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El tío Ayrton

El magnetismo Senna sigue vigente, lo que se refleja en el feedback con el público que impulsa como novedad la Fórmula E: Bruno ha sido el más votado para que su auto reciba potencia extra. La idolatría por ese legendario apellido permanece intacta a pesar de las dos décadas que ya llevamos sin él.

Por Redacción EG ·

04 de marzo de 2015
Imagen Bruno Senna y su auto eléctrico: una de las atracciones de la flamante Fórmula E, abanderada de la ecología y del automovilismo que se viene.
Bruno Senna y su auto eléctrico: una de las atracciones de la flamante Fórmula E, abanderada de la ecología y del automovilismo que se viene.
La visita de la Fórmula E por Buenos Aires el 10 de enero último, en su temporada inaugural, dejó, más allá de sus aspectos técnicos y deportivos que dan mucho para analizar, con su consigna ecológica en autos eléctricos a los que habrá que acostumbrarse, la posibilidad de ver en acción a tres herederos de ilustres campeones de la Fórmula 1, como Bruno Senna, Nicolas Prost y Nelson Piquet Jr. Tres apellidos con un peso específico tremendo, que el simple hecho de recordar lo que significaron en la historia del automovilismo deportivo produce un cosquilleo y una emoción porque los que los vieron saben a ciencia cierta de su eximio talento y quienes por su juventud no disfrutaron de sus hazañas en aquellos tiempos, igual conocen de lo que eran capaces gracias al vasto material disponible en Internet.

Con una fisonomía que algunos la encuentran parecida al gran Ayrton, un sonriente y amable Bruno se muestra abierto al diálogo, mientras todo aquel que lo identifica en la calurosa tarde de Puerto Madero, ya concluida la carrera de Fórmula E, se acerca a pedirle autógrafos y fotos.

 

-¿En tu primera vez en Buenos Aires pudiste dimensionar la idolatría que se tiene aquí por Ayrton?

-Varias veces me lo habían mencionado, pero es distinto que lo pueda palpar uno mismo. De la Argentina sólo conocía Bariloche y llamativamente nunca me había tocado venir a correr a este país. Como piloto, prácticamente había dado la vuelta al mundo, participando de competencias en lugares lejanos y exóticos y jamás me había tocado venir aquí. Tenía muchas ganas de hacerlo, porque siempre tuve muy buena relación con los argentinos que conocí en el automovilismo y siempre me maravilló la amistad que había entablado Ayrton con Fangio.

-Ellos supieron vencer las barreras de la rivalidad deportiva que existe entre ambos países.

-Exacto, Ayrton y Fangio están más allá de las rivalidades deportivas entre brasileños y argentinos. Ellos lograron trascender en las pistas y siempre cultivaron una increíble amistad. Además, fueron capaces como pilotos y como personas de ganarse el cariño de la gente. A toda la familia Senna nos emociona mucho saber que en la Argentina a Ayrton lo siguen teniendo por ídolo. Y así como lo quieren a él aquí, Fangio también es muy querido y valorado en Brasil.

-¿Viste muchas grabaciones del talento que ellos tenían en pista?

-Sí y cada vez que las vuelvo a ver me impactan nuevamente. De Ayrton me encantan ver sus clasificaciones, no se puede creer la naturalidad con la que resolvía todo y su ir siempre al límite era extraordinario. Si bien vivieron en automovilismos tan diferentes, se advertía que ambos nunca se resignaban a no ganar. Jamás bajaban los brazos y su meta era la victoria. Muchas veces soñé con ver a Ayrton corriendo en un circuito, porque yo tenía sólo 10 años cuando él falleció (curvón de Tamburello, el 1º de mayo de 1994 en el GP de San Marino) y la mayor parte de su campaña la seguí por televisión.    

Imagen El moderno auto de Bruno, uno de los pilares de esta gran movida en pos de una mejor calidad de vida.
El moderno auto de Bruno, uno de los pilares de esta gran movida en pos de una mejor calidad de vida.
-Tag Heuer, que te cuenta como embajador, tuvo la interesante idea de reunirte justamente con el sobrino de Fangio, Juan Manuelito…

-Sí, me encantó haberlo conocido y aprender cosas sobre Fangio y el automovilismo argentino. Los dos hablamos del orgullo que significa llevar semejantes apellidos. Claro que genera presiones y expectativas, pero la experiencia me ayudó a lidiar con eso y hoy lo considero como algo más positivo que negativo. Las presiones van y vienen, pero el orgullo de llevar este apellido siempre estará dentro de mi corazón.       

-Ahora tenés 31 años, pero alguna vez cuando vos eras pequeño, Ayrton supo comentar en una conferencia de prensa que tenía un sobrino súper veloz…

-Sí, me han contado mucho esa anécdota. Y era porque de pequeño solía correr en karting con él en un circuito de la familia. El tema fue que después de lo que le sucedió, durante mucho tiempo la familia se alejó de todo aquello relacionado con la velocidad o las carreras. Nos llevó mucho tiempo superar su pérdida. Y si bien algunas veces yo tuve ganas de correr, se me hacía difícil plantearlo, porque veía lo que había sufrido sobre todo mi madre (Viviane), que era la hermana mayor de Ayrton.

-¿Por eso llegaste al roce internacional ya de grande?

-Y podríamos decir que sí, porque a los 19 o 20 años otros pilotos ya llevan varios años compitiendo en forma internacional y yo recién a esa edad prácticamente arrancaba mi campaña.

-De todas maneras, tu ascenso fue muy rápido.

-Sí, se fueron dando las cosas para que progresara rápido y llegara a lo máximo que aspira un piloto, que es la Fórmula Uno. Tal vez hoy, con más experiencia, le sacaría un mejor provecho, pero se dio así. De la Fórmula BMW en 2004 pasé a la Fórmula 3 Británica en 2005 y ya en mi segundo año, terminé tercero en la clasificación general. En el 2007 me integré a la GP2 Series y en mi segunda temporada terminé subcampeón. En 2009, después de una serie de test, podría haber llegado a la F1 con Honda, pero justo fue cuando la escudería cambió a Brawn GP y tuve que esperar un año más. Se hablaba de Toro Rosso como una posibilidad, pero finalmente ingresé a través del Hispania, precisamente con el indio Karun Chandhok como compañero, con quien ahora comparto en la Fórmula E la estructura del Mahindra Racing, que es de Mumbai (India), y que se sumó en 2011 al deporte motor en Moto3. Actualmente este equipo cuenta con Carlin como preparador y desarrollador de sus autos.

Imagen El maravilloso Ayrton jugándose al límite para convertirse en uno de los mejores pilotos de todos los tiempos.
El maravilloso Ayrton jugándose al límite para convertirse en uno de los mejores pilotos de todos los tiempos.
-Aquella experiencia en la F1 en 2010 me imagino que no te trae gratos recuerdos…

-Desde ya que no fue buena en cuanto a resultados, pero me permitió ingresar dentro del gran circo. Y tal vez si no tenía esa experiencia, al año siguiente no me hubiesen convocado de Lotus Renault, primero como tercer piloto y después en reemplazo de Nick Heidfeld. Y en el 2012 llegó la oportunidad de Williams, que aproveché todo lo que pude y conseguí mis mejores resultados.

-Y en el 2013 surgió lo del Campeonato de Resistencia.

-Al quedar sin equipo en la Fórmula Uno, surgió lo de Aston Martin en el Mundial de Resistencia y con dos victorias y dos segundos puestos contribuí para que se consiguiera el segundo puesto en el campeonato de marcas. También competí en las 12 Horas de Sebring, las 24 Horas de Spa y la Carrera del Millón del Stock Car Brasil.

-¿Qué fue lo que te sedujo cuando te convocaron a la Fórmula E?       

-Me llamó mucho la atención la idea de formar parte del automovilismo del futuro. ¿Por qué comprar un auto a gasolina si podés comprar uno eléctrico? Y la Fórmula E busca precisamente eso, crear conciencia a futuro. Creo que puede ser la base para increíbles autos de calle que contribuyan con el medio ambiente.

-¿Por el momento están limitados por las baterías?

-Sí, pero esto recién comienza. En este deporte siempre hay espacio para el desarrollo tecnológico y seguramente le irán encontrando soluciones a la autonomía de las baterías. Estos autos han demostrado que pueden ser rápidos y ágiles, así que sólo se necesita el correcto desarrollo para amalgamar las mejoras que hacen falta.

-Y con respecto a la crítica que se les hace por ser silenciosos…

-Los fanáticos del deporte motor están muy acostumbrados al ruido, pero es difícil complacer a todos. Es cierto que a veces no es el auto, sino el sonido el que da la sensación de velocidad al espectador, sin embargo en otros deportes han sumado otros elementos para crear el ambiente, como cuando en la NBA acompañan con música el ataque o la defensa de un equipo. Habrá que pasar por muchos experimentos hasta llegar a la receta final.  

-¿Cuál es la mayor diferencia que encontrás con la Fórmula 1?

-Salvando las distancias de que una recién comienza y la otra tiene una larga historia, la Fórmula E se presenta más equilibrada. No por nada hubo 4 ganadores diferentes en las primeras 4 carreras. La Fórmula Uno últimamente tiene eso, aparece un equipo que prevalece y olvídate, se corta solo. Venía pasando con Red Bull y ahora el paso lo marca Mercedes. Ojalá el show de la E crezca y se convierta en una competencia fuerte, con posibilidades de sobrepasos y divertida. Los circuitos callejeros suelen aportar un marco llamativo, y correr en ellos demuestra que esta Fórmula no afecta en nada al ambiente con su combustión y ruidos. Estoy convencido de que la gente se va a identificar, para bien de todos, con esta propuesta ecológica.

-En esta posibilidad única que tienen los fanáticos de votar, en la Fórmula E, en el Fan Boost, que otorga 5 segundos en los que se puede imprimir energía extra al auto, fuiste hasta el momento el más elegido.

-Sí, me pone muy contento que el público me apoye de esa manera y demuestra que el llamarse Senna significa un incomparable plus. Muchos espectadores de distintas edades se me acercaron para que les firmara una foto o una remera de Ayrton. Es muy  emocionante.      

 

Así pasó Bruno por Buenos Aires, con un 5º puesto, que sumado al 6º logrado en Punta del Este, le permite escalar posiciones y ver con mayor optimismo lo que resta del campeonato. Comió varios asados (“Ese era otro de mis objetivos en el viaje”, dijo pícaramente) e hizo una breve parada en São Paulo, donde nació y se convirtió en hincha del Corinthians, antes de regresar a su residencia en Mónaco. A todos lados donde va, lo reciben a cuerpo de rey, porque la leyenda de su tío Ayrton continúa siendo tan admirada como el tamaño de sus hazañas.

 

En Mónaco será local

Cuando el 9 de mayo próximo la Fórmula E brinde su show de baterías en Monte Carlo, Bruno será local no sólo porque reside allí, sino también porque su tío Ayrton escribió en esas pintorescas calles un fantástico récord de 6 victorias y 8 podios, con carreras para todos los gustos, bajo la lluvia o a puro sol, destrabando con suma pericia el cerrado trazado monegasco. Como tributo, Bruno supo en 2008 conquistar un triunfo en la GP2 Series, por ello la cita de la Fórmula E en el Principado tendrá un sabor muy especial. Y en medio del glamour que siempre se despliega en el sorprendente Mónaco, los herederos Bruno Senna, Nicolas Prost y Nelson Piquet saldrán a pista a desafiar los límites como tantas otras veces lo hicieron sus encumbrados ascendientes. ¡Una invitación de lujo del automovilismo del futuro!

Por Walter Napoli

 Nota publicada en la edición de enero de 2015 de El Gráfico