Challenger

Francisco Comesaña, una pieza de la nueva camada que no para de crecer

Radicado en Córdoba, el marplatense de 21 años atraviesa el mejor momento de su carrera y viene de alcanzar por primera vez los cuartos de final en un torneo de nivel Challenger.

Por Pablo Amalfitano ·

29 de abril de 2022

FRANCISCO COMESAÑA está confiado. Conoce sus cualidades, sabe que tiene con qué crecer, subir, mejorar y superarse. Esta semana lo confirmó con hechos: por primera vez en su carrera alcanzó los cuartos de final en un torneo de categoría Challenger, en el Club Náutico Hacoaj de Tigre, el segundo certamen de la categoría que se juega en la Argentina en lo que va del año.

El logro para el marplatense de 21 años tiene doble mérito porque el torneo de Tigre fue su primera aparición en el circuito en más de dos meses: no jugaba desde la tercera semana de febrero, cuando llegó a las semifinales en el M15 -ex Future de 15 mil dólares en premios- de Punta Cana, donde sufrió una tendinitis en la muñeca.

"Estuve parado más de un mes por una tendinitis en la muñeca. Volví de Punta Cana con dolores, me hice estudios y resultó ser una tendinitis. Hice la rehabilitación; fue muy lento porque cuando volví seguía con dolores, entonces tuve que hacerla más progresiva. Sabía que me había perdido la gira anterior y el objetivo era llegar a estas tres semanas", comentó, en diálogo con El Gráfico, antes de continuar en los Challengers de Salvador de Bahia y Coquimbo.

Camino a cuartos de final Comesaña se impuso en dos partidos de sumo riesgo, sobre todo porque atraviesa una etapa cuyo objetivo es instalarse de manera definitiva en el circuito Challenger. En la primera ronda superó 7-6 (7) y 7-6 (1) al colombiano Cristian Rodríguez (31 años; 423º) y en los octavos de final derrotó 7-6 (5) y 6-4 al argentino nacionalizado italiano Luciano Darderi (20; 282º).

Imagen Francisco Comesaña, en el mejor momento de su carrera. Imagen: Asociación Argentina de Tenis (AAT).
Francisco Comesaña, en el mejor momento de su carrera. Imagen: Asociación Argentina de Tenis (AAT).
 
"Sabía que estar dos meses sin competir me iba a jugar una mala pasada por la falta de ritmo. Llegué acá con muchas ganas de jugar y de reencontrarme con mi juego. Entrar a la cancha, volver a reconocer los momentos del partido; por momentos me costó, por más que haya ganado dos buenos partidos, pero algunas veces se me hizo difícil mantener la intensidad. Me quedo con haber vuelto a jugar para reencontrar mi mejor versión", reflexionó el marplatense, quien se despidiera en los cuartos de final tras perder 6-4 y 6-3 ante el peruano Juan Pablo Varillas (111º y segundo favorito).

Surgido en el Edison Lawn Tenis de Mar del Plata, Comesaña empezó a jugar a los siete años con Horacio Zeballos (padre, director de la academia del club). Mientras conversa con este medio remarca una y otra vez a su padre Agustín, un puntal clave en su crecimiento: "Mi papá nunca me eligió un entrenador, siempre me dejó decidir a mí, pero sí me apoyó en cada camino que yo elegí".

El marplatense, actual 353º del mundo, está en el momento más relevante de su carrera, un presente que tiene base, entre otras aristas, en dos grandes aspectos. En primer lugar la elección de su entrenador Facundo Argüello, un ex 104º, ganador de cuatro Challengers y ex 8º del mundo en juniors. Por otro lado, pertenece a la familia de Torneos Tenis, una división nacida en 2018 que tiene como objetivo convertir a Torneos en un referente del tenis a través de la representación comercial de tenistas profesionales y la organización de torneos de nivel ATP 250 y Challengers, además de exhibiciones y eventos corporativos.

El jugador de 21 años integra el portfolio junto con otros de la talla de Diego Schwartzman, Guido Pella, Horacio Zeballos, Máximo Gonzalez, Federico Coria, Facundo Bagnis, Francisco Cerúndolo, Juan Manuel Cerúndolo, Hugo Dellien, Juan Pablo Ficovich, Nicolás Kicker y Mariano Navone. "Facundo hablaba mucho con Mariano (Ink, manager de Torneos Tenis) y me dijo que me podían dar una mano muy importante. Confié mucho en lo que él cree que es correcto, entonces le dimos para adelante y la verdad es que estoy muy agradecido con Torneos", contó el propio Comesaña.

Argüello, parte de la famosa camada 1992 del tenis argentino -de la que salieron Schwartzman, Kicker, Olivo y Federico Coria, por caso-, resultó ser un puntal clave en el último salto de Comesaña:  "Sentí sus ganas de ayudarme. Hice muchas cosas que él las vivió muy recientemente porque se retiró hace un año. Lo escuché y la verdad es que sabe mirar muy bien el deporte. Sabe mucho y escucharlo me ayudó".

El vínculo Comesaña-Argüello nació en abril de 2021, cuando el marplatense viajó a Córdoba para jugar unos Futures y recibió un ofrecimiento de buena fe por parte del cordobés. "Yo estaba volviendo de otra lesión en la muñeca y decidí ir a Córdoba porque necesitaba competir. Estaba sin entrenarme y mal físicamente pero tenía que volver. Fui solo. La primera semana me lo crucé a Facu en Villa María y me preguntó si necesitaba que me diera una mano. Ya en Córdoba le dije que sí, que me gustaría que me ayudara, y se puso como mi coach. Me ayudó esa semana en Córdoba, me sentí cómodo en la cancha. Entonces mi papá (Agustín) me sugirió: 'Che, ¿por qué no te quedás unas semanas en Córdoba?'. Fueron entrenamientos muy duros pero me sentí muy bien, entonces le dije a mi papá que iba por ese camino. Ahí tomé la decisión de irme a vivir a Córdoba", rememoró Comesaña, que ascendió más de 400 puestos en el ranking en un año desde que comenzara con Argüello.

Los frutos fueron cosechados desde el inicio. Después de aquellas semanas en Córdoba trabajaron duro para llegar a encarar una serie de torneos en Europa y los resultados fueron claros. Comesaña, que viajó solo al Viejo Continente, alcanzó cinco finales en dos meses: dos en Antalya, una en Sofia, otra en Kottingbrunn y otra en Novi Sad. "Me quedé un mes en Córdoba, hicimos una pretemporada, y me fui solo. Esa gira fue la mejor de mi carrera. Llegué a Europa como el 780º y después de una seguidilla de finales quedé 570º", explicó el jugador.

Argüello, que alguna vez durante su carrera llegó a trabajar con Gastón Gaudio, siempre se caracterizó por su faceta autoexigente, una característica que trasladó en el día a día con Comesaña. "Yo sé que tiene un carácter bastante particular. A mí me sirve que estén todo el día atrás mío para hacerme mejorar. Facu las dice con un tono que no es agresivo pero sí lo hace con autoridad. Escucho mucho lo que me dice y confío cien por cien en su visión. Sé que lo que me dice es para mi bien", contó Come.

"Bancatela, es el momento para que te saques los temores", "Mantené el revés firme", "No podés errar la devolución en el segundo saque", son algunas de las frases que suele decir Argüello en pleno desarrollo de los partidos de Comesaña. Después de cada partido, gane o pierda, el cordobés se lleva a su jugador a limpiar los golpes a alguna cancha auxiliar. En Tigre llegó a impactar 90 drives entrada la jornada. La fórmula, al parecer, genera resultados y existe mucho margen para mejorar.

Imagen Francisco Comesaña jugó el mejor Challenger de su vida en Tigre. Imagen: Asociación Argentina de Tenis (AAT).
Francisco Comesaña jugó el mejor Challenger de su vida en Tigre. Imagen: Asociación Argentina de Tenis (AAT).
 

Comesaña generó, además, un salto en la faceta física. El equipo de trabajo, liderado hoy por Argüello, también está integrado por Federico Berruezo, preparador físico del estadounidense Ernestio Escobedo (141º; ex 67º) y del platense Thiago Tirante (199º).

La sentencia, entre presente y futuro, para Comesaña es muy clara: "Estoy en el mejor momento de mi carrera. Estoy jugando cada vez un poco mejor. Estas semanas quiero apuntar a encontrar de nuevo mi juego. La idea que tenemos con Facu es instalarnos de a poco en el circuito Challenger; sé que es mucho más duro que en los Futures, porque los jugadores son más fuertes física y tenísticamente, pero estamos aspirando a futuro a llegar, en algún momento, a las qualies de los Grand Slams (NdR: suelen cerrar cerca del puesto 223º)".

Imagen de portada: Asociación Argentina de Tenis (AAT)