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¿LA ERA DE CARRIZO?
El arquero de la Lazio tuvo que entrar por la lesión del Pato Abbondanzieri y va a atajar contra Perú. Hay coincidencia total: se lo considera el arquero del futuro. ¿Llegó al arco de la Selección y no lo larga más?
Por Redacción EG ·
09 de septiembre de 2008
En el momento en que Carrizo se paró del banco y se le acercó Fillol, mientras Abbondanzieri aún se retorcía en el piso tras el gol de Paraguay, la sensación fue unánime. "Comienza la era de Carrizo". Después de algunas de sus intervenciones, más se afincó esa primera impresión. Daría la impresión de que Juan Pablo llegó al arco de la Selección para quedarse.
"Ratificó que es el arquero del futuro", dijo La Nación. "Carrizo, una gambeta, una atajada, y el arco de Argentina es todo suyo", tituló desde Roma La Gazzetta dello Sport.
"¿Se viene una nueva etapa?", también se preguntó Clarín. "¿No es hora de que la red celeste y blanca cambie de dueño? Hoy es tiempo de Carrizo, quien parece mejor aspectado para Sudáfrica. Y no sólo porque tiene once años menos que el Pato. ¿La única mancha? Volvió a cancherear en la puerta del área", cerró el comentario.
El Pato Abbondanzieri hoy tibiamente reconoció en Olé que "si otro funciona mejor, yo no tengo drama..." Y apuntó: "Esto es claro, si el Coco no me ve bien físicamente o en cuanto a mi rendimiento, no me va a poner. No es ningún tonto. No voy a jugar porque me conoce o confía en mí. Llegué a la Selección a los 32 años y no paré de jugar. Me cuesta salir. Pero si al arco argentino le va mejor con Juan o con Oscar (Ustari), está perfecto. Con esta camiseta deben jugar los mejores", cerró. Hasta él se la ve venir.
Personalidad avasallante y tranquilidad a veces pasmosa, Carrizo se pasó aplaudiendo los errores de sus compañeros en ese primer tiempo cercano del desastre, hizo la famosa pisadita contra Haedo tras un incómodo pase atrás de Heinze, descolgó centros y se mostró atento a la hora de descolgar centros. Luego del partido prefirió no hacer declaraciones. Es así Carrizo. Una vez le dijo a El Gráfico: "El puesto de arquero siempre es para los locos o para los boludos. Y yo, boludo, no soy".
La era del Pato Abbondanzieri también empezó en un partido contra Paraguay. El Pato tenía por entonces 32 años. Carrizo apenas tiene 24, lleva 3 partidos en la Selección, no le convirtieron goles y parece tener un silo lleno de confianza acumulada. ¿Llegó para quedarse?
Martín Mazur
"Ratificó que es el arquero del futuro", dijo La Nación. "Carrizo, una gambeta, una atajada, y el arco de Argentina es todo suyo", tituló desde Roma La Gazzetta dello Sport.
"¿Se viene una nueva etapa?", también se preguntó Clarín. "¿No es hora de que la red celeste y blanca cambie de dueño? Hoy es tiempo de Carrizo, quien parece mejor aspectado para Sudáfrica. Y no sólo porque tiene once años menos que el Pato. ¿La única mancha? Volvió a cancherear en la puerta del área", cerró el comentario.
El Pato Abbondanzieri hoy tibiamente reconoció en Olé que "si otro funciona mejor, yo no tengo drama..." Y apuntó: "Esto es claro, si el Coco no me ve bien físicamente o en cuanto a mi rendimiento, no me va a poner. No es ningún tonto. No voy a jugar porque me conoce o confía en mí. Llegué a la Selección a los 32 años y no paré de jugar. Me cuesta salir. Pero si al arco argentino le va mejor con Juan o con Oscar (Ustari), está perfecto. Con esta camiseta deben jugar los mejores", cerró. Hasta él se la ve venir.
Personalidad avasallante y tranquilidad a veces pasmosa, Carrizo se pasó aplaudiendo los errores de sus compañeros en ese primer tiempo cercano del desastre, hizo la famosa pisadita contra Haedo tras un incómodo pase atrás de Heinze, descolgó centros y se mostró atento a la hora de descolgar centros. Luego del partido prefirió no hacer declaraciones. Es así Carrizo. Una vez le dijo a El Gráfico: "El puesto de arquero siempre es para los locos o para los boludos. Y yo, boludo, no soy".
La era del Pato Abbondanzieri también empezó en un partido contra Paraguay. El Pato tenía por entonces 32 años. Carrizo apenas tiene 24, lleva 3 partidos en la Selección, no le convirtieron goles y parece tener un silo lleno de confianza acumulada. ¿Llegó para quedarse?
Martín Mazur
