El Tata cuenta cómo fue la jugada del gol más glorioso de su carrera. ¨Era un centro preparado, se practicaba con la rosca saliendo para afuera. Nos posicionábamos el Checho, el Cabezón (Ruggeri), Valdano y yo, que éramos los más altos. Cuando Burru sacó el centro, di el paso hacia adelante para elevarme y de reojo vi a Schumacher que venía jugadísimo. Lo tenía a Diego adelante, así que me apoyé en él y cabeceé¨.
Además agrega el momento del festejo: ¨Te explota el pecho, te explota todo... El primero en llegar fue Checho, ni me acuerdo qué me dijo, lo único que hacía era gritar y llorar. Pensá que en la historia del fútbol argentino hay solo 5 tipos vivos que metimos goles en una final del mundo, y yo soy uno de esos 5¨.