BOCA ya puso la cabeza en el duelo de este viernes: el crucial partido ante Bayern Múnich, por la segunda fecha de la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025, en el Hard Rock Stadium, a cien años del primer duelo ante los alemanes y casi 14 de la dolorosa final de la Copa Intercontinental 2001.

En el tiempo aquella definición en Japón, jugada el 27 de noviembre de 2001 y seis meses después del bicampeonato del Xeneize en la Copa Libertadores 2001. al mando del imborrable equipo de Carlos Bianchi, todavía genera sensaciones ardorosas.

Cristian Traverso, uno de los titulares de aquel partido, rememoró las sensaciones mientras veía las acciones destacadas de la definición que consagró a los alemanes tras el triunfo 1-0, con un polémico gol de Samuel Kuffour, concretado luego de una infracción no sancionada a Clemente Rodríguez.

Antes del gol de los alemanes el árbitro danés Kim Milton Nielsen había expulsado a Marcelo Delgado: ya amonestado, el Chelo simuló una caída ante el arquero Oliver Kahn.
 

"Boca se la recontra bancó con Bayern. No me acuerdo de nada, no volví a ver la final nunca más", soltó el jugador que aquel partido lo encontró como mediocampista interior izquierdo, por determinación de Bianchi.

"No sé si llegábamos como contra Real Madrid; habíamos perdido varios jugadores, teníamos menos fútbol, menos brillo, y algunos jugadores recién se habían sumado, como el Flaco Schiavi", recordó Traverso, respecto de las salidas de Jorge Bermúdez y Martín Palermo, entre otros.

"El partido fue feo y nos ganaron por un gol de mierda. Nuestra esperanza era llegar a los penales y que nos salvara Córdoba. Nos faltó poco, no es un lindo recuerdo pero a la distancia tiene un gran valor. Llegamos dos años seguidos a lo más alto", sentenció, en TyC Sports.

La reacción de Cristian Traverso