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La era de la madurez

A pesar de la edad, Juan Verón y Matías Almeyda son referentes en Estudiantes y River, respectivamente. Pegar la vuelta -de Europa o del retiro- y ponerse los cortos, marca tendencia. Y sino, pregúntele a Edgard Davids.

Por Redacción EG ·

26 de agosto de 2010
Imagen NACIDO EN AZUL, Almeyda pasó por Parma, Inter, Lazio y Brescia, entre otros.
NACIDO EN AZUL, Almeyda pasó por Parma, Inter, Lazio y Brescia, entre otros.
Las marcas de guerra evidencian el paso de los años. Sus producciones contrastan con el número que reclama el Documento Nacional de Identidad. Sus conceptos perduran inalterables. Sus físicos están entrados en años pero responden, y con creces…

A sus 35 años y con tanto piberío por domar, Juan Sebastián Verón marca el tempo de Estudiantes. Luego de su exitoso andar en Europa, la Bruja llegó al Pincha en 2006 y no defraudó: se consagró campeón local ese mismo año, ganó la Libertadores en 2009 y resultó constante animador con su equipo en todas las competiciones que afrontó. “Hoy pienso más. Antes, el físico me daba y quería llevarme todo por delante. La característica de juego es la misma aunque por ahí tengo otra visión del partido, me lo imagino antes. No sé si soy más completo. Por ahí mejoré el jugador que soy. La edad no la siento, aunque me gustaría tener cinco o seis años menos. Físicamente estoy bien, no me pesa el entrenamiento. Eso tiene un plus positivo”, resaltó. Su contrato vence el 30 de junio de 2011. Y su vigencia, perdura intacta.

“Ya me había retirado hacía tres años, pero estaba atravesando un momento de tristeza, de depresión profunda. Y a una de mis nenas no la veían bien en el colegio. Entonces, la psicopedagoga le pidió que haga un test (consistía en dibujar a cada integrante de la familia). Y a mí me pintó como un león cansado, sin pelo ni dientes... Y eso me hizo un click. Evidentemente, estaba transmitiendo cosas negativas y tenía que cambiar. River me volvió a hacer sentir feliz”, remarcó Matías Almeyda.

Luego de abandonar la actividad, el cinco Millonario recaló primero en el Showbol y luego en el Súper 8, torneo para veteranos. El cuero le daba para más, no la estaba pasando bien afuera, Néstor Gorosito -por entonces entrenador- lo llamó y decidió volver. Firmó un contrato por productividad. Hoy es la brújula del equipo de Ángel Cappa.

Hay más casos. El holandés Edgar Davids, de 37 años, selló su vínculo con el Crystal Palace. Tras su retiro hace dos temporadas, se desempeñará en la segunda división de la Liga Inglesa. “Simplemente quería disfrutar del fútbol y mostrar lo que puedo hacer”, se sinceró el ex Juventus y Milan, entre otros. Su último partido profesional había sido en 2008 con la camiseta del Ajax. El holandés cobrará en función de lo que juegue. Y fuera de los límites del balompié, los ejemplos siguen brotando. Michael Schumacher -heptacampeón en Fórmula 1- arregló para competir, luego de tres años fuera de las pistas, con Mercedes GP.

Historias que sumadas recuentan más de un siglo de vida, reabren el debate. Ellos se sobrepusieron a la dinámica del juego y se destacan. Almeyda y Verón, cada uno a su manera, siguen ensanchando la teoría del trabajo y el compromiso. Davids, lo tendrá que demostrar. Calidad, le sobra.   

En tiempos vertiginosos, los viejitos le sacan viruta a la experiencia. En la recta final de sus carreras, esbozan lucidez y se mofan del qué dirán…

Mauro Gurevich