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Inter, Copa a Copa
Con la Libertadores, el lustro de oro para el Internacional de Porto Alegre sumó un nuevo título.
Por Martín Mazur ·
19 de agosto de 2010
Copa Libertadores 2006 contra el San Pablo. Mundial de Clubes 2006 contra el Barcelona. Recopa Sudamericana 2007 contra Pachuca. Copa Sudamericana 2008 contra Estudiantes. Copa Libertadores 2010 contra Chivas.
Basta sólo examinar el último lustro de Inter de Porto Alegre, flamente campeón de América, para rendirse ante el suceso de un club encolumnado en un proyecto serio. El equipo gaúcho, hasta mediados de esta década relegado como el segundo de Porto Alegre, detrás de Gremio, ahora puede jactarse con toda justicia de ser uno de los clubes más coperos de Brasil, con 110 mil socios que lo respaldan, con un futuro estadio Mundialista y con una torcida que atraviesa el mejor momento de su historia.
Hasta su primera Libertadores, Inter tenía apenas tres semifinales y una final (1980 vs. Nacional) en toda su historia. Ahora todo es muy distinto. Pero cuando al presidente Vitório Piffero le preguntaron sobre el Mundial de Clubes en Abu Dhabi, respondió: "Ahora pensamos en el campeonato brasileño, es nuestro gran objetivo". Una respuesta lógica de la mentalidad ganadora imperante en un club que va paso por paso en este camino de expansión y victorias.
Inter ya puede considerarse un grande de América, aunque a nivel local aún sueñe con ese título nacional que se le niega desde 1979, y que estuvo cerca de llegar en 2009. Pero para ganar el Brasileirao dependía de un triunfo de su archirrival, Gremio. El triunfo, obviamente, no llegó. Inter terminó segundo y clasificó a esta Libertadores, donde logró acrecentar el prestigio que hace honor a su nombre. El Brasileirao puede esperar un poco más.
Basta sólo examinar el último lustro de Inter de Porto Alegre, flamente campeón de América, para rendirse ante el suceso de un club encolumnado en un proyecto serio. El equipo gaúcho, hasta mediados de esta década relegado como el segundo de Porto Alegre, detrás de Gremio, ahora puede jactarse con toda justicia de ser uno de los clubes más coperos de Brasil, con 110 mil socios que lo respaldan, con un futuro estadio Mundialista y con una torcida que atraviesa el mejor momento de su historia.
Hasta su primera Libertadores, Inter tenía apenas tres semifinales y una final (1980 vs. Nacional) en toda su historia. Ahora todo es muy distinto. Pero cuando al presidente Vitório Piffero le preguntaron sobre el Mundial de Clubes en Abu Dhabi, respondió: "Ahora pensamos en el campeonato brasileño, es nuestro gran objetivo". Una respuesta lógica de la mentalidad ganadora imperante en un club que va paso por paso en este camino de expansión y victorias.
Inter ya puede considerarse un grande de América, aunque a nivel local aún sueñe con ese título nacional que se le niega desde 1979, y que estuvo cerca de llegar en 2009. Pero para ganar el Brasileirao dependía de un triunfo de su archirrival, Gremio. El triunfo, obviamente, no llegó. Inter terminó segundo y clasificó a esta Libertadores, donde logró acrecentar el prestigio que hace honor a su nombre. El Brasileirao puede esperar un poco más.
