El paso a paso de Riquelme para echar a Gago de Boca
Cómo se tomó la decisión y de qué modo transcurrieron las últimas horas de un proceso que ya tenía sentencia tras la desilusión con Alianza Lima.
FERNANDO GAGO dejó de ser el entrenador de Boca en la mañana del martes pero la decisión estaba tomada desde la noche anterior por el presidente Juan Román Riquelme, quien de todos modos no se lo transmitió cara a cara.
En las últimas horas de lunes se comunicaron los miembros del Consejo de Fútbol con Pintita para avisarle que querían mantener un diálogo con él antes del entrenamiento previsto para las 9.
En no más de 10 o 15 minutos le explicaron las razones de la determinación de prescindir de sus servicios tras la caída del domingo con River en el Monumental, más allá de que el ciclo estuviera acabado desde el preciso momento en que se perdió en la Bombonera por penales con Alianza Lima y ello determinó un año más de ausencia Xeneize en la Copa Libertadores.
Luego de ese breve cónclave, según informó en ESPN el periodista Augusto César, Gago reunió a un grupo de jugadores que ya habían llegado al predio de Ezeiza y que se preparaban para el habitual rito del pesaje. A ellos les comunicó que su trabajo se interrumpía por decisión de la dirigencia y que estaba seguro de que iban a revertir el mal momento.
Pocos minutos después de las 8 Gago abandonó el lugar ya en su condición de ex DT de Boca y los futbolistas aguardaron que le confirmaran las características de una práctica que finalmente arrancó 9.30 y que estuvo comandada de Mariano Herrón.
De todos modos su interinato -el cuarto en la era Riquelme- duraría apenas un partido: el del cierre de la fase regular del Torneo Apertura ante Tigre, ya que la idea es cerrar en esta misma semana al sucesor de Pintita.
Si bien dentro del Consejo de Fútbol quedaba alguna voz de apoyo hacia el ahora ex conductor, la determinación de Riquelme fue inalterable y se basó en fuertes razones como las derrotas clave que sufrió a lo largo de su proceso: semifinal de la Copa Argentina con Vélez después de ir 0-2, ponerse 3-2 y terminar 3-4; los penales con Alianza Lima en la Bombonera que lo sacaron de la Libertadores, la dura caída en Avellaneda contra Racing y la frutilla del amargo postre que significó el revés en Núñez.
A Román tampoco le gustó que diera un volantazo para visitar el Monumental y optara por un planteo muy conservador y de actitud recatada cuando venía enderezando el rumbo y logrando una identidad.
Además, al mandamás boquense le parecieron desafortunadas ciertas declaraciones de Gago después de Alianza Lima y de River. Por lo que todo decantó en la salida del tercer conductor consecutivo que se va de Boca sin lograr títulos, tal como había ocurrido con Jorge Almirón y Diego Martínez.
