¡Habla memoria!

Desaparecido en el mar griego y prisionero en un campo turco: la historia de Guillermo Dauz

El archivo de El Gráfico rescató la apasionante leyenda sobre la desaparición de este futbolista, ocurrida en 1974.

Por Julián Marcel ·

09 de noviembre de 2023

El 20 de octubre de 1977 Oscar Dauz recibió de parte de un amigo de la familia una notificación de la Cruz Roja Argentina, en la que se les anotició que, a partir de un telex enviado por la Yenisechir Ankara (Sociedad de la Media Luna Turca), su hijo Guillermo había vuelto de su desaparición física después de tres años y tres meses, y que estaba internado en un Hospital Psiquiátrico de Constantinopla con amnesia total, sin recordar que estaba casado, que había tenido un hijo, que había jugado y ganado un campeonato de la Liga Amateur griega con el Larissa, y que defendió las camisetas de Argentinos Juniors, All Boys y Excursionistas antes de su paso por el fútbol europeo. 

Sin embargo, después de esa noticia inesperada tras tanto tiempo, el destino de Daus volvió a hundirse en la oscuridad de donde había surgido

LA VIDA 

 

Imagen Dauz, el tercero de los sentados, cuando jugaba para Argentinos Juniors
Dauz, el tercero de los sentados, cuando jugaba para Argentinos Juniors
 

Guillermo Oscar Dauz nació en Villa Real, ciudad de Buenos Aires, el 17 de febrero de 1949. Si no fuese por su extraño e incierto final su biografía quedaría oculta entre las vidas de los miles de futbolistas que jugaron en el ascenso argentino. Hasta el 1° de febrero de 1971 su destino era jugar en Excursionistas y previamente, varios años atrás, en su club de barrio: Plazoleta Fútbol Club. No obstante había recibido un llamado que lo hacía ilusionar en su futuro como futbolista: Argentinos Juniors se había interesado por él y quería convocarlo para ser parte de sus filas. No iba a formar parte del primer equipo, pero al menos podía mostrar su destreza como volante.

"Un jugador de siete puntos", dijo Ricardo Saleh, en aquel entonces masajista del club de La Paternal a la revista Gente en octubre de 1977, "tenía un juego parecido al de [Roberto, "Oveja"] Telch. Pero en el país nunca pudo demostrar lo que valía". Firmó su primer contrato y un año después se lo renovaron, pero diez días más tarde, el 21 de febrero de 1972, se lo transfirió a prueba a All Boys, con opción a un pase definitivo.

En esos meses que estuvo en el club de Floresta pudo jugar algunos partidos de titular y formó parte del equipo que logró ascender por primera vez a la máxima categoría del fútbol argentino el 14 de octubre de 1972 cuando le ganó 1-0 a Excursionistas en la cancha de Huracán, con gol de Miguel Ángel Benítez. Sin embargo, en julio de ese año, All Boys desistió de la opción de compra de Dauz y debió volver a Argentinos Juniors. Pero en ese interín recibió otra noticia: los empresarios Miguel Angel Ángulo y Samuel Retinoff -conocido por trabajar con Pelé en Santos en contratos publicitarios y torneos- decidieron venderlo al ignoto fútbol de Grecia.

¿Por qué decidieron llevarlo a un país del que se desconocía todo? Ese, como otros, es un misterio que no se pudo resolver. 

Imagen Dauz (primero de los parados), defendiendo la camiseta de All Boys (Archivo All Boys)
Dauz (primero de los parados), defendiendo la camiseta de All Boys (Archivo All Boys)
 
En apenas un año y cinco meses pasaba de jugar en Excursionistas, Argentinos Juniors y All Boys para ir a defender la camiseta de un club que ignoraba, en un país en el que desconocía su idioma. Hacia aquella aventura encaró Dauz su vida, no sin antes casarse con quien era su novia: Viviana Sánchez, una chica que conoció en una fiesta y de la que se enamoró perdidamente. Ignoraba cuánto tiempo se iba a quedar en ese país.

Si bien la (escasa) bibliografía periodística que hay del caso Dauz indica que fue a jugar al Larissa, en realidad el primer contrato que firmó fue para jugar en Ethnikos Piraeus, club de la ciudad de El Pireo, equipo que militaba en la primera división helénica. Este equipo lo llevó a préstamo para jugar, efectivamente, en Larissa. Pero no en AE Larissa, equipo que ganó el campeonato de primera división de Grecia en 1988, sino en el Apollon Larissa, equipo que estaba militando en la Delta Ethniki, un campeonato semi profesional, a 365 kilometros de El Pireo.

El 18 de octubre de 1973, Guillermo Oscar Dauz pudo disfrutar por primera y única vez de un título futbolístico: el Apollon Larissa había conseguido la Liga regional. Al día siguiente recibiría la mejor noticia de todas: su pareja había dado a luz a su hijo, Fernando. Todo era plenitud en la vida de un jugador que al llegar se mostraba entusiasmado.

Francisco Sanguinetti, quien fuese su director técnico en la tercera de Argentinos Juniors, comentó en su momento queGuillermo "estaba contento o por lo menos parecía contento. Por primera vez veía plata grande. Era un chico de esos que llegan al club a pie y con una bolsita llena de sandwiches porque no tienen plata para el buffet. Un chico realmente pobre. Y de pronto, Grecia, un contrato en dólares, todo eso. En la segunda carta, sin embargo, era otra persona. Me decía que extrañaba, que no se adaptaba a la nueva vida. 'Pero como gano bien tengo que aguantar', terminaba. En la tercera carta lo noté muy preocupado: 'Las cosas no andan bien. Los turcos y los griegos están al borde de la guerra'".

SUS ÚLTIMAS VACACIONES

 

Imagen Dauz (penultimo de los sentados) en el Apollon Larissa hacia 1973
Dauz (penultimo de los sentados) en el Apollon Larissa hacia 1973
 

Tras conquistar el torneo Dauz, Miltiades Papayanis (utilero del club), sus hijos Iannis (jugador de las inferiores), Nikos y Alexandra, y las parejas de Miltiades y Dauz, junto con su hijo Fernando de 9 meses, fueron a vacacionar a un pequeño pueblo ubicado a 70 kilometros de Larissa y que estaba ubicado a las orillas del Mar Egeo. La intención era pasar un par de semanas en un lugar paradisíaco antes de retomar los entrenamientos con su equipo, pero por las radios que sonaban en las carpas vecinas, una marcha militar se hizo escuchar el 20 de julio de 1974: en ella se decía que Turquía había invadido el norte de Chipre (zona de conflicto histórica hasta el día de hoy para turcos y griegos), y que desde Atenas llamaron a la movilización general, que todos los medios móviles debían ponerse a las órdenes de las autoridades militares cerrando las rutas a todo tránsito civil, y que todos los ciudadanos entre 17 y 40 años quedaban inmovilizados. 

Las dos familias al principio se sorprendieron por la noticia, pero creyeron que el asunto iba a solucionarse a los pocos días por lo que siguieron de vacaciones en Larissa. Sin embargo, el conflicto siguió y la búsqueda de algún tipo de transporte que los llevara de vuelta a la casa se hacía más y más complicada. Al ver que no iba a haber novedades ese día, Guillermo fue invitado por Miltiades Papayanis para subir a una lancha que habían dejado abandonada los ocupantes de la carpa lindera. Junto con ellos se subieron Alexandra y Nikos para pasear un rato.

Una hora después, cuando la lancha estaba a menos de cien metros de la costa, comenzó a levantarse un viento feroz. Viviana, la pareja de Dauz, salió afuera de la carpa y notó cómo los ocupantes luchaban contra el viento que los llevaba más y más lejos, mientras ella agitaba una toalla a los gritos. El viento los arrastró mientras la noche llegaba a Grecia. A pesar de los consuelos de la pareja de Miltiades y de uno de sus hijos en la que le decían que él conocía a la perfección el mar, la desazón en ella no cambió. Llamaron desde el almacén local a la Prefectura Marítima para solicitar ayuda, pero nunca se presentaron

 

Imagen Viviana Sánchez, pareja de Dauz, hacia 1977
Viviana Sánchez, pareja de Dauz, hacia 1977
 

De vuelta en Larissa, Miltiades y Alexandra se encontraron con su familia y le contaron que ambos se lanzaron al mar con un salvavidas llegando a la costa a las cinco de la mañana. De Nikos y Guillermo no había noticias. Solamente dijeron que, en ese momento de desesperación, Guillermo (que no sabía nadar) se mantuvo calmo y se negó a ponerse el salvavidas para tirarse al agua. La lancha en la que estaban los ocupantes fue encontrada el 2 de agosto (doce días después del incidente) pero estaba vacía.

Mientras movían cielo y tierra para tener información, Viviana se comunicaba con sus padres y los padres de Guillermo en Buenos Aires para empezar a tramitar ayuda de las autoridades argentinas. Ella volvió a nuestro país en noviembre sin novedades. En sus brazos tenía a Fernando, de un año de edad.

El 10 de diciembre de 1974, cinco meses después de la desaparición, Viviana recibió en su casa de Nueva Pompeya una carta que le enviaba Mirta, esposa de un futbolista compañero de Dauz en la que le decía que habían visto un informe de la televisión griega que hablaba de la situación de los prisioneros griegos en campos turcos. Y que en el rostro de uno de ellos, reconoció a Guillermo. 

Nuevamente las cartas, nuevamente las burocracias, nuevamente las búsquedas. Nuevamente la desazón de no haber tenido respuesta.

20 DE OCTUBRE DE 1977, UNA ÚLTIMA ESPERANZA

Dos años y diez meses cambiaron la vida de Viviana, de la familia Dauz y de la Argentina. Ella estaba en pareja con otra persona y estaba embarazada de seis meses, los padres de Guillermo se resignaron a buscar y dieron por muerto a su hijo y en Argentina, "desaparecidos" era una palabra cotidiana que nadie se atrevía a decir en voz alta. 

Pero en la casa de don Oscar Dauz, la carta de Cruz Roja Argentina tenía un primer párrafo cargado de esperanza

"Estimados señores:

REF: DAUZ, Guillermo Oscar (futbolista)

En referencia a vuestra carta del 20-8-1974, acabamos de saber que, seis meses después de su desaparición, el arriba nombrado ha sido encontrado en un hospital de Constantinopla, enfermo de amnesia"

Firmaba la carta Lisa Papoutsani, del servicio de investigación de la Cruz Roja en Atenas.

La familia fue a pedir colaboración al Ministerio de Relaciones Exteriores, pero desde el área de Europa Oriental le dijeron que debían presentar una nota para iniciar los trámites. Los padres, al ver cómo la burocracia volvía a poner palos en la rueda de su búsqueda, renunciaron a hacerlo. Solamente escribieron una carta a la embajada argentina en Turquía, pero nunca obtuvieron respuesta.

 

Imagen La ficha de inscripción como futbolista de Guillermo Dauz
La ficha de inscripción como futbolista de Guillermo Dauz
 

A partir de aquí la historia se hizo conocida en los medios argentinos dada su singularidad. Tanto la revista Gente con Alfredo Serra y su corresponsal en París Danielle Raymond, como Canal 13 con Leo Gleyzer, encararon una investigación particular que sólo arrojó más oscuridad a lo narrado. 

En una filmación que aparece en el canal de YouTube DiFilm se recoge el testimonio de un ciudadano llamado Antonio Faraldo que, en una entrevista de seis minutos, contaba que conoció al futbolista en Turquía en un viaje en barco desde Bandirma hasta Estambul el 16 de abril de 1975. En ese video contaba que Dauz desvariaba en su relato, que decía haber sido futbolista aunque también aseguraba ser capitan de un barco que se había hundido, y que había estado prisionero. Cuando el viaje terminó, ese extraño siguió su recorrido incierto. 

La revista Gente, en cambio, fue directamente a Constantinopla a visitar los hospitales neuropsiquiátricos que podían albergar al futbolista. Recorrieron varios de ellos, pero sólo en uno se encontraban internos sin identificar, el "Bakirkoy Akil Hastahanesi", que constaba de 4000 camas, habitada en un enorme terreno. "Empezamos a mirar los archivos", contaba Danielle Raymond desde el telex enviado a Buenos Aires, "separamos las fichas de los hombres entre 20 y 30 años. Después hicimos una segunda clasificación por nacionalidades. Separé italianos y español (había uno) y sobre todo las fichas de gente no identificada (...) Una vez hecha la lista, fui, acompañada por el cadete militar a la oficina del Dr. Mezarlik [director del psiquiátrico] para que firme la lista de la gente que yo quería encontrar. El doctor mira la lista, la rompe en pedacitos y la tira por la ventana. El doctor (todos llamaban con respeto a este hombre de 35 años, con anteojos) me daba la espalda, mirado por la ventana".

A la periodista le dijeron que esas listas pertenecían a las habitaciones en donde estaban internados los enfermos peligrosos. Tras intentarlo, pudo convencer al director de llamar a esas habitaciones y preguntar si alguien hablaba español, y le dijeron que no. Se fueron del hospital sin saber si efectivamente ahí se encontraba el jugador argentino. 

A partir de ese momento y hasta el día de hoy, nunca más se tuvo alguna novedad con la vida de Guillermo Oscar Dauz.

 

Imagen Guillermo Dauz, hacia 1972 (Archivo All Boys)
Guillermo Dauz, hacia 1972 (Archivo All Boys)
 

Foto de portada e interiores: Archivo El Gráfico (salvo los indicados)