La Scaloneta buscará volar alto en una ciudad que se hunde
Yakarta, donde Argentina jugará el lunes ante Indonesia, afronta un crecimiento descontrolado sin sistema de apoyo ambiental. Su futuro es desaparecer bajo las aguas a un ritmo de 25 centímetros por año.
Por Adrián Wowczuk ·
16 de junio de 2023
LA SELECCIÓN ARGENTINA realizará su segundo partido amistoso de la gira asiática en la cuarta ciudad más poblada del planeta, con más de 10 millones de habitantes.
Más allá del furor que genera la presencia de La Scaloneta, la realidad marca que, literalmente, la tierra de la capital de Indonesia se hunde 25 centímetros cada año. La causa principal es la falta de un suministro público de agua adecuado, que ha conducido a una sobreexplotación masiva de las aguas subterráneas.
En Yakarta llueve un promedio de 300 días al año y está atravesada por 13 ríos. El desarrollo a escala extrema ha hecho que la mayor parte de la superficie esté pavimentada y que los acuíferos no puedan reponerse. Se trata de una megaciudad construida sobre un delta y el agua proveniente de las precipitaciones y los ríos causa inundaciones de gran magnitud porque la tierra no llega absorberla y no desemboca en el mar.
La mano del hombre ha tenido mucho que ver con el desastre: el delta estaba bordeado de espesos manglares que servían de amortiguador contra las mareas de tormenta. Pero la mayoría fueron talados hace tiempo para favorecer la construcción.
Más allá de las soluciones que puedan implementarse, como un gigantesco dique en forma de pájaro para proteger a la metrópolis, limpieza de vías fluviales y concientización ciudadana para que no se arroje basura a los cauces de agua, existen planes de traslado del centro administrativo, económico y cultural a una nueva capital en Borneo.
El resumen, en pocas palabras, sería: crecimiento sin control sin un sistema de apoyo ambiental.
En 2007 y a pesar del muro costero de contención levantado en 2002, se produjeron las peores inundaciones de la historia moderna de Yakarta. Impulsadas por una tormenta procedente del mar de Java y las lluvias torrenciales, el crecimiento de las aguas se cobraron 80 vidas y causaron daños por valor de cientos de millones de euros. En enero de 2020, otro fenómeno similar provocó 66 muertes.
El Gobierno provincial de Yakarta está ampliando el muro costero que ya protege algunas partes de la costa norte. Cuando esté terminado, cerca de 2030, se extenderá a lo largo de 46 kilómetros. Pero como la costa se hunde por debajo, el muro es sólo una solución temporal.
El suelo aluvial del delta se compacta de forma natural con el paso del tiempo, haciendo que la superficie del terreno se hunda a menos que se reponga continuamente con nuevos sedimentos procedentes de los ríos desbordados. Los canales tienden a impedirlo.
En el poco tiempo que permanezca en Yakarta, que ocupa el puesto 12 en número de rascacielos en una urbe, el plantel argentino no llegará a dimensionar este drama que azota a su masiva población y que, más temprano que tarde, la llevará hacia un callejón sin salida. Pero el magnetismo y carisma del equipo campeón del mundo, aún sin Messi ya de vacaciones, servirá para mitigar la angustia de la gente con dos horas de ensoñación futbolera.
