­mos una re­la­ción bár­ba­ra. Es­ta­mos muy cer­ca, nos con­sul­ta­mos per­ma­nen­te­men­te.

60 ¿Con quién te­nés una re­la­ción más fuer­te? Con va­rios: el Grin­go Gius­ti, Rug­ge­ri, Die­go, el Ne­gro En­ri­que, el Vas­co, Che­cho, Bu­rru, el Pe­rro Ga­rré, to­dos.

61 ¿Es ca­sua­li­dad que la ma­yo­ría sean téc­ni­cos? No. Sen­timos mu­cho al fút­bol.

62 ¿Có­mo que­dó tu re­la­ción con Is­las des­pués del en­fren­ta­mien­to que tu­vie­ron por la ti­tu­la­ri­dad? Bien, me he en­con­tra­do 2 o 3 ve­ces sin nin­gún pro­ble­ma. Lo pa­sa­do, pi­sa­do. Ca­da uno lu­cha­ba por su su­yo.

 

Imagen 2007. El Gráfico logra lo imposible: que Nery Pumpido y Luis Islas acepten posar juntos para una foto. Los arqueros del Seleccionado de Bilardo ni siquiera se saludaban.Foto: Ricardo Alfieri (h).
2007. El Gráfico logra lo imposible: que Nery Pumpido y Luis Islas acepten posar juntos para una foto. Los arqueros del Seleccionado de Bilardo ni siquiera se saludaban.Foto: Ricardo Alfieri (h).
 

63 ¿Nun­ca se te dio por ser en­tre­na­dor de ar­que­ros? No, pre­fie­ro ser ma­na­ger, se­cre­ta­rio téc­ni­co. Lo hi­ce en Unión, en 1997. Me gus­ta te­ner in­fluen­cia en las gran­des de­ci­sio­nes de un club, so­bre las in­fe­rio­res o la Pri­me­ra.

64 ¿Por qué no pren­de ese rol en el fút­bol ar­gen­ti­no? No sé. En Eu­ro­pa y Mé­xi­co se usa mu­cho. Acá se­ría fun­da­men­tal. A ve­ces se ven di­ri­gen­tes que no tie­nen ni idea de fút­bol. El am­bien­te ar­gen­ti­no se re­sis­te, hay una men­ta­li­dad dis­tin­ta. El ex ju­ga­dor debe ser más uti­li­za­do co­mo ejecutivo o con­se­je­ro, por­que na­die sa­be más de fút­bol que un ju­ga­dor. Los di­ri­gen­tes ten­drían que abrir un po­co más la ca­be­za y dar­se cuen­ta de que hay un dé­fi­cit muy im­por­tan­te, es­pe­cial­men­te en su re­la­ción con el ves­tua­rio. De pa­so, de­be­rían re­co­no­cer más a los ex ju­ga­do­res, otra de las gran­des fa­llas del fút­bol ar­gen­ti­no. En Eu­ro­pa hay par­ti­dos de des­pe­di­da a ca­da ra­to, acá fal­ta el re­co­no­ci­mien­to gran­de. Y qué me­jor que dar­les ca­bi­da en los clu­bes. Los cam­peo­nes del mun­do so­mos 44, pe­ro a na­die se le ocu­rrió lle­var a dos in­vi­ta­dos en una gi­ra de la Se­lec­ción, co­mo si fue­ran em­ba­ja­do­res u hom­bres de re­la­cio­nes pú­bli­cas. Van 10 mil in­vi­ta­dos es­pe­cia­les y nin­gún cam­peón del mun­do. Ce­nas ho­me­na­je, tam­po­co. Los muchachos del 78 se pa­ga­ron la de los 25 años de su pro­pio bol­si­llo.

65 ¿Qué de­lan­te­ro te te­nía al­qui­la­do? Co­mas. Me hi­zo go­les de to­dos los co­lo­res, pa­ra Vé­lez y Bo­ca. Le pe­ga­ba de cual­quier la­do y la pe­lo­ta ha­cía unos efec­tos in­creí­bles.

66 Al re­vés: un gran­de con el que siem­pre te iba bien. Ma­ra­do­na. Creo que me hi­zo un so­lo gol, si es que me lo hi­zo... Nos en­fren­ta­mos en va­rios Ar­gen­ti­nos-Unión.

67 Una vi­ven­cia par­ti­cu­lar con Die­go. Tie­ne co­sas muy sim­ples que te lle­gan pro­fun­do. El día que inau­gu­ré un es­ta­dio de Fút­bol 5, aga­rró un au­to y se vi­no a Santa Fe pa­ra es­tar con­mi­go. Igual que en el cum­plea­ños de 15 de mi hi­ja. Es­toy muy con­ten­to de ver­lo tan bien.

68 En la épo­ca que es­tu­vo mal, ¿us­te­des, sus com­pa­ñe­ros de la Se­lec­ción, te­nían ma­ne­ra de acer­car­se y  ayu­dar­lo? Era di­fí­cil, se tra­ta­ba de una cues­tión muy ín­ti­ma y per­so­nal. Lo bue­no es que Die­go siem­pre fue cons­cien­te de sus equi­vo­ca­cio­nes y de­mos­tró la vo­lun­tad y la ca­pa­ci­dad pa­ra su­pe­rar­las.

69 ¿Qué re­cor­dás de la fi­nal In­ter­con­ti­nen­tal con el Steaua, en To­kio? Era un equi­po du­ro, ha­bía de­ja­do afue­ra al Bar­ce­lo­na. En el se­gun­do tiem­po se vi­nie­ron con to­do, pe­ro no­so­tros es­tá­ba­mos fuer­tes, muy ilu­sio­na­dos con lo­grar to­do ese año. Pa­sa­mos mo­men­tos di­fí­ci­les, pe­ro nos sal­vó esa di­fe­ren­cia que ha­ce el ju­ga­dor ar­gen­ti­no. No di­go avi­va­da, si­no in­te­li­gen­cia, sa­ber apro­ve­char si­tua­cio­nes, co­mo hi­zo el Be­to Alon­so al sa­car rá­pi­do un ti­ro li­bre y de­jar­lo só­lo a Al­za­men­di pa­ra el gol. Esa di­fe­ren­cia nos dio un tí­tu­lo del mun­do.

Imagen En Japón sumó la Intercontinental 86 al título de México. Ruggeri y Enrique, igual.
En Japón sumó la Intercontinental 86 al título de México. Ruggeri y Enrique, igual.

70 ¿Y de la fi­nal del Na­cio­nal 79 con Unión? Que Ri­ver nos ga­nó sin ga­nar­nos: em­pa­ta­mos 1-1 allá y 0-0 acá, die­ron la vuel­ta por el gol de vi­si­tan­te. Aho­ra eso no co­rre más y es­tá bien. En una fi­nal no pue­de va­ler lo del gol de vi­si­tan­te. Una fi­nal te­nés que ga­nar­la.

71 El gol más zon­zo que te hi­cie­ron. El de Ca­me­rún en Ita­lia 90. Qui­zás hu­bo otro peor, pe­ro nin­gu­no tu­vo tan­ta tras­cen­den­cia.

72 ¿Fi­llol, Gat­ti o Chi­la­vert? Fi­llol. Chi­la­vert te­nía sus vir­tu­des, igual que Gat­ti. Pe­ro el más com­ple­to fue el Pa­to.

73 ¿Hay una lí­nea de ar­que­ro ar­gen­ti­no? No, hay va­rios es­ti­los. El Pa­to Ab­bon­dan­zie­ri pa­sa un gran mo­men­to, igual que Cos­tan­zo. Pe­ro tie­nen per­fi­les diferentes.

74 ¿Cuál es el me­jor hoy? Ab­bon­dan­zie­ri. Si el Mun­dial em­pe­za­ra ma­ña­na, lo lle­vo a él. Des­pués es­tán Cos­tan­zo, Lux y Fran­co.

75 Pen­san­do en ele­gir un ar­que­ro pa­ra el Mun­dial, ¿en qué por­cen­ta­je in­ci­de la téc­ni­ca y en cuán­to la ex­pe­rien­cia? Lo que más pe­sa es la per­so­na­li­dad. El 70% del éxi­to de un ju­ga­dor ac­tual pa­sa por lo men­tal. Si es­tá bien fuer­te de arri­ba, pue­de pa­sar cual­quier obs­tá­cu­lo. Y más en el ca­so del ar­que­ro. Si no te­nés for­ta­le­za pa­ra re­cu­pe­rar­te en­se­gui­da des­pués de un gol, es­tás lis­to. En otro pues­to te pue­de ayu­dar un com­pa­ñe­ro, pe­ro en el ar­co no.

76 ¿Por qué na­die se afir­mó en el ar­co de la Se­lec­ción en los úl­ti­mos 15 años? Por­que no le die­ron con­ti­nui­dad a uno. Cam­bia­ron cons­tan­te­men­te. Ar­gen­ti­na tie­ne y ten­drá muy bue­nos ar­que­ros. Hoy no se ha­bla más del te­ma por­que el Pa­to sí es­tá te­nien­do con­ti­nui­dad.

Imagen Cuatro arqueros mundialistas: Nery, el Pato Fillol, Carnevali y el gran Amadeo Carrizo.
Cuatro arqueros mundialistas: Nery, el Pato Fillol, Carnevali y el gran Amadeo Carrizo.

77 ¿Es ver­dad que no per­dis­te nin­gún clá­si­co ofi­cial co­mo ju­ga­dor? Así es. Lin­da me­da­lli­ta pa­ra col­gar­se, ¿no? Con Bo­ca só­lo per­dí un amis­to­so.

78 ¿Qué re­cor­dás de tu pri­me­ra ex­pe­rien­cia co­mo DT en Los An­des, jun­to al Ta­ta Brown? Hi­ci­mos un buen tra­ba­jo, pe­ro no se die­ron los re­sul­ta­dos y nos tu­vi­mos que ir.

79 ¿Te fuis­te mal de Unión? Cuan­do me ale­jé hi­ce una con­fe­ren­cia de pren­sa y di­je que el tiem­po sería tes­ti­go y me da­ría la ra­zón. La­men­ta­ble­men­te, co­noz­co de­ma­sia­do al club y no me equi­vo­qué. Hay di­ri­gen­tes que se me­ten en los clu­bes sin te­ner idea de lo que es el fút­bol. Y si no vea­mos qué pa­só con Unión des­de el 2001, cuan­do me fui, has­ta el día de hoy.

80 ¿Te due­le ver­lo así? To­tal­men­te. Es el club que más quie­ro, voy a la can­cha co­mo un hin­cha más. Es tris­te que es­té así por­que tie­ne in­fraes­truc­tu­ra y es­tá ra­di­ca­do en una zo­na pri­vi­le­gia­da, don­de sur­gen fut­bo­lis­tas de mu­cha ca­li­dad. Pe­ro cuan­do no se sa­be di­ri­gir a una ins­ti­tu­ción y se pien­sa más en el lu­ci­mien­to per­so­nal que en el club, pa­sa es­to...

81 ¿Có­mo to­mas­te las des­pec­ti­vas de­cla­ra­cio­nes del pre­si­den­te de Co­lón pa­ra con Unión du­ran­te el fes­te­jo del cen­te­na­rio? Y... Da­rrás es un Car­li­tos. En San­ta Fe to­dos lo co­no­cen co­mo Car­li­tos, aun­que se lla­me Ho­ra­cio... Lo pu­sie­ron de pre­si­den­te sin te­ner los ocho años de an­ti­güe­dad y lo ma­ne­jan de atrás, es un Car­li­tos... Y eso lo pue­de de­cir un Car­li­tos co­mo Da­rrás.

82 ¿Me­not­ti pu­so fi­chas pa­ra que te fue­ras de Ri­ver? Nun­ca lo su­pe. A mí me ven­die­ron an­tes de que él lle­ga­ra. Siem­pre tu­ve bue­na re­la­ción con el Fla­co, pe­ro pa­ra mí tam­bién era una op­ción im­por­tan­te lle­gar a Eu­ro­pa.

83 ¿Có­mo que­das­te con San­ti­lli? ¿Era di­fí­cil pa­ra ne­go­ciar? Que­dé fe­nó­me­no. Es más: fir­mé el pri­mer con­tra­to y lis­to. Las re­no­va­cio­nes fue­ron de pa­la­bra, no hi­cie­ron fal­ta pa­pe­les

84 ¿En Se­vi­lla tu­vis­te un ami­go to­re­ro? Sí, Es­par­ta­co, to­do un ído­lo. Me gus­ta­ba ver­lo en los en­tre­na­mien­tos. Ellos prac­ti­can con to­ros que tie­nen al­gún pro­ble­mi­ta fí­si­co y los ma­tan igual que en las co­rri­das. Des­pués los re­ga­lan pa­ra que co­man la car­ne.

85 ¿Es ver­dad que en el Be­tis te pe­lea­bas con tus com­pa­ñe­ros pa­ra cam­biar­les la men­ta­li­dad? A ca­da ra­to. Es que no­so­tros so­mos dis­tin­tos, nos te­ne­mos fe pa­ra ga­nar en cual­quier la­do, mien­tras que ellos van co­mo re­sig­na­dos ca­da vez que sa­len de vi­si­tan­tes. Por al­go el jugador ar­gen­ti­no es bus­ca­do en to­dos la­dos. Su men­ta­li­dad es di­fe­ren­te a las de­más: es muy ga­na­dor, pa­ra na­da con­for­mis­ta. Por más que ha­ya jun­ta­do buen di­ne­ro, quie­re se­guir ga­nan­do por la glo­ria.  

86 ¿Quién era el rey de Se­vi­lla: vos o Das­saev? Los dos an­du­vi­mos bien y lle­ga­mos ca­si jun­tos a la ciu­dad, uno pa­ra ca­da equi­po. El ve­nía de ha­cer gran Mun­dial en Es­pa­ña y yo pa­sé tres años muy lin­dos. El ru­so era un mons­truo, tal vez el me­jor des­pués del Pa­to Fi­llol, el más gran­de que vi en mi vi­da.

87 ¿Qué te di­ce el 7 de julio de 1987? La fa­mo­sa le­sión en el de­do. Muy do­lo­ro­so ese día, aun­que a los dos me­ses es­ta­ba ju­gan­do otra vez. Ha­cien­do un ejer­ci­cio de re­cu­pe­ra­ción con el pro­fe Bo­ni­ni, se me en­gan­chó el ani­llo en el tra­ve­sa­ño y tu­ve lo que se lla­ma “des­guan­te del de­do”. Se me sa­lió la piel. Al prin­ci­pio me sen­tí un bo­lu­do, pe­ro cuan­do fui al hos­pi­tal me en­te­ré de que le pa­sa a mu­cha gen­te, ge­ne­ral­men­te cuan­do se ba­ja del co­lec­ti­vo y se en­gan­cha en el pasamanos. Lo mío tu­vo re­per­cu­sión por­que era un ti­po co­no­ci­do. Es­ta le­sión, com­pa­rán­do­la con la frac­tu­ra en el Mun­dial, no fue na­da. Me ope­ra­ron y per­dí un pe­da­ci­to del de­do, pe­ro ja­más me afec­tó pa­ra ata­jar.

88 ¿Qué vir­tud prin­ci­pal de­be te­ner el téc­ni­co de la Se­lec­ción? Sa­ber ele­gir al plan­tel y ha­cer­se en­ten­der rá­pi­do, por­que le to­ca ele­gir ju­ga­do­res que des­pués no va a te­ner tiem­po de en­tre­nar.

89 Un mo­men­to de tu ca­rre­ra. To­do 1986. Con Rug­ge­ri y el Ne­gro En­ri­que ga­na­mos los cua­tro tí­tu­los, ré­cord en FI­FA: el cam­peo­na­to lo­cal, la Li­ber­ta­do­res y la In­ter­con­ti­nen­tal con Ri­ver, más el Mun­dial con la Se­lec­ción.

90 Se­gún Gat­ti, to­dos los ar­que­ros ac­tua­les dan pe­na. De­ja­lo al Lo­co, se tie­ne que man­te­ner ha­blan­do.

91 ¿Qué de­be ha­cer una Se­lec­ción el mes an­te­rior al Mun­dial? To­do el fút­bol de­be pa­rar dos me­ses an­tes. Nun­ca va­mos a ver un gran Mun­dial si no cam­bian los ca­len­da­rios. Ca­da año hay más par­ti­dos, se des­gas­ta más a los ju­ga­do­res. En el 2002 la ma­yo­ría de las fi­gu­ras es­ta­ban le­sio­na­das. Te­nés que pa­rar, no hay vuel­ta. En el 86 no­so­tros pa­ra­mos mu­cho an­tes, y eso que ha­bía me­nos par­ti­dos que aho­ra.

92 Fe­nó­me­no, pe­ro la rea­li­dad es otra. ¿Qué de­be­ría ha­cer Ar­gen­ti­na an­tes de Ale­ma­nia 2006? Tra­tar de po­ner de la me­jor for­ma a los ju­ga­do­res, al­go que no pa­sa só­lo por lo fí­si­co, si­no tam­bién por lo men­tal. El ju­ga­dor lle­ga sa­tu­ra­do de tan­tos via­jes, par­ti­dos y pre­sio­nes. La FI­FA de­be­ría con­tem­plar­lo.

Imagen Pumpido dirigió en Argentina, Paraguay, México y Arabia Saudita.
Pumpido dirigió en Argentina, Paraguay, México y Arabia Saudita.

93 ¿Por eso fra­ca­sa­mos en el Mun­dial pa­sa­do? Se­gu­ro. La for­ma tác­ti­ca de Biel­sa me gus­ta­ba, pe­ro pa­ra de­sa­rro­llar­la ne­ce­si­tás una ex­ce­len­te con­di­ción fí­si­ca, los ju­ga­do­res tie­nen que es­tar fres­cos. Pe­ro lle­ga­ron con 70 par­ti­dos so­bre el lo­mo.

94 ¿Qué te pa­re­ce Pe­ker­man? Lo veo bien, se­gu­ro, tran­qui­lo. Ar­gen­ti­na siem­pre es­tá en pri­me­ra fi­la, tie­ne ju­ga­do­res de so­bra. ¿Cuán­tos pue­den dar­se el lu­jo de ar­mar un equi­po pa­ra ju­gar con Bo­li­via y otro pa­ra Co­lom­bia? Pe­ker­man tu­vo la in­te­li­gen­cia pa­ra apro­ve­char­lo.

95 ¿Se te fue la bron­ca por el sub­cam­peo­na­to con Ti­gres de Mon­te­rrey? Fui­mos el me­jor equi­po, pe­ro no lo co­ro­na­mos en la fi­nal con To­lu­ca. En México se juegan dos cam­peo­na­tos en uno: una fa­se re­gu­lar y una fa­se fi­nal. La pri­me­ra eta­pa la ga­na­mos por ro­bo, pe­ro tro­pe­za­mos en el úl­ti­mo ma­no a ma­no. Al menos que­dó una gran ima­gen. Fui el se­gun­do téc­ni­co re­cién lle­ga­do que pro­ta­go­ni­zó la fi­nal, des­pués de Eduardo So­la­ri.

96 ¿Al­gu­na vez te aga­rras­te a trom­pa­das con un com­pa­ñe­ro? Ja­más. Dis­cu­tí y me re­pu­teé, pe­ro nun­ca una pi­ña. Con Brown y Rug­ge­ri nos de­cía­mos de to­do aden­tro de la can­cha, pa­ra or­de­nar­nos. Co­sas del par­ti­do.

97 ¿Có­mo re­sol­ve­rías un con­flic­to in­ter­no co­mo el de Ame­li y Tuz­zio? Es un te­ma di­fí­cil pa­ra cual­quier téc­ni­co. Lo im­por­tan­te es pre­ser­var el gru­po.

98 ¿A Gri­guol le hi­cie­ron la ca­ma en Ri­ver? Nooo... Ti­mo­teo es un gran téc­ni­co, una per­so­na de bien. No se le die­ron los re­sul­ta­dos por­que en­tró mal. De­cían que ve­nía a po­ner ma­no du­ra y na­da que ver. Al prin­ci­pio nos cos­tó en­gan­char la on­da, pe­ro el plan­tel es­tu­vo cer­ca su­yo en to­do mo­men­to.

99 ¿Hay lis­tas ne­gras en la pro­fe­sión de en­tre­na­dor? No creo.

100 ¿Qué im­por­ta más pa­ra te­ner tra­ba­jo co­mo DT: un ape­lli­do con cha­pa, ha­cer lobby? To­do, to­do. El lobby es muy im­por­tan­te. Co­noz­co va­rios que se han pa­sa­do ho­ras ha­cien­do lobby, que han con­su­mi­do li­tros de ca­fé, que han gas­ta­do for­tu­na en lla­ma­dos te­le­fó­ni­cos... Pa­ra al­gu­nos di­ri­gen­tes, eso va­le más que otras ca­pa­ci­da­des. Así se han pe­ga­do la ca­be­za con­tra la pa­red, tam­bién...

 

Por Diego Borinsky y Elias Perugino 

Fotos: Archivo El Gráfico

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