Las Entrevistas de El Gráfico

“Todavía estoy buscando mi camino”

El Colorado fue jugador y hoy es muchas cosas: técnico, manager, periodista, dueño de un club... Pero por encima de esas facetas sigue emergiendo el personaje frontal y directo que atesoró mil vivencias en Argentinos, Boca, Racing y la Selección. Un tipo que encara la vida con ambición y voracidad.

Por Diego Borinsky ·

05 de noviembre de 2008


 


Reportaje publicado en El Gráfico, edición octubre de 2004


1 ¿Qué sos: técnico, dirigente, manager, intermediario, ex jugador, periodista? Soy de todo, no me avergüenza nada de lo que he sido ni de lo que soy, todo lo he intentado hacer con responsabilidad. La realidad es que tengo 36 años y todavía estoy buscando mi camino, porque todavía no sé cuál es.
2 Arrancaste muy joven… Debuté en La Pampa, a los 14 años. Vine a jugar a Buenos Aires con edad de Quinta y debuté en Primera División. A fines de año fui a la Selección juvenil, después a los Juegos Panamericanos. Dejé el fútbol a los 31, a los 32 ya era técnico… Por eso hice tantas cosas: casi todo me pasó antes de lo que me tenía que pasar.
3 ¿Cómo fue tu infancia? Muy linda hasta los 8 años, cuando murió mi papá. Yo iba al campo a trabajar, jugaba a los autitos en el cordón de la vereda, como cualquiera. Pero después de su muerte se me empezó a complicar todo. Tuve que madurar de golpe, aunque tuve una madre extraordinaria que me educó, pero con libertad.
4 Una anécdota de tu infancia. El día que mi papá me ofreció trabajo en el campo. “Bueno –le contesté–, pero me tenés que pagar”. Yo tendría 7 años. Entonces, él me dijo “bueno, te voy a pagar”. Y arreglamos un sueldo, de unos 50 mil pesos de antes. Cuando llegó el día de cobrar, me dio sólo 30 mil. “Esto no es lo que arreglamos”, protesté. ¿Sabés qué me contestó? “Tu mamá te descontó 20 mil de casa y comida”. Yo a los 7 años aprendía el valor de las cosas. Tenía razón mi viejo.
5 ¿Cómo eras en el colegio? Antes de que muriera mi papá era Jaimito, el típico colorado atorrante, el hincha huevos que nunca estaba quieto.
6 ¿Es verdad que de chico trabajaste en la quiniela clandestina? Sí. Me pasaban por teléfono los números, y sacaba los porcentajes. Me decían “sacame el 20%”, y yo les decía cuánto le tocaba a cada tipo. Tenía 14 años, pero para los números andaba bien. También vendí billetes de lotería, di clases de educación física y hasta vendí huevos…
7 ¿Tu viejo quería que fueras futbolista? Mi papá era fanático de Independiente y del Chivo Pavoni. Yo quería jugar en Independiente, aunque era hincha de Boca. Estuve cerca de ir al Rojo, por mi viejo y por mi tío abuelo. Y mirá las cosas de la vida: terminé jugando en Racing.
8 Y casi jugás en River… Di una prueba muy buena y quedé, pero las cosas no estaban bien organizadas. Adolfo Pedernera se me acercó y me explicó que sólo podían darme media pensión, pero yo no tenía los recursos y me tuve que volver. Después fui a Argentinos y ahí me quedé.
9 ¿Pekerman te tomó la primera prueba en Argentinos? Sí. Jugué 20 minutos y me sacó. Yo estaba recaliente, me había hecho un montón de kilómetros, había viajado como dos días para estar ahí. Yo le decía a los gritos “no, no, estoy bien, puedo seguir”. Me acuerdo patente sus palabras: “No hay en el fútbol argentino un jugador que anticipe como vos”. Me dieron casa y comida. Pekerman fue un maestro, un amigo… Es un tipo bárbaro.
10 ¿Te seguís viendo con él? No, porque estamos lejos, pero hay gente que yo quiero mucho, más allá de verlos o de llamarlos.
11 ¿Cómo fueron tus primeros días en Buenos Aires? A la semana ya era el dueño de la pensión y manejaba todo, les llevaba las cuentas a los dirigentes para que las pagaran, me fijaba que no tuviéramos problemas… Era un sinvergüenza.
12 ¿Cuándo te diste cuenta de que ibas a vivir del fútbol? Siempre lo supe. Yo me volví de mi viaje de egresados dos días antes porque tenía que jugar un partido. Por eso te digo: a mí el fútbol me dio todo, pero yo le di todo. A mí el fútbol no me regaló nada, todo me lo cobró, y lo pagué con gusto.
13 ¿Cómo es un día normal en tu vida? Me levanto a las 8. Tengo reuniones de periodismo, por mi club, por el Osasuna, del que soy colaborador, y me voy a la radio, donde hago los comentarios. No me gusta perder el tiempo durmiendo. Me levanto, abro la ventana y pienso que es un día hermoso para hacer cosas.
14 ¿Estudiaste periodismo o locución? No, pero doy notas desde que tengo 14 años, así que estoy un poco acostumbrado al micrófono. A veces me como las eses, tengo que mejorar algunas cositas de pronunciación, pero lo voy a hacer.
15 ¿Qué sentiste al ser Mac Allister y jugar en Deportivo Mac Allister? Me ayudó mucho porque soy muy frío en todas mis determinaciones. Jugar en el club me llevó a entender por qué mi hermano –que trabaja en el club– me da respuestas pasionales a todas las preguntas.
16 ¿Qué tipo de club es Deportivo Mac Allister? Es un club de La Pampa, saneado económicamente, que hace todo al revés de lo que hacen los clubes del interior: tenemos el 80 por ciento del presupuesto asignado a divisiones inferiores y el 20 a la Primera. ¿Por qué? Porque el del interior es un fútbol sin retorno.
17 ¿Qué sentís cuando repasan la trayectoria de un jugador como Cángele y aparece en la fichita “Deportivo Mac Allister”? Nos da orgullo haberlo encontrado en un pueblo del interior, entrenarlo, prepararlo, enseñarle conceptos futbolísticos: cómo meter una diagonal, cómo burlar una defensa, cómo jugar contra el offside. Y, después, conceptos técnicos que nosotros trabajamos muchísimo.
18 ¿Quién es el mejor jugador del fútbol argentino? Creo que Mascherano y Tevez son los dos jugadores diferentes que nos quedan.
19 ¿Y del mundo? Me encanta Zidane, creo que es distinto a todos. También Fernando Torres.
20 ¿Qué opinás del ciclo de Bielsa? Rescato su seriedad y su profesionalismo. Era él, más allá de su entorno, y le resbalaban las críticas. No me gustaba que fuera tan inaccesible. Intenté hablar un par de veces con él, pero fue imposible. Si no me quiso atender, él sabrá por qué.

21 ¿Te sorprendió su renuncia? Nunca pensé que podría tomar esa decisión. Creo que está relacionada a su forma de encarar la profesión. El vive el trabajo a full y al límite, todo el día.
22 ¿Por qué creés que se cansó? Creo que se hartó de la presión. Debe haber tenido mucho que ver los días que pasó lejos de sus seres queridos y la mala relación que tuvo con parte de la prensa.
23 ¿Qué tipo de técnico sos? Muy trabajador, aunque reconozco que cometí un error: en Argentinos, teniendo el equipo, miré hacia adelante. Me preocupé en armar una base de jugadores de inferiores para trabajar en el futuro, pero en el fútbol argentino si hacés eso te echan a la mierda.
24 ¿Por qué no dirigís actualmente? Tuve ofrecimientos de la B, pero me gustaría trabajar en inferiores, en un club que tenga presupuesto, porque yo tengo un montón de ideas para armar cosas.
25 ¿Está bien que silben a un jugador que no rinde? Una cosa es putear y otra, silbar. La gente, cuando va al teatro y una obra es mala, no les empieza a gritar a los actores: “Che, hijo de puta, para qué laburás, dejá de robar la plata, tu mujer está con otro”.
26 Hubo un partido histórico, en el que te silbaron todo el tiempo… 0-0 con Ferro, en la Bombonera. Después de ese partido, Tabárez me dijo: “Le quiero decir que en el próximo partido a usted toda la cancha lo va a putear. Elija si quiere jugar, porque lo necesito para la otra fecha. Quizás es mejor que no esté y que todo se calme”. “Mire, Maestro –le contesté–, para mí en la vida hay una sola manera de resolver los problemas: enfrentándolos. ¿De qué me va a servir que me esconda? Deje que juegue y que cambie la historia, para que empiecen a aplaudir”. Y fue así.
27 ¿Alguna vez te dieron ganas de cagar a trompadas a un periodista? Yo siempre supe cuál era el juego. Sí, por ahí me dieron ganas, pero por algo que dijo de mí, algo personal.
28 Una vez, un jugador de Chaco For Ever te eludió, y vos, desde el piso, le tiraste con una bolsita de agua para frenarlo. ¿De dónde salió esa estrategia? Siempre pensé que en el fútbol todos los recursos valen; después, que decida el árbitro. El de esa jugada era Pedro Massacessi. Me acuerdo de que yo estaba tomando agua y cuando me pasó, le tiré con la bolsita, la pelota se le movió y la perdió. Me gané una amarilla.
29 El gol que más gritaste en tu vida. Creo que el que le hice a Atlético Mineiro cuando ganamos una Copa para jugar contra el Real Madrid. Después, viajamos a España y también le hice un gol al Real, pero el otro lo grité mucho más.
30 Te pido algunas definiciones: Alfio Basile. Serio y frontal, como a mí me gusta.
31 Marcelo Bielsa. Obsesivo y muy generoso.
32 Julio Grondona. El Jefe. Una persona muy capaz, muy inteligente.
33 Maradona. Un genio. El Genio, perdón.
34 ¿Cómo te llevás con las computadoras? Bien, tengo dos. Las uso para trabajar, no para entretenerme.
35 ¿Cómo sos como papá? Compinche. Me gusta jugar con mis hijos. Ahora aprendí a disfrutarlos y a estar con ellos. Han pasado todo el verano conmigo, y eso me ayudó a ser mejor papá.
36 ¿Hubieses jugado en River? No, no podría haber jugado ahí, aunque respeto mucho a la gente de River. Yo a Astrada lo quiero mucho, pero, quizás, él ni sabe que yo lo quiero. Respeto su carrera, sus ganas, cómo dio siempre la vida por su camiseta. Eso es valorable.
37 ¿Alguna vez fuiste al psicólogo? Hay cosas en mi vida que yo sé de dónde vienen y sé que lo que debo hacer es enfrentarlas.
38 ¿Eras de amargarte mucho después de perder un partido importante? Al principio, cuando perdía no le hablaba ni a mi esposa, pero después aprendí a tomármelo con soda.
39 Tu mejor partido. Como dijo una vez Chiche Soñora: fueron tantos (risas). No sé mi mejor, pero sí mis partidos más importantes: los dos contra Australia, con la Selección, en el repechaje para el Mundial de Estados Unidos.
40 ¿Y el peor? Esos sí que fueron tantos… Todo el mundo jode con el clásico que perdimos 2-0 en La Boca, en el que Ortega jugó muy bien. Yo a él lo enfrenté varias veces, pero me bailó una sola vez.

41 ¿Ese baile te costó el Mundial? Sí, y fue una gran injusticia. Pero el deporte es así, no guardo rencores. Creo que Ortega es uno de los mejores futbolistas del fútbol argentino. También creo que jugué muchos clásicos y que gané casi todos.
42 ¿No lo hablaste con Basile? No, ¿para qué? No había necesidad. Es muy simple: hay que mirar para adelante, y hay que mirar para atrás en lo que a uno le sirve, para aprender.
43 ¿Cómo eras de hincha? Yo dejé de ser hincha cuando era muy chico, no lo pude disfrutar. A los 14 años ya tenía que preocuparme por el fútbol, pero desde adentro de la cancha.
44 Contame una anécdota en una concentración. El día que llegó Tchami a Boca. Estábamos en Mar del Plata, y apareció Heller diciendo que no había traductor. Como el negro hablaba francés, yo me postulé, porque había estudiado unos años en el colegio. Tchami arrancó y no paró de hablar como por quince minutos, yo no entendía un carajo lo que estaba diciendo. Cuando paró, empecé: “Dice que está muy contento de estar en la Argentina, en un equipo tan grande como Boca…” y arranqué con una telenovela terrible. Terminé de hacer la traducción, y todos me aplaudieron, yo no sabía dónde meterme. ¿Resultado de la historia? Me lo pusieron en la habitación, y me tuve que comer el noticiero francés, todos los días, a las 8.
45 ¿Lloraste alguna vez por el fútbol? Sí, lloré cuando me enteré de que no iba al Mundial. Yo merecía ir. Creo que me avisó mi ex esposa. Me dijo que había llamado Basile como tres veces y que me quería avisar que no iba a ir. Yo ya lo presentía.
46 ¿Cuál fue la broma más pesada que hiciste? Giunta y Márcico me cargaban diciéndome que tenía los brazos cortos. Me habían vuelto loco. Un día, estábamos comiendo, me levanté y lo encaré a Blas. Yo estaba muy resfriado, lo miré y le tiré todos los mocos adentro del plato. “Ahora decí lo que quieras, la concha de tu madre”, le dije. A partir de ese día se acabaron las bromas, y nos hicimos muy amigos.
47 ¿Los periodistas deportivos saben de fútbol? Normalmente, saben mucho menos que los jugadores, pero lo expresan mejor. Saben un 90 por ciento menos y lo expresan un 90 por ciento mejor. Hay muy pocos periodistas con los que podés hablar de táctica o de estrategias. Pero es difícil expresar el fútbol, ser sintético y no dar vueltas.
48 ¿Te gusta la cumbia villera? No. Estar diciendo groserías e incitando a cosas que están mal no me parece nada bueno.
49 ¿Cómo vivís el tema de la inseguridad? Tomo recaudos como todos, trato de cuidarme. Lo que pasa es que no soy una persona de fortuna, tengo que trabajar para vivir. Me da mucha tristeza lo que está pasando.
50 ¿Qué es lo peor que te pueden hacer? Prefiero que me digan la verdad y no que me mientan.
51 ¿En qué deporte sos malo malo? En el golf, no puedo levantar la pelotita. Juego al vóley y al básquet, pero el golf me parece muy aburrido. Estar pelotudeando, caminando para meter una pelotita en el agujerito…
52 El último libro que leíste. Me gusta un autor al que no le quedan libros nuevos para mí; los leí todos: Sydney Sheldon. Ahora estoy leyendo el libro de Macaya, para saber de fútbol y para empezar a entender a mis compañeros.
53 ¿Qué opinás de la política? Que acá estamos igual que siempre y no encontramos una salida de fondo. La política en la Argentina se parece a los clubes de fútbol: emparchan, pero todo sigue igual. Ahora empezamos a pagar la época de Menem.
54 ¿A quién votaste en las últimas elecciones? No voté, no tenía documentos. Por suerte…
55 ¿Dónde conociste a tu mujer. En una fiesta de 15. Obviamente, ella estaba adentro, y yo miraba desde afuera. Entré al cumpleaños, y con el tiempo empezamos a hablar. Pero empezamos a salir recién varios años después. Era un amor platónico.
56 La cancha más difícil en la que jugaste. No hay cancha difícil ni fácil. Cuando entraba a una cancha con 50 mil personas y tenía 49 mil en contra, pensaba “¿qué me van a hacer estos tipos a mí? Los mato a los 49 mil”. Y cuando los tenía a favor, me decía a mí mismo: “Uyy, entre estos 49 mil y yo, a los otros mil los matamos”.
57 ¿Te jodieron mucho después de salir en bolas en la tele, después del partido contra Australia? Las viejas me decían: “Qué bien que jugaste el otro día en la Selección, Colo. Pero lo mejor estuvo después”. Yo siempre aclaro: que no se hagan ilusiones, el zoom de la cámara estaba puesto.
58 Tenías un estilo muy particular para marcar, que hoy casi no se ve. Era la manera de poner la pierna izquierda. El jugador tiene un segundo de desconcentración y pierde de vista la pelota. Ahí yo metía la pierna izquierda y, cuando enganchaban para afuera, ya la tenía lista para sacársela.
59 Te gusta ver videos, estar en los detalles… Mejor no compararte con Bilardo, ¿no? Nooo. Yo no voy a despertar a un futbolista a las 3 de la mañana para decirle cómo quiero que juegue. El Narigón es un personaje. Yo creo que el tiempo puso las cosas en su lugar. Lo de él en Boca fue un fracaso.
60 ¿Cómo puede ser que te haya colgado, con la filosofía de juego que él tiene? No sé. Yo me tendría que haber sentado a ver cómo pasaba el cadáver de Bilardo. Pero ésa no es mi forma de ser.

61 ¿Podrías contar la charla de mingitorios con Maradona, antes de que llegara Bilardo a Boca? Estábamos meando, y Diego había dicho que si venía Bilardo, se iba. Entonces, le dije: “Dejalo que venga, Diego, qué te hace, si a vos no te va a joder”. Yo quería trabajar con Bilardo, quería ver cómo era laburar con él, porque tenía orientaciones bilardistas, entre comillas. Lo gracioso es que terminé convenciendo a Diego para que dejara venir al Narigón, y el otro terminó echándome a mí.
62 ¿Bilardo es tan rígido como parece? No, al revés. Creo que en muchas cosas es muy permisivo.
63 ¿Por qué creés que, al final, caíste tan bien en la gente de Boca? Por mi estilo. Siempre me decían “vos naciste para jugar en Boca”. La gente no es boluda, se daba cuenta de que yo me mataba por la camiseta.
64 ¿Qué fue lo que más te sorprendió de la primera vez que pisaste la Bombonera? Te voy a decir lo que me sorprendió cuando jugué mi primer clásico: cómo se movía el piso. ¡El piso! Y cuando fui hace poco a comentar para la radio me llamó la atención otra cosa: ¡también se movía la cabina! Es impresionante. La Bombonera es única.
65 ¿Los códigos del fútbol siguen existiendo? Para algunos sí y para otros, no. Pero hay códigos que son un mamarracho. Si te enterás de que un compañero fue para atrás y no lo denunciás… Eso no es código. Eso es corrupción.
66 ¿Hay que penar la incentivación? Tendría que estar transparentada. Si hay incentivación, es porque los dirigentes están metidos. Y si están metidos, tienen que salir a decirlo.
67 ¿Por qué te retiraste tan joven? Se me juntó toda mi vida a los 31 años, no aguanté más. Había luchado por cosas importantes y no quería que cualquier idiota de atrás de un alambrado me gritara “fracasado”.
68 ¿Te molestaba que Marcelo Araujo te llamara “Corky”? Sí, mucho. ¿Pero qué iba a hacer? Podía ir y recontracagarlo a trompadas, pero ni una cosa ni la otra estaban bien.
69 ¿Tréllez tenía miedo de jugar en Boca? Yo no pondría nombres propios, porque no puedo decir si él tenía miedo, pero sí, hubo jugadores que llegaron a Boca para ser figuras y fueron un desastre.
70 Vos jugaste con Vivas. ¿Creías que podía llegar a jugar donde jugó? No me sorprendió porque poseía grandes condiciones técnicas y físicas. A veces se le salta la chaveta, se calienta y te pega una patada voladora en la cabeza. Pero él tiene muy buenas condiciones: es rápido, cabecea muy bien y le pega bárbaro.
71 ¿Te arrepentís de haber agarrado a Belgrano en la situación en que estaba? No, porque tampoco me iban a ofrecer el Milan... Sí me arrepiento de haber agarrado a Argentinos tan rápido.
72 ¿Por qué te fuiste mal de Argentinos? Tan mal no me fui. El día que renuncié había 300 personas en la puerta de la cancha, y me querían sacar con la policía. Miré al jefe del operativo y le dije: “No, señor, yo me voy a ir de acá caminando y sólo”. Empecé a caminar y la gente se daba cuenta de que no tenía miedo. Terminaron cantándome “¡Colorado, Colorado!”
73 ¿Como jugador fuiste mediocre? Sí, pero lo compensé con otras cosas. Un jugador que es el más lento de todos los planteles de los que participó, como yo, tenía que ser inteligente para anticipar la jugada. Un jugador que está durante varios años entre los más petisos del fútbol argentino, como yo, tenía que trabajar mucho para cabecear bien.
74 ¿Hoy se puede jugar sólo con eso? Siempre se pudo y siempre se va a poder. Cuanto más inteligentes sean los jugadores, mejores van a ser.
75 ¿Alguna vez tiraste un caño en tu vida? Sí, se lo tiré a Traverso, yo jugando para Argentinos y él, para Boca. Le tiré un caño, pisado, espectacular, y a la noche lo llamé por teléfono (risas). Fue él único que tiré en mi carrera.
76 ¿Y qué te dijo él? “Hijo de puta, ¿en tu vida tiraste un caño y me lo venís a tirar a mí?”
77 ¿El grupo de Boca fue el más jodido que integraste? Sí. Como grupo fracasó, si no hubiésemos salido campeones diez años seguidos. El trabajo en equipo es muy bueno, pero tiene un solo defecto: es la gran oportunidad de echarle la culpa al otro. Eramos un equipazo: Navarro Montoya; Vivas, Gamboa, Fabbri y yo; Kily, Verón, Carrizo; Maradona; Tchami y Caniggia...
78 ¿Qué pasaba en el plantel de Boca del año anterior? ¿Existían los halcones y las palomas? Existía una falta de madurez muy importante que generó que termináramos como unos pelotudos. Ahí fuimos todos culpables.
79 ¿Por qué nunca jugaste en el exterior? Tuve tres oportunidades: el Espanyol, de Barcelona, Las Palmas y un club de Bélgica, pero hubo varias cosas que se manejaron mal durante mi carrera.
80 ¿Cómo era tu relación con El Abuelo? Hablé tres veces: el día que llegué a Boca, él me llamó y me dijo: “Hola, nene. Vos vas a ser ídolo en el club, vas a ser un referente. Pero en Boca te tenés que romper el culo”. Después hablé cuando Bilardo me había borrado. “Si vos querés, te podés quedar. Hay gente en Boca que me debe favores, así que hago un llamado y te quedás”, me dijo. Pero no me pareció bien y decidí irme. Y una vez me llamó desde Devoto, cuando yo estaba en Racing, para felicitarme y decirme que yo era uno de los pocos que había mantenido los valores.

81 ¿Alguna vez te apuraron barrabravas para pedirte entradas o recriminarte algo? En Belgrano, durante la primera práctica, entraron a la cancha como veinte barras, todos unos tanques de 120 kilos. Se me sentaron al costado y me dijeron que querían que me fuera bien, que me iban a apoyar, pero nunca me apuraron. Mi estilo no daba para que me apretaran mal.
82 ¿Castrilli alguna vez te agradeció por salvarle la vida después del partido contra Vélez, en el 96? No, nunca. Ese día la gente estaba loca, había roto el alambrado. Yo me acerqué y un barra me dijo “vamos a entrar”. Yo les pedía que “pase lo que pase, no entren, esto va a ser una catástrofe”. Después Castrilli me echó. “¿Estás contento? Te sacamos a la gente, mirá el baile que nos estamos comiendo ahora”, le dije. Y me expulsó. Ese día perdimos 5-1.
83 Después lo tuviste de compañero en Camino a la Gloria, el programa de fútbol, en la tele. En la intimidad es un tipo bárbaro. Después, con las cámaras, se pone tan serio que no me gusta.
84 ¿Cuál es la mujer más linda del país? Me gusta la morocha ésta, que era modelo… Carolina Peleritti. Es muy interesante.
85 Hace unos años dijiste que el fútbol argentino era una mentira. ¿Cambiaron las cosas o ahora es peor? Acá todo es “te pago la semana que viene”, salvo algunos clubes. Independiente trajo cuatro jugadores que le significan un millón y medio de dólares. ¿Sabés las cosas que podés hacer con esa guita? Es un desastre.
86 ¿Es verdad que durante una época vivías de lo que te pagaban en el programa El Equipo de Primera, porque en Racing no cobrabas un peso? No, mentira, muchos dijeron eso. Yo en Racing gané plata. Lo del programa lo hacía para divertirme.
87 ¿Cómo formaría tu Selección ideal? Abbondanzieri; Zanetti, Ayala, Samuel o Heinze, Sorin; Lucho González, Mascherano (capitán), Kily; Tevez; el Chelito Delgado y Figueroa.
88 ¿A quién ves como el Mac Allister actual? Aunque no ocupa mi posición, Olave tiene cosas mías: juega como esté. Es un gran profesional.
89 ¿Qué relación tenés con tus orígenes? Ninguna, pero me encantaría conocer Irlanda. Algún día voy a ir.
90 ¿Qué enseñanzas te dejó el fútbol? Aprendí a trabajar en equipo, a saber lo que es la vida sana, a no pensar que lo sé todo. Eso es fundamental: si no aprendo, retrocedo, porque todos los demás avanzan.
91 El peor vicio del futbolista actual. Que no le guste el fútbol. Ahora varios juegan por plata.
92 ¿En qué invertiste el dinero que ganaste en tu carrera? En departamentos, no tengo efectivo. Lo digo por si me raptan: que me pidan la escritura.
93 La charla técnica que más recordás. Una que les di a mis jugadores de Argentinos, en el Monumental. Les dije: “Millones de argentinos quisieran poder vivir este momento. Ustedes lo pueden hacer: jugar en la cancha de River, con miles de personas, salir en todos los medios y ser héroes aunque sea por un día”. Ese día empatamos 2-2.
94 ¿Quién era más “bicho”: Manteca Martínez o el Beto Márcico? Ninguno de los dos. Pero si alguno hubiese sido jodido no lo diría, por respeto a ellos. No soy de esa clase de personas.
95 El jugador más amarrete que conociste. Unos cuantos… A Huguito Guerra no le sacabas un peso aunque lo operaras. Carlitos Moya era tremendo también. Pero son buena gente, eh…
96 ¿Y el más desprendido? Maradona. Se estaba por ir de Boca y llamó a Verón, Giunta, Kily y a mí. “Muchachos, quiero dejarles un recuerdo”, dijo y nos dio una bolsita a cada uno. Era un Rolex de oro. Me acuerdo de que a la media hora vino el Kily. “¡Colo, Colo, 5400 dólares vale el reloj!”. Ya había ido a averiguar el precio a una joyería, el hijo de puta. Ese Kily es tremendo.
97 El mejor DT argentino del momento. Alfaro, Bielsa y Bianchi, sin orden.
98 ¿Cuál fue la mejor época de tu carrera? Mi paso por Boca fue muy bueno. Jugué al lado de los mejores del momento y llegué a la Selección.
99 ¿Sos de mirar mucho fútbol en tu casa? Sí, estoy obligado a hacerlo. Me encanta, podría pasarme todo un día viendo fútbol, si es que todavía no lo hice…
100 ¿Qué sueño te quedó por cumplir? Muchas veces me preguntaron eso. Mi respuesta es siempre la misma: nunca me quedo con lo que me quedó sin cumplir, siempre me quedo con lo que conseguí y que muchos no pudieron ¿Sabés todo lo que logré, teniendo muchísimo menos que otros?
Nunca bajé los brazos. Y eso fue fundamental