Fútbol Internacional

Contrastes del fútbol chileno: el campeón de América y el campeonato fundido

La huelga de los futbolistas congeló las actividades y el inicio del Apertura 2016. Razones y motivos de una crisis que a la larga puede golpear a la selección.

Por Redacción EG ·

20 de julio de 2016
Imagen

En el purgatorio, el fútbol chileno se debate entre la gloria de su selección bicampeona de América y las penurias económicas que ahogan la competencia doméstica, paralizada por una huelga de futbolistas.

Inmersos en la fiesta sin fin por la obtención de la Copa América Centenario en Estados Unidos, los hinchas chilenos viven un aterrizaje forzoso hacia una competencia local en crisis que tiene en suspenso el inicio del torneo Apertura-2016.

La Asociación Nacional del Fútbol Chileno (ANFP) suspendió el lunes la primera fecha de las dos principales divisiones debido a un paro del Sindicato de Futbolistas (Sifup) que "derivará en efectos negativos para los campeonatos, hinchas, jugadores y la actividad en general", argumentó la institución.

Con una mesa de negociación en marcha, el Sifup se niega a comenzar una temporada con un sólo ascenso y descenso en primera división y sin perdida de categoría en la segunda (Primera B), ya que piensa desestima la competencia y con ello el movimiento de jugadores entre los clubes.

El camino que tomó la ANFP y los presidentes (de los clubes) para sanear la economía de los clubes reduciendo los descensos "es llevar a la mediocridad al fútbol chileno, porque la esencia de cualquier torneo es competir; es tener estímulos para subir y castigo para los que descienden", explicó a la AFP el presidente del Sifup, Carlos Soto.

Los futbolistas piden dos ascensos y dos descensos y que se cancelan deudas a jugadores pendientes por parte de los clubes que suman unos 340.000 dólares.

"Entendemos que no va a ser fácil porque es sobre el formato (del campeonato) , pero seguimos firme", en nuestra postura, agrega el dirigente.

Con sus protagonistas negociando y acercándose a un arreglo parcial, los planteles continúan sus entrenamientos y los ejecutivos de las sociedades anónimas dueñas de los clubes luchan por sumar incorporaciones que den brillo a un alicaído torneo local.

 

- Números en rojo -

 

Con el paro de futbolistas sobre la mesa, la semana pasada la ANFP dio a conocer un informe sobre 14 clubes, incluido los grandes, Colo Colo, Universidad de Chile y la Católica, que muestran una escalada en el endeudamiento que promedia pérdidas en los últimos siete años por 85 millones de dólares.

"Los problemas económicos no se evitan sin descenso. Estas medidas son culpar a los jugadores de la situación económica y administrativa que hay y quitarle a la competencia el atractivo, la ilusión", acotó Soto.

El dirigente descarta que el problema del fútbol chileno sea "que está en quiebra o es insolvente, lo que hay es una desigualdad enorme", entre los clubes.

"Ayer un club como la U de Chile paga una cantidad de 2,5 millones de dólares para que un futbolista pueda ser liberado, entonces no podemos decir que el fútbol está en quiebra", agregó Soto en alusión al millonario pase de Jean Beasejour a los azules.

Un fichaje que por unas horas dejó en segundo plano la paralización del torneo, ya que el jugador bicampeón de América con Chile sacudió la pretemporada pasando de Colo Colo directo a su archirrival.

Lejos del ruido mediático, unos 450 jugadores que tenían contrato la temporada anterior pasaron al bolsón de desempleados. Según el gremio, la falta de incentivos para reforzar los clubes, debido al escaso peligro a descender, detonó esta situación.

 

- Reestructura en marcha -

 

Con una selección en la élite y la competencia local en baja, la ANFP de la mano de su presidente, Arturo Salah, trabaja para borrar la nefasta herencia que dejó el anterior mandamás, Sergio Jadue.

La salida escandalosa del cargo y del país de Jadue -que aceptó ante la justicia estadounidense su culpabilidad por participar del esquema de corrupción de la FIFA, que puso tras las rejas a la plana mayor del fútbol sudamericano- inició la debacle.

Dineros de la ANFP gastados en financiar su defensa, traspaso de fondos a clubes con escasos controles, contratos firmados que perjudican a las arcas de la institución, son parte de la caja de pandora que se abrió con la partida de Jadue.

Sanear cuentas y mantener el foco en la selección, un caudal inagotable en generación de recursos, son los retos de Salah que cuenta con los derechos de televización y publicidad como principales armas en un fútbol con poca gente en los estadios y millones frente al televisor.

 

Fuente: AFP

Temas