DIEGO SCHWARTZMAN, CAMPEÓN EN CASA: SE CONSAGRÓ EN EL ARGENTINA OPEN

LA TERCERA fue la vencida para Diego Schwartzman en uno de los grandes anhelos de su carrera: este domingo se consagró campeón del Argentina Open tras imponerse 6-1 y 6-2 en la final ante Francisco Cerúndolo y logró su primer título en el país, el cuarto de su carrera en el circuito y el primero de un jugador local en el torneo de Buenos Aires desde 2008, cuando se había consagrado David Nalbandian. "Tengo una emoción muy grande, estoy muy feliz, es el torneo que venía a ver de chico y es impresionante ganar acá", expresó instantes después de sentenciar el triunfo en una hora y 20 de partido, aunque también tuvo un momento de conmoción: "Es duro, la semana pasada perdí en Córdoba y para muchos era la peor persona del país, y hoy estoy feliz; es muy difícil ser campeón, juego 20 torneos por año y sólo gané cuatro, no siento alivio sino una gran felicidad".

Después de dos finales perdidas en territorio nacional, en Buenos Aires 2019 -cayó 6-1 y 6-2 ante Marco Cecchinato- y en Córdoba 2020 -cedió 2-6, 6-2 y 6-0 contra Cristian Garin-, el Peque pudo hacer valer su condición de máximo favorito, número nueve del mundo y líder de la región: de principo a fin dictó los tiempos del partido y extendió el gran nivel de tenis que había empezado a exhibir en los dos últimos partidos, ante Jaume Munar en cuartos y frente a Miomir Kecmanovic en las semifinales. Más allá de un arranque dubitativo ante el eslovaco Lukas Klein, el despliegue de su tenis casi no ofreció fisuras hasta consagrarse sin ceder sets en los cuarto compromisos. "Disfruto mucho jugar acá, no fue una mochila perder los partidos que perdí en casa, es una motivación; lamentablemente por la pandemia no está el estado lleno pero estoy muy contento", dijo.

El revés suele ser el termómetro del juego de Schwartzman y en la tarde del domingo, en un Court Central Guillermo Vilas al diez por ciento de su capacidad -hubo alrededor de 500 espectadores-, el partido comenzó como se esperaba: un duelo de estilos cuyo inicio decantaría, salvo algún que otro destello, el resto del desarrollo. Apenas dos chances de quiebre tuvo Cerúndolo en el primer set: una en el 1-3 y otra en el 1-5, pero Schwartzman no le permitió meterse jamás a discutir mano a mano y lo cerró 6-1.

 

 

Recién en el segundo parcial, en pleno dominio, Schwartzman mostró algunos agujeros cuando sirvió 3-1 en el segundo y Cerúndolo se encontró con un rápido 0-40 en el que pudo concretar su primer quiebre. Al momento de servir 2-3 para seguir a tiro, sin embargo, no pudo contener las variables que manejó el Peque con su revés profundo y, sobre todo, angulado. Apenas un atisbo de reacción para el pistolero Cerúndolo, quien salió a jugar de entrada sin especular, en su propia ley, pero no tuvo demasiado que hacer ante la solidez del número nueve del mundo.

Para Schwartzman se trata de su cuarto título en el máximo circuito, en un total de once finales disputadas: antes había ganado en Estambul 2016, Río 2018 y Los Cabos 2019. Rompió, también, una racha negativa de cuatro derrotas al hilo en las últimas cuatro finales: Viena en 2019 y Córdoba, Roma y Colonia en 2020. Para el tenis argentino en general, la confirmación contínua de la condición de potencia internacional más allá del contexto económico y global.

En el circuito masculino Argentina totaliza 225 trofeos de singles a nivel ATP y permanece en el quinto lugar entre los países con más campeones: se ubica detrás de Suecia (276), Australia (281), España (415) y Estados Unidos (1041); y por encima de potencias del calibre de Francia (170), Alemania (154), Suiza (145), Rusia (121) o Gran Bretaña (99). Además el Peque es el quinto argentino que consigue ganar el torneo de Buenos Aires desde que volviera a ser un evento de nivel ATP en 2001: antes lo conquistaron Guillermo Coria (2004), Gastón Gaudio (2005), Juan Mónaco (2007) y David Nalbandian (2008).

 

 

Para el mayor de los Cerúndolo, de 22 años, finalizó una semana soñada más allá de la caída en la definición: luego de la sorpresiva consagración de su hermano menor Juan Manuel Cerúndolo en el Córdoba Open, se las ingenió para disparar bombas desde cada parcela de la cancha y hacer su propio camino en el mítico Buenos Aires Lawn Tennis Club. Así superó los tres partidos de la clasificación, se aseguró su lugar en el cuadro principal del ATP de Santiago la semana próxima como special exempt, ascendió 25 puestos en el ranking -del 137° al 112°- y quedó prácticamente clasificado para el main draw de Roland Garros, lo que sería su primera participación en un torneo de Grand Slam.

El sentimiento es de una victoria: "Diego es top 10 y juega contra los mejores del circuito. No erra una pelota y sabés que todos los puntos los tenés que ganar vos, te achica los espacios y te mete mucha presión. Podés decir que es muy petiso pero es muy difícil atacarle el saque, siempre lo ubica bien y juega muy rápido. El partido de hoy es una buena vara para medir mi nivel. Fue mi primer partido contra un top 10 y mi primera final de ATP". Con Córdoba y Buenos Aires culminan, sin dudas, dos semanas brillantes para el tenis argentino.