El campeón del Mundo al que el Papa Francisco le dio el sacramento de la confirmación
La historia que protagonizó uno de los jugadores de la Selección Argentina campeona en Qatar.
EL PAPA FRANCISCO falleció este lunes en las primeras horas de la mañana romana y la noticia consternó al mundo, inclusive al microclima futbolero que lo tenía entre sus miembros habida cuenta de su amor por San Lorenzo.
Precisamente en ese club tuvo lugar una historia muy particular con un protagonista que con los años se convertiría en campeón del mundo: Ángel Correa. En 2009, cuando el delantero militaba en las inferiores del Ciclón, el por entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Mario Bergoglio, se acercó a la pensión del club y le administró el sacramento de la confirmación junto con otros compañeros.
"Yo tenía 14 años, vivía en la pensión, estaba encerrado ahí todo el día, y vinieron a preguntarme a mí y a los demás chicos si queríamos confirmarnos, y aproveché la posibilidad. Al tiempo me enteré de que el tipo que me había confirmado era el Papa; no lo podía creer", expresó mucho después el actual delantero de Atlético de Madrid.
Más adelante otra circunstancia volvió a unir los caminos de Francisco y Angelito. Cuando el futbolista superó una afección cardíaca que puso en duda su continuidad en el fútbol y retomó la actividad para consagrarse campeón sudamericano con la Selección Argentina Sub-20, el Sumo Pontífice lo invitó a una audiencia privada en el Vaticano para expresarle su reconocimiento por su historia de devoción y superación.
Es que Correa, al tener que ser operado por la detección de un tumor benigno en un ventrículo, le había hecho un pedido y una promesa de agradecimiento a la Virgen del Rosario de San Nicolás con el fin de recuperarse.
Después del feliz desenlace con título incluido, el jugador viajó al popular santuario y expresó su felicidad. "Soy muy creyente y le fui a agradecer a la Virgen porque sigo con vida", afirmó, además de dejar una camiseta Albiceleste como ofrenda y recibir una Biblia y un rosario bendecidos a modo de obsequio.
Respecto de aquella invitación papal, Correa no dudó un instante en aceptar: "Ya di las gracias en San Nicolás, ahora me toca hacerlo en el Vaticano", expresó.
