AQUÍ NO HA PASADO NADA: PUSINERI SIGUE EN INDEPENDIENTE
La Comisión Directiva le dio al DT el respaldo que no tuvo con los objetivos cumplidos, los resultados y el nivel futbolístico. Llamativa ausencia del manager Jorge Burruchaga en la decisión final.
Por Redacción EG ·
23 de diciembre de 2020
Que tiene que seguir, que define Burruchaga, que le extienden el contrato por lo que queda de la Copa Diego Maradona, que sigue. Todo fue cambiando en Independiente hasta llegar a la decisión de que Pusineri continúe como entrenador en 2021.
El 2020 fue un año tormentoso para Independiente. Comenzó con un éxodo masivo de jugadores, molestos por incumplimiento dirigencial, y con un club sin grandes desafíos en el horizonte.
En ese contexto asumió Pusineri, con dos ciclos en el fútbol de Colombia en su CV y sin grandes pergaminos más que la espalda por ser un hombre de la casa por lo que significó el gol a Boca en el Apertura 2002, última conquista del Rojo a nivel local.
Administrar escasez, sacarle provecho a lo que quedaba y potenciar la promesas del futuro fueron las premisas con las que trató de sentar las bases Pusineri. Al momento de asumir ya sabía que no iba a poder contar con refuerzos, decisión dirigencial que lo convirtió en el único entrenador de la actual gestión que tuvo que padecer la escasez, producto del despilfarro en años anteriores.
En lo futbolístico, el primer golpe no tardó en llegar. Tras un arranque con rivales duros, que incluyeron derrota frente a River (1-2), empate con Boca (0-0) y goleada ilusionante contra Rosario Central (5-0), llegó el clásico ante Racing. El Rojo perdió de manera absurda un partido que tuvo durante un tiempo dos hombres de más. A la apatía de los jugadores para hacer valer la supremacía numérica se le sumó un Pusineri perdido y confundido para realizar los cambios.
La Superliga 2019/20 la terminó en el puesto 14. Es cierto que Pusineri agarró el torneo empezado y dirigió 8 de los 23 partidos. La irrupción de la pandemia alteró los planes organizativos y el reparto de cupos para la clasificación a las copas del año próximo dejó al Rojo sin nada.
Obligado a achicar gastos y a reducir el plantel, en el receso partieron jugadores con ciclo agotado como Martín Campaña, Gastón Silva y Juan Sánchez Miño. También se fue Cecilio Domínguez, de rendimiento muy por debajo de las expectativas para ser el refuerzo más caro en la historia del club. Además se decidió no renovarle el contrato a Leandro Fernández y ceder a préstamo a Braian Romero.
En el medio llegó Jorge Burruchaga como manager, reconociendo públicamente que no había presentado ningún proyecto y que iba a esperar hasta fin de año para evaluar el ciclo Pusineri. Con un presupuesto acotado, el club contrató a Sebastián Sosa, Lucas Rodríguez, Ezequiel Muñoz y Federico Martínez.
En la Copa Diego Maradona cumplió el primer objetivo de avanzar a la siguiente fase, consiguiendo más puntos y resultados que juego. En la Sudamericana despachó al difícil Atlético Tucumán y Fénix. Llegó a estar 13 partidos invicto entre ambas competencias. La racha envalentonó a los dirigentes, que salieron públicamente a respaldar al entrenador y a confirmar su continuidad, tarea para la cual habían contratado meses antes a Burruchaga.
Todo parecía encaminado, hasta que Independiente se enfrentó con la realidad. De un momento a otro al Rojo se le vino abajo el castillo de naipes.
Fueron tres mazazos en una semana, que lo dejaron sin objetivos y con un mar de dudas de cara al futuro.
Primero el 2-3 vs Huracán, por la Copa Diego Maradona, le quitó el invicto y expuso las falencias de un Pusineri que tardó en reaccionar tras estar ganando 2-0 y quedarse con un hombre de menos a poco de empezar el partido.
Luego, la eliminación en la Sudamericana contra Lanús como local, un partido marcado por los errores infantiles de los jugadores más experimentados del plantel y por la fragilidad del equipo para reponerse a la adversidad.
La trilogía del terror se completó el pasado domingo contra Boca, también por la Copa Diego Maradona. Pese a estar ganando 1-0 y contar un con penal a favor, el Rojo terminó perdiendo sobre la hora y quedó casi sin chances.
Con el vencimiento del contrato a la vuelta de la esquina, la dirigencia tomó cartas en el asunto y, después de arduas reuniones, decidió ratificar a Pusineri hasta el 31 de diciembre de 2021. Poco importaron las diferencias personales con Jorge Burruchaga, el manager que se vio condicionado por los dichos de los dirigentes y que no participó en la reunión en la que se definió la continuidad.
Salvo una combinación de resultados casi imposible, por primera vez desde 2015 Independiente no tiene competencias internacionales en 2021, justo el año en el que Hugo Moyano y su clan se juega su futuro. El plan es que todo siga igual. Porque aquí no ha pasado nada.
