Pablo Aimar, profundo: exposición, salud mental, lesiones y el retiro

PABLO AIMAR es de esos protagonistas del mundo del fútbol que cada declaración pública que hace es una invitación a la reflexión. Cultor del perfil bajo, moderado, sensato, el ayudante de Lionel Scaloni en la Selección Argentina es un espejo para todos aquellos que sueñan con ser futbolistas.

En Proyecto 77, un podcast sobre liderazgo de Marcos Peña, Jefe de Gabinete de la Nación entre 2015 y 2019, el ex jugador de River dialogó sobre distintos temas alrededor del fútbol: las presiones, la salud mental, su carrera y mucho más. 

Respecto al nivel de exposición que sufrió de chico como futbolista profesional, Aimar expresó: "Me incomodaba mucho, después con el tiempo empezás a ver que en un país como Argentina, jugar al fútbol, jugar en un equipo que es el más grande, uno de los más grandes y hacerlo bastante bien, es inevitable que después te conozcan. Ahora que dirijo chicos les digo que no adelanten esa exposición. Pero ahora me llevo mucho mejor. Recién entrando a mi casa, pararon unos chicos, nos sacamos una foto. A veces me pongo a charlar con la gente que se acerca porque les pregunto, '¿qué haces con la foto?' Y se me quedan mirando. Se ríen, obviamente, porque uno lo hace también porque lo hace todo el mundo. Yo también he parado a alguien para sacarme una foto. Uno lo hace para mandárselo a algún amigo, porque lo hace todo el mundo. Pero cuando era más chico me llevaba más o menos y ahora bastante mejor.

Sobre las presiones que debe atravesar un futbolista profesional, Aimar indicó: "Entrar a una cancha con 60.000 personas no deja de ser adictivo. Es una sensación que está sólo ahí, no está en otro lado. Es como el cantante de rock, esos rockeros que tienen 70 años, no lo hacen más por otra cosa que no sea sentir esa sensación. Bueno, al futbolista le deja de pasar a determinada edad. Y hay que prepararse también para eso. Es difícil. No creo que haya una receta, pero con respecto a lo de la salud mental, creo que a medida que van pasando los años, no solo el deportista tiene que hablar de esos temas y prepararse, Tampoco todos tenemos los medios para sentarnos a hacer una terapia que nos aliviane un poco esa situación".

Si bien su último partido como profesional fue en Estudiantes de Río Cuarto, el club que lo vio nacer, en 2018, Aimar regresó a River en 2015, con Marcelo Gallardo como entrenador, limitado desde lo físico tras una operación por un sobrehueso en el talón del pie derecho, ese que lo había tenido a mal traer en el último lustro. "Entendí que el cuerpo me estaba diciendo 'hasta acá llegamos'. Tampoco le podía pedir muchos más, unos 70, con suerte 65 kilos, demasiado me dio, entonces le agradecí, nos dimos la mano y así lo viví. Durante la carrera tuve lesiones, como tienen casi todos. Es un deporte de contacto, de impacto, nuestras rodillas, tobillos, cintura, son todas cuestiones que se van desgastando, vas teniendo dolores. Me llevé como se lleva todo el mundo, recuperándote para volver lo antes posible, exigiendo al máximo el físico, pero no fue traumático en mi caso. Y el día que ya vi que no había más que pedirle al cuerpo, tomé la decisión de no seguir. Pero bueno, estaba esa otra situación a la que te enfrentas, que es ¿qué hacemos ahora?".

Aimar fue campeón Mundial juvenil con el seleccionado argentino que conducía José Pekerman en Malasia 1997 y ganó los Sudamericanos Sub 17 en Chile en 1997 y en Argentina 1999, ambos con el combinado albiceleste que dirigía Pekerman. Ganó títulos en River, en España, en Portugal y en Malasia. Semejante carrera provocó el duro vacío del día después: "Me costó un par de años ver que lo que iba a hacer volvía a tener que ver con el fútbol. No era tan real que quería tener tiempo, sino que quería sentirme útil. Ahora estoy en el lugar ideal para entrenar. Han salido bien las cosas tanto en juveniles como mayores. Celebro el día que dije 'bueno ya está, ya está...'".

EL EPISODIO COMPLETO DE PABLO AIMAR EN PROYECTO 77

FOTO DE PORTADA: Matías Baglietto / NurPhoto / NurPhoto via AFP