River 0 - Newell's 5, y las expulsiones de Javier Castrilli

El Torneo Clausura 1992 tenía, al inicio de su Fecha 12, una tabla de posiciones peleada en sus primeros puestos: Boca Juniors y Newell's estaban primeros con 18 puntos, y le seguían de cerca Platense y River con 16 unidades. En la jornada anterior, el Superclásico en el Monumental dejó un empate 2 a 2 que se definió recién a los 30 minutos del segundo tiempo con un gol de Diego Latorre que rebotó en "Pipa" Higuaín. En cambio, Newell's, en el Parque Independencia había recibido a Huracán y le ganó por 2 a 1 con goles de Zamora y Domizi. Ese domingo 10 de mayo tuvo dos partidos claves por el liderazgo. Los xeneizes iban a visitar a Rosario Central, y los millonarios serían locales contra Newell's, quien desde 1987 era protagonista de los torneos de primera división como también internacionales (había jugado la final de la Copa Libertadores en 1988 contra Nacional de Montevideo, y en ese mismo 1992 la volvería a disputar contra San Pablo). En Arroyito, todo se dio a favor del local en un partido polémico dirigido por Anibal Hay: los canallas golearon a Boca por 3 a 0 con tantos de Uliambre, Galloni y Bisconti. Al mismo tiempo, la atención del fútbol también estaba en el Monumental: River y Newell's iban a disputar a las 15:30 lo que sería sin dudas un partido inolvidable. 

Pero quien fue el verdadero protagonista esa tarde fue su árbitro: Javier Castrilli.

 

 

Nacido el 22 de mayo de 1957, Javier Alberto Castrilli había debutado como árbitro en el fútbol de primera división el 31 de marzo de 1991 cuando Estudiantes de La Plata le había ganado a Deportivo Español por 3 a 1. Hasta ese domingo 10 de mayo de 1992, había dirigido 26 partidos y mostrado 27 tarjetas rojas (curiosamente, en su primer partido no hubo expulsados). Conocido por su estricto apego al reglamento, Castrilli no tomaría este partido como uno más. 

A los 41 minutos del primer tiempo, y cuando el encuentro ya tenía cuatro amonestados, Castrilli le mostró la tarjeta amarilla a Claut por protestar un lateral no sancionado. "Enseguida, como una continuidad de la jugada, sancionó una aparente falta de Oscar Acosta a Raggio, junto al lateral derecho" rezaba la crónica de Daniel Arcucci en El Gráfico del 12 de mayo de ese año titulada "Crónica de una tarde negra". Y seguía: "El volante de River retrocedió hablándole al árbitro. De pronto, la sorpresa en todo el estadio: el hombre de negro detuvo su marcha y buscó en el bolsillo del pantalón la tarjeta roja". A partir de ese momento, los jugadores del equipo dirigido por Daniel Passarella se reunieron alrededor de la figura impertérrita del árbitro reclamando el motivo de esa expulsión. Corriendo desde su arco, Angel David Comizzo le recriminó a Castrilli una jugada: "Llop había metido dos planchazos tremendos al Nene Ortega y recién ahí lo amonestó...Cuando vi que me sacaba la amarilla me quise matar, entonces lo aplaudí", dijo el arquero a El Gráfico. La respuesta de Castrilli a ese aplauso fue otra tarjeta roja. Las protestas de los jugadores sumado a la bronca que el público de River manifestaba fue creciendo. Lejos de calmar las aguas, Castrilli las acrecentó: buscó a Fabián Basualdo y lo expulsó: tres jugadores menos en apenas dos minutos y medio. "Lo único que le dije", declaró Basualdo, "fue que desde el comienzo Newell's estaba haciendo tiempo, que estaba ensuciando el juego y él no había hecho nada. Y a nosotros, por algunas protestas, nos expulsaba a dos... Y me echó a mí también". 

 

 

El partido se reanudó a los 46 minutos, faltando cuatro por jugarse. En ese interín, mientras acumulaba bronca, Daniel Passarella reemplazó a Ramón Díaz por el arquero Rodrigo Burella quien jugaría su único partido en River (Burella, entonces era tercer arquero, pero en esa ocasión tomó el arco dado que el suplente José Miguel estaba lesionado). Cuando terminó la primera etapa, el público y los jugadores, como también el cuerpo técnico, le siguió protestando a Castrilli. Daniel Passarella esperó a que el último de sus jugadores entre al vestuario para recriminar con insultos y amenazas a Castrilli las expulsiones, que miraba para otro lado con la pelota bajo el brazo."Apenas lo tuvo a mano, cara a cara, a menos de un metro de distancia, le gritó: "Hijo de p..., sos un hijo de p..." (...) "¿Qué te pasa? C... de m..., no tenés categoría para dirigir esto, ¿te das cuenta, juez? Sos un c..., un hijo de p..., te voy a c... a trompadas". Una lluvia de piedras y palos y gritos y amenazas los cubrió, a ellos y a todos los fotógrafos y policias que se arremolinaban alrededor" rezaba la crónica. 

Passarella también fue expulsado. 

 

 

River salió a enfrentar el segundo tiempo sin tres jugadores y sin su técnico: las diferencias con Newell's estaban más que claras. Y el equipo de Marcelo Bielsa lo aprovechó. A los 64 minutos, Alfredo Berti en una pared con Lunari marcó el primer gol del partido. Trece minutos después, Fernando Gamboa con un remate desde fuera del área anotó el segundo tanto para la visita. Los últimos diez minutos volvieron a ser un hervidero para el Monumental: Lunari marcó un doblete, "Pipa" Higuaín fue el cuarto expulsado en River a los 88 minutos dejando al equipo con siete jugadores y a punto de ser suspendido, y en el minuto final Luka Tudor cerraría la cuenta: River 0 - Newell's 5. 

A las 17.32, Javier Castrilli finalizó el partido y mientras Newell's festejaba ser el nuevo puntero del campeonato, el público millonario descargó su furia contra el árbitro lanzando piedras y palos desde la platea Belgrano. La crónica de El Gráfico decía: "El camino desde el palco de periodistas hasta los vestuarios, por las entrañas mismas del Monumental, cambió de pronto su naturaleza. Los piquetes de la Guardia de Infantería marchaban a la par, como hacia la guerra. El hall central era epicentro de un terremoto: casi un centenar de hinchas, imposibilitado de llegar al camarín del árbitro -pegado a ese sector, precisamente- se la tomó con los vidrios, afectando todavía más el corazón ya roto del propio River". 

Dos horas después de finalizado el partido, y custodiado por policías, Javier Castrilli pudo salir del estadio Monumental no sin antes dejar una última declaración: "Solo digo que tengo la conciencia tranquila del deber cumplido, todo lo demás está en el informe". 

  

  

Las calificaciones en los medios no se hicieron esperar: El Gráfico, en la pluma de Juvenal, calificó con 2 el trabajo de referí.

El problema no terminó ahí: Javier Castrilli, junto con Anibal Hay (árbitro del mencionado Rosario Central - Boca) y Juan Carlos Crespi (que dirigió Vélez 1 - Argentinos Juniors 0) fueron "preservados" por el Colegio de Árbitros por lo que no dirigieron la fecha siguiente en la Primera División. A su vez, el Tribunal de Disciplina dio a conocer los fallos de todos los jugadores expulsados en la Fecha 12, y las leves sanciones recibidas generaron bronca en la Asociación Argentina de Árbitros (a la que pertenecían los tres "preservados"), y tomaron la decisión de no presentar colegiados para el domingo 17 de mayo, en protesta. La fecha 13, por tanto, tuvo árbitros afiliados a la Sociedad de Arbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA). 

Castrilli volvería a dirigir en primera división el domingo 23 de mayo en la victoria por 1 a 0 de Gimnasia y Esgrima de La Plata contra Rosario Central.

El campeón de ese Torneo fue Newell's.  

 

 

  

Foto de portada e interiores: Archivo El Gráfico