EMILIANO MARTÍNEZ tiene cada vez más hambre. No importa cuánto haya conquistado la camiseta de la Selección Argentina, el arquero quiere ganarlo todo una vez más.

Dibu viene de consagrarse, por segundo año consecutivo, como el mejor arquero del mundo con el el premio Lev Yashin, entregado en París durante la gala del Balón de Oro 2024.

En su primera aparición pública después de ganar el galardón, el arquero marplatense reveló, con total honestidad, en diálogo con DSports: "¿Si me siento el mejor arquero del mundo? Y... un poco sí, dejame disfrutar".

También contó lo que representa jugar con la camiseta de Argentina: "En la Selección nosotros estamos como en un viaje de egresados. Soy feliz por viajar con mis compañeros; en diez días sé que estamos con la Selección y ya estoy feliz".

Después aclaró que su espacio en la Selección no puede vincularse con el de jugadores de campo, como Lionel Messi y compañeros: "El Dibu es el protector de todo esto; no soy un jugador, sé el rol que tengo en la Selección. Pero no me puedo comparar con otros jugadores; soy importante en el armado del grupo, muchos chicos nos idealizan, pero tengo claro que no va más allá de eso. Con la Selección me motivo mucho por las camisetas de los chicos en la cancha".

Las lágrimas están a la orden del día para Dibu, tan emocional como determinante en la cancha y fuera de ella: "Cuando me pongo a recordar las cosas siento que voy a llorar. El otro día en la gala hablé en inglés porque si hablaba en español iba a emocionarme".

El futuro

"Voy año a año, pero quiero jugar cuatro años más, hasta los 35 o 36. Siento que no llegué a mi techo", reflexionó Dibu Martínez, con la mira puesta en el futuro.

Y agregó: "Sé que mi cuerpo me va a dar hasta los 41 o 42, tranquilamente. Con lo que vengo haciendo en lo físico, con el estiramiento, la vida se alarga. La cabeza me va a dar también, pero cuando me explote la cabeza ya está, je".