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El chofer del micro de Huracán: "Si no lo metía en la rampa, no quedaba nadie"
Se llama Malvin Fernández y contó los detalles del hecho que pudo haber sido una tragedia.
Por Redacción EG ·
16 de febrero de 2016
A casi una semana del dramático episodio que vivió Huracán en Venezuela, el chofer del micro Malvin Hernández dialogó con TyC Sports y conto los detalles del milagro.
"Tuve un defecto mecánico por la manguera principal. Si esa manguera se revienta te bloquea el cambio. Es como un pulmón para el vehículo. Al reventarse se queda sin aire y bloquea los cambios".
"Estamos hablando de 900 metros de pendiente, la altura del mar. De ahí, bajamos regulados. Cuando se revienta la manguera, le avisé al técnico que estábamos sin freno".
"Yo me quedo solo buscando la protección de ellos. He sido preparado psicolócio y supe como actuar en ese momento. Por suerte, no fallé. Tomé las medidas exactas para hacer mi trabajo. La protección del cliente lo es todo".
"El carro nunca tocó con la vía de seguridad. Cuando llego arriba, decido acostarlo contra el cerro porque abajo había un precipio de más de 400 metros de profundidad. O era eso o hacer una tragedia. Nunca rodó el micro, se cayó y se acostó".
"Los nervios traicionan. Soy una persona tranquila y los quise calmar a ellos. Se alteraron demasiado. Las lesiones no fueron por mi culpa. Lo que hice fue salvarles la vida".
"Si nos metía el micro en la rampa, no quedaba nadie. Les salvé la vida. Pasó por una falla mecánica".
Todas las frases del conductor del micro en Estudio Fútbol
"Tuve un defecto mecánico por la manguera principal. Si esa manguera se revienta te bloquea el cambio. Es como un pulmón para el vehículo. Al reventarse se queda sin aire y bloquea los cambios".
"Estamos hablando de 900 metros de pendiente, la altura del mar. De ahí, bajamos regulados. Cuando se revienta la manguera, le avisé al técnico que estábamos sin freno".
"Yo me quedo solo buscando la protección de ellos. He sido preparado psicolócio y supe como actuar en ese momento. Por suerte, no fallé. Tomé las medidas exactas para hacer mi trabajo. La protección del cliente lo es todo".
"El carro nunca tocó con la vía de seguridad. Cuando llego arriba, decido acostarlo contra el cerro porque abajo había un precipio de más de 400 metros de profundidad. O era eso o hacer una tragedia. Nunca rodó el micro, se cayó y se acostó".
"Los nervios traicionan. Soy una persona tranquila y los quise calmar a ellos. Se alteraron demasiado. Las lesiones no fueron por mi culpa. Lo que hice fue salvarles la vida".
"Si nos metía el micro en la rampa, no quedaba nadie. Les salvé la vida. Pasó por una falla mecánica".
