Las Entrevistas de El Gráfico

1935. La canción y el deporte

A pocos días que muriera Carlos Gardel, Félix Frascara entrevista a aquellos cantores y cancionistas de Argentina que los domingos se transforman en espectadores y, durante la semana, en hinchas.

Por Redacción EG ·

19 de febrero de 2020

Hace un tiempo recorrí los principales teatros de la capital, y colándome en los camarines individualicé a una serie de hinchas, fanáticos y de los otros, que hasta entonces aparecían más o menos ignorados en sus aficiones deportivas. En la misma condición de los actores están los cancionistas. Es que el deporte y la canción son viejos amigos, cultivan entre sí un compañerismo que se hace más lógico al advertir que las dos grandes familias viven, exclusivamente, de la popularidad. Y en este caso se explica que la amistad se mantenga y se afirme cada vez más, porque no hay competencia. Los mismos que aplauden a Bernabé Ferreyra pueden ser admiradores de Libertad Lamarque, por ejemplo, así como Azucena Maizani y Roberto Cherro se reparten el afecto de la misma hinchada. Cada vez que tienen oportunidad, los futbolers o los boxeadores descubren su afición por tal o cual intérprete de la canción popular, en tanto que ésta se adhiere a las fiestas del estadio, no sólo con la presencia de sus estrellas en los grandes matches, sino también con los compases de un himno de juventud, tal como lo ha hecho Francisco Lomuto en su vibrante "Marcha del Deporte".

 

Imagen Francisco Lomuto
Francisco Lomuto
 

Como cronista veraz — tal como lo somos todos los de esta casa — debo confesar que los artistas teatrales tienen menos reparos en descubrir sus predilecciones futbolísticas. Me acuerdo que Charmiello, por ejemplo, me recibió al grito de: "¡Viva San Lorenzo de Almagro para todo el mundo!"; que Caplán, apenas le insinué la primera pregunta, sacó a relucir un gran pañuelo con los colores de River Plate, y que Ruggero me pegó un triple hurra a su manera: “¡Il Buca, il Buca, il Buca, ra!..."

Las cancionistas y los cantores, en cambio, son más reservados. Quieren conformar a todos un poco. Pero, naturalmente, siguiéndolos, observándolos, hablándoles, algo se pesca...

Dos de nuestros compositores más populares, grandes amigos entre sí, glosan, en lides futbolísticas, distintos motivos. Son los dos Franciscos del cancionero nuestro: Canaro y Lomuto.

—Yo estoy siempre muy ocupado — me decía el primero de ellos. — No tengo tiempo de ir al fútbol. Me gusta mucho ir a verlo, pero me da lo mismo uno que otro.

Que no tenga tiempo de ir, debe ser cierto; pero que le dé lo mismo... Con permiso: me parece que siempre que ganan los auriazules de Brandsen y Del Crucero la sonrisa del maestro se cubre de satisfacción.

Lomuto está tratando de resolver toda un viejo problema: ¿River o San Lorenzo?

 —Tengo que resolver un pleito visual —  dice, muy preocupado. — Hasta ahora sé si el rojo va mejor con el blanco o con el azul... ¡Nadie me negará que es un espectáculo ver cómo San Lorenzo se va a la carga con todo¡ Pero también hace cosquillas, compañero, un taponazo de Bernabé... Ahora, yo le digo la pura verdad: si un mismo domingo me ofrecen un buen partido de fútbol y un rico asado, me voy a la fiesta campestre.

Entre ellas, tienen los cuadros de fútbol decididas partidarias. Siempre que tienen un domingo libre lo aprovechan para hacerse una escapada a la cancha en que juega su favorito. La máxima, Azucena Maizani, adopta una pose s-bradora cuando pregunta:

 — ¿Qué le parece la banderita esa de las diez estrellas? Cualquier cosa, ¿no? ¿Y estos tres en línea: Benítez, Varallo y Cherro? Al fútbol, como al tango, como a la guitarra, hay que saber arrancarle su expresión más íntima y transmitirla al público; darle delicadeza, emoción y virtuosismo. No me negará usted que son pocos los equipos completos en su "interpretación". Los hay que tienen una delantera espléndida o una buena defensa. Los que son enérgicos, entusiastas vistosos, espectaculares. Pero el conjunto, la armonía absoluta, ¿dónde están? ¡En Boca, desde Yustrich hasta Cusatti!

 

Imagen Azucena Maizani (1935)
Azucena Maizani (1935)
 

Si la oyera María Luisa Notar... La simpática actriz y cancionista ve rojo por todas partes. Yo creo que nació para ser de Independiente.

—Tenemos que ser nosotros los que les demos emoción y colorido a los campeonatos. ¡Siempre ahí, luchando con el primero o perdiendo el título a poquito de terminar por... ¡Mejor no hablar! A River le discutirnos el campeonato hasta el último momento, en 1932, y el año pasado llegamos a un puntito de Boca...

— ¡Lo que habrá sufrido!

—No me haga acordar... Cuando perdimos la final con los millonarios, en el 32, me quedé afónica por una semana. ¡Y este año, en la cancha de San Lorenzo!... Pero no importa... Ríe mejor el que ríe último. Para la historia del fútbol, los rojos hemos dado siempre grandes figuras. Y tenemos de repuesto. ¿Se terminó la línea de Canavery, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi? Ahora tenemos la de Orsi, Sastre, Erico, Pereyra y Zorrilla, que no son cinco, sino seis, porque está Mata, que lo quisiera más de uno.

 

Imagen Maria Luisa Notar
Maria Luisa Notar
 

María Luisa Notar habla siempre así, en primera persona. Perdimos, ganarnos, tenemos... Y con todo derecho. Ella es Independiente, Era el viernes de la semana anterior cuando estaba hablando conmigo.

 — ¿Y pasado mañana? — le pregunté.

—Está bravo... ¡Ah, pero si ganamos!... Me enfermo, seguro, segurito que me enfermo. Lástima que no puedo ir a gritar...

Mercedes Simone, la reina Mercedes, es la mascota de Estudiantes de La Plata. Las malas lenguas decían que una vez había ido ella con un ramo de flores para el capitán de los pinchas y que como éstos habían perdido el match, Mercedes prometió no llevar más flores. Son mentiras,.

 La verdad, la pura verdad, es que la popular cancionista lleva consigo la suerte para Estudiantes. Tan es así que, según lo asegura, nunca lo ha visto perder.

 —Una tarde fui a verlo jugar en La Plata. Cuando llegué recién se había iniciado el segundo tiempo y Estudiantes iba perdiendo uno a cero. Apenas me ubiqué en la tribuna, Zozaya le hizo un pase a Ferreira, el piloto gambeteó a dos contrarios, puso la pelota en los pies de Guaita y el indio marcó uno de esos goals que sólo él hacía. A los cinco minutos hicieron otro y el partido terminó con el triunfo de Estudiantes por tres a uno. Entonces un señor de la comisión se me acercó a darme las gracias; según él, yo le había hecho ganar el partido a los muchachos...

Ahí queda comprobada, pues, la facultad de mascota que tiene Mercedes Simone para los pincharratas

 — ¿Cómo se hizo usted partidaria de Estudiantes?

—Siempre lo fui. Yo soy de La Plata, nací en La Plata. Primero fui "hincha" de un club pobre, el Everton. ¡Lindo cuadro! Después, cuando empecé a actuar, tuve que defenderme con un team de más importancia. Elegí a Estudiantes porque me gustó su juego. ¡Ah, aquella línea de Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita!... Y pensar que todavía podría volver a formarse.

 

Imagen Mercedes Simone
Mercedes Simone
 

No está sola del todo Mercedes Simone en su simpatía por los platenses. Yo sé de uno que lo esconde un poco, pero... ¿No es cierto, Alberto Vila? Se le ve a menudo en el field de River Plate, y con más frecuencia en el Luna Park, pero desde la cancha de los millonarios sigue in mente el partido de Estudiantes.

—Me gusta River Plate — dice, en confianza, — Porque ahora haya pasado una mala racha no lo voy a ocultar. River tiene calidad y coraje. Ya lo vamos a ver al final... Hay figuras como las de Cuello, aunque esté suspendido, Santamaría, el rusito, Lago, Peucelle y Bernabé, ;que son grandes, viejo!

—Pero, ¿lo de Estudiantes?

—Eso se explica porque uno de mis compañeros guitarristas, Baudino, es pincharrata, pero no hincha: ¡rabioso! Lo admiro, sinceramente, porque es fenomenal. Y... tanto andar juntos..., y acompañarnos en canto..., hemos terminado por acompañarnos también en el fútbol. Pero mientras yo terminé por transar algo con Estudiantes, ¡él no quiere saber nada!

 El excelente cantor es también hincha del box. Por ahora no tiene una figura preferida.

 —Falta el ídolo; no hay nada que hacer. Ahora hay buenos boxeadores: Landini, Magnelli, Bilanzone, Invierno, Fernandito... ¡Pero no hay quien haga olvidar al Torito! Por una cuestión personal, casi, tendría que gustarme Bilanzone.

— ¿Cómo personal?

 — ¡Y claro! ¿No ves que todo el mundo le grita: "¡Bila! ¡Bila!..."?

Hay otro Vila, el integrante del conocido dúo Gómez-Vila, que anduvo medio enfermo durante una temporada, hasta hace poco... Ha empezado a mejorar de salud justamente cuando River Plate reaccionó de su seguidilla de derrotas. Coincidencia, ¿no?

 

Imagen Charlo (1924)
Charlo (1924)
 

Charlo, el prestigioso intérprete de la voz delicada, es un entusiasta de los deportes. Le gustan como espectáculo, pero, además, los cultiva. En fútbol no confiesa ninguna predilección. Si la siente, sabe disimularla muy bien. En boxeo, es admirador de Magnelli, y frente a él, en combates a puerta cerrada, más de una vez se ha calzado los guantes. Según lo afirma el propio campeón gallo, Charlo podría haber llegado a ser un pugilista científico.

También calzó los guantes, con más formalidad o, por lo menos, con el propósito de no quitárselos, el cantor Félix Gutiérrez. De aquel tiempo le ha quedado la nariz chata y el andar pesado. Dicen que tenía una buena derecha, pero él descubrió que podía irle mejor con la voz, sin correr tanto riesgo...

Roberto Maida, que anima las canciones interpretadas por la orquesta de Canaro, todavía hoy calza los ñatos y sale al verde para vivir el recuerdo de sus mejores tiempos...

 Ustedes habrán supuesto que la lista de hinchas femeninas se había terminado. ¡Qué esperanza! Les aseguro que son más "ellas" que "ellos". Más y mejor, naturalmente...

Hemos descubierto ya a una admiradora de Boca, una de Independiente y una de Estudiantes. No podían faltar los millonarios. ¡Qué diría Dorita si nos olvidáramos de ella!

 

Imagen Dora Davis
Dora Davis
 

Sí, señores: la N° 1 entre las más acérrimas defensoras de River es la aplaudida calandria, o muñeca o como quieran llamarla. Dorita Davis pone tanto fervor en pronunciar el nombre de River, como en interpretar el más sentimental de los tangos. Eso sí: lo hace con la misma delicadeza, con esa su voz serena y persuasiva.

Otra cosa, naturalmente, es verla en la cancha, cuando los suyos van perdiendo por un goal y están asediando la valla contraria... Entonces, recurre a su más alto registro y se constituye, por si sola, en barra animadora.

— ¿A usted no le parece que hago bien en decir que soy de River? ¿Por qué lo voy a ocultar? Total, es un gusto como otro cualquiera. Pero soy "deportista". Si lo veo perder en buena ley, soy la primera en reconocer que los otros son mejores. En la cancha gritaré un poquito a favor de River, a veces, pero aplaudo las jugadas de los dos. No soy fanática, sino simpatizante, pero me parece mal ir a verlo y quedarse ahí, como si a una no le importara nada. Los muchachos que en el partido juegan con entusiasmo necesitan la ayuda del público, tanto como nosotras necesitamos de los aplausos.

 — ¿Por qué, Dorita, eligió usted a River Plate? — le pregunto.

—Porque es el mejor cuadro del mundo.

Y no se crea que únicamente Dora Davis defiende a los millonarios en el "gremio" de las cancionistas. Junto a ella, más reservada, está la estilista Patrocinio Díaz.

 

Imagen Patrocinio Díaz
Patrocinio Díaz
 

 — ¿Sabe una cosa? — me dice. — River Plate es el cuadro de mis simpatías y nunca lo vi jugar. No voy al fútbol, pero cuando transmiten uno de los partidos de River, esa tarde me quedo en casa. Mate, tortas fritas, ¡y River!

— ¿Cómo la conquistó River Plate? —Apenas le hago la pregunta, me acuerdo de algo. —¡Ah, ya sé, pues! Usted es santiagueña, y de Santiago es Juárez... ¿Acerté?

—Sí, señor. ¡Y santiagueño era el pobrecito Luis Díaz, y de Santiago eran los Luna! ¡Y viva Santiago del Estero!

Amanda Ledesma, la exquisita intérprete del tango, es original en sus sentimientos futbolísticos, Tan original, que no se ha dado cuenta ella misma del conflicto que puede llegar a provocar. ¡Imagínense que reparte su admiración entre River Plate y Boca Juniors! ¿Es posible conciliar semejante contradicción? Podría ser, al mismo tiempo, partidaria de dos teams, pero que resultaran compatibles. Amanda, en cambio, se ha internado, valientemente, en la zona de más peligro: ¡River, y Boca!

 

Imagen Amanda Ledesma
Amanda Ledesma
 

 — ¿Pero cómo puede ser eso?

—Muy sencillo — me contesta. —Hay tres jugadores a quienes admiro: Bernabé Ferreyra, Roberto Cherro y Benítez Cáceres. Estén donde estén, me agrada el juego de ellos. ¿ Qué culpa tengo de que unos actúen en Boca y el otro en River?

Entre sus mejores recuerdos, en este aspecto deportivo - cancionero, Amanda Ledesma ostenta el de haber cantado, en honor de Justo Suárez, el tango de Clauso "Muñeco al suelo".

—Lo canté en el Nuevo, en presencia de él, cuando estaba en su apogeo, y el Torito, muy gentil, me envió un obsequio.

¿Le gusta el boxeo, también?

—Me gustaría si no se hicieran tanto daño...

 

Imagen Mercedes Simone, Carlos Gardel, Azucena Maizani, Libertad Lamarque y Dorita Davis. (1933)
Mercedes Simone, Carlos Gardel, Azucena Maizani, Libertad Lamarque y Dorita Davis. (1933)
 

El deporte y la canción están unidos por  la misma corriente de popularidad que sostiene a los ídolos del estadio y del escenario. Son muchos más los nombres de cantores y cancionistas que los domingos se transforman en espectadores y, durante la semana, en hinchas. Terminemos estas semblanzas breves con un recuerdo para la gran figura desaparecida: Carlos Gardel, la máxima expresión del tango, fue siempre un admirador del viejo y glorioso Racing. Muchas veces se le vio en el estadio de Avellaneda y nadie como él cantó con más vibrante acento el verso aquel que dice:

¡Y ser como Ochoíta

el crack de la afición!

 

Félix Daniel Frascara (1935)

 

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