¡HABLA MEMORIA!

Trece clubes embrujados

Por Redacción EG · 07 de agosto de 2019

En 2007, El Gráfico edita una interesante nota sobre aquellos equipos que no tenían suerte, algunos supieron revertir esa situación en estos años y otros siguen hundidos en la pésima fortuna que los persigue.


No na­cie­ron un mar­tes 13 ni son un pro­duc­to ge­nui­no del vu­dú. Sus hin­chas tam­po­co rom­pie­ron una pro­duc­ción en ma­sa de es­pe­jos en el día de su fun­da­ción. O tal vez sí, por­que de ma­ne­ra ca­si inex­pli­ca­ble, es­tos clu­bes en­tra­ron en el ima­gi­na­rio po­pu­lar por ser víc­ti­mas de una es­pe­cie de con­ju­ra eter­na.

Son clu­bes en­ye­ta­dos, re­sig­na­dos a que les su­ce­dan las co­sas más in­creí­bles, clu­bes que se do­blan, se achi­can y se re­tuer­cen en un su­fri­mien­to no pe­re­ce­de­ro, pe­ro que no quie­bran (al me­nos, sen­ti­men­tal­men­te) y an­te ca­da fra­ca­so só­lo au­men­tan la pa­sión de sus hin­cha­das, to­das ellas mul­ti­tu­di­na­rias.

Son clu­bes que ven có­mo sus ri­va­les ga­nan mien­tras ellos pier­den de las for­mas más ri­dí­cu­las, que acep­tan que sus me­jo­res ju­ga­do­res se van y só­lo lle­gan peo­res, que si lle­gan a traer gran­des nom­bres ine­vi­ta­ble­men­te pre­sen­cian có­mo son de­vo­ra­dos por fan­tas­mas que na­die tie­ne idea de có­mo en­tra­ron, mu­cho me­nos de có­mo ha­cer que se va­yan.

Es la li­ga de la ma­la­ria. La mis­ma a la que per­te­ne­cía el Chel­sea que, has­ta la lle­ga­da de Mou­rin­ho en 2003, ha­cía 50 años que no ga­na­ba na­da, con plan­te­les ri­quí­si­mos.

Es la mis­ma li­ga a la que per­te­ne­cía –¿o per­te­ne­ce?– el In­ter, otro de plan­te­les ini­gua­la­dos, ges­tor de de­rro­tas in­creí­bles co­mo la del 5 de ma­yo de 2002 en la úl­ti­ma fe­cha, el mis­mo In­ter que se pa­só 16 años sin sa­lir cam­peón, que echó más téc­ni­cos que nin­gu­no (con Mo­rat­ti pa­dre e hi­jo), y que cuan­do por fin lo­gró el tí­tu­lo es­te año, tu­vo que can­ce­lar los fes­te­jos pre­vis­tos por­que el Mi­lan le arrui­nó la fies­ta al ga­nar otra Cham­pions con dos des­car­tes in­te­ris­tas: Pir­lo y See­dorf. Es la mis­ma li­ga por la que pug­nó pa­ra en­trar el Ba­yer Le­ver­ku­sen (2° en Bun­des­li­ga, Co­pa y Cham­pions 2002) y don­de es­ta­ría In­gla­te­rra, si se con­ta­ran se­lec­cio­nes: sien­do los in­ven­to­res del fút­bol, nun­ca pu­die­ron ga­nar ni una Eu­ro­co­pa, y el úni­co Mun­dial que fes­te­ja­ron, ha­ce 41 años, lle­gó co­mo país or­ga­ni­za­dor y con un gol que nun­ca cru­zó la ra­ya.

Los hin­chas de és­tos y otros clu­bes que no apa­re­cen aquí po­drían ar­gu­men­tar que sus equi­pos son más me­re­ce­do­res de fi­gu­rar en es­ta lis­ta. Y qui­zás ten­gan ra­zón: pue­den ser tan des­gra­cia­dos que ni si­quie­ra tu­vie­ron la suer­te de sa­lir pu­bli­ca­dos en es­ta no­ta.

 

1: Torino

 

Torino.
 

En 1949, el avión en el que viajaba el pantel se estrelló en Superga. Ningún jugador sobrevivió.

Si ser ri­val de la Ju­ven­tus, el equi­po más ga­na­dor de Ita­lia, ya de por sí es una des­di­cha, el su­fri­mien­to de los hin­chas gra­na­tes tras­cien­de mu­cho más que ese.

En el cam­peo­na­to de 1914/15 al To­ri­no le fal­ta­ba ju­gar el úl­ti­mo par­ti­do con­tra el lí­der del tor­neo (a quien ha­bía ven­ci­do 6-1 en la pri­me­ra vuel­ta) y si le ga­na­ba, era cam­peón. Em­pe­zó la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial y al tor­neo se lo dio por fi­na­li­za­do co­mo es­ta­ba. ¿Ma­la suer­te?

En 1928, le re­vo­ca­ron un cam­peo­na­to ga­na­do por ten­ta­ti­va de so­bor­no a Alle­man­di, un ju­ga­dor de la Ju­ven­tus, que lue­go fue so­bre­seí­do, aun­que el título nun­ca de­vuel­to. En los años 40, lle­gó a te­ner el me­jor equi­po del mun­do: ha­bía ga­na­do cin­co tí­tu­los con­se­cu­ti­vos, has­ta que el 4 de ma­yo de 1949 el avión en el que volvía el equi­po ca­yó en la Ba­sí­li­ca de Su­per­ga, cerca de Tu­rín. To­dos los ju­ga­do­res y miem­bros del cuer­po téc­ni­co mu­rie­ron.

A me­dia­dos de los 60, la apa­ri­ción de Gi­gi Me­ro­ni –el fan­ta­sis­ta más re­fi­na­do de su ge­ne­ra­ción– re­lan­zó al To­ri­no a lo más al­to, has­ta que a los 24 años Me­ro­ni mu­rió atro­pe­lla­do en una ave­ni­da. Quien ma­ne­ja­ba el au­to era un fa­ná­ti­co del To­ri­no, de 18 años, que años más tar­de, cur­vas del des­ti­no me­dian­te, se trans­for­mó en el pre­si­den­te de un club al que po­cas ve­ces le sa­le una bien. Tu­vo 5 des­cen­sos des­de 1989, per­dió una fi­nal de UE­FA por gol de vi­si­tan­te, pe­gan­do tres ti­ros en los pa­los, y que­bró en 2005: por es­te mo­ti­vo no lo de­ja­ron as­cen­der aun­que ya ha­bían ce­le­bra­do el re­tor­no a la Se­rie A. Ufff...

 

El altar de la tragedia, siempre visitado.
 

LA FRA­SE: “Un club que el des­ti­no aca­ri­ció co­mo una flor y per­fo­ró con una es­pa­da sa­rra­ce­na”. San­dro Ciot­ti, pe­rio­dis­ta ita­lia­no.

 

2: Racing

Los hinchas de Racing saben lo que es sufrir, pero también saben que su equipo siempre tendrá una multitud que lo respalde, pese a malos resultados deportivos y peores resultados administrativos.

La his­to­ria arran­co de­ma­sia­do bien pa­ra uno de los gi­gan­tes de Ave­lla­ne­da. De los clu­bes que aún exis­ten (Alum­ni de­sa­pa­re­ció), fue el pri­me­ro en rei­nar en el ama­teu­ris­mo al lo­grar sie­te cam­peo­na­tos se­gui­dos (1913-19), y ga­nar­se el mo­te de Aca­de­mia. Fue el pri­mer tri­cam­peón del pro­fe­sio­na­lis­mo (1949-51) y el pri­mer ar­gen­ti­no en ser cam­peón del mun­do (1967). Os­ten­tó el ré­cord de vic­to­rias con­se­cu­ti­vas (39) du­ran­te 32 años (1967-99). Hoy, tras los 35 años sin fes­te­jos, Ra­cing que­dó co­mo el gran­de con me­nos cam­peo­na­tos lo­ca­les (7), con Vé­lez pi­sán­do­le los ta­lo­nes (6). El día que pa­de­ció la peor hu­mi­lla­ción de su his­to­ria y se fue al des­cen­so, el es­ce­na­rio pa­re­ció mon­ta­do por el Dia­blo: 22/12/83, can­cha de In­de­pen­dien­te, úl­ti­ma fe­cha y el ri­val eter­no dan­do la vuel­ta olím­pi­ca en las na­ri­ces. Peor im­po­si­ble. El DT era una glo­ria del club: Piz­zu­ti. Es­tu­vo dos años en la B, épo­ca en la que la ba­rra gol­peó a otro ído­lo co­mo Ce­jas, y lo­gró el as­cen­so por un oc­to­go­nal, sin ga­nar el cam­peo­na­to. Al re­gre­sar, co­mo se ha­bían mo­di­fi­ca­do las es­truc­tu­ras de los tor­neos, de­bió al­qui­lar su equi­po com­ple­to, que ju­gó pa­ra Ar­gen­ti­no de Men­do­za, pa­ra que no es­tu­vie­ran seis me­ses pa­ra­dos y pu­die­ran pa­gar­le los suel­dos. Ape­ló a ma­ni­fes­ta­cio­nes re­li­gio­sas pa­ra ahu­yen­tar los ma­los es­pí­ri­tus (fo­to), su es­ta­dio fun­cio­nó co­mo de­pó­si­to de pa­pas, le dic­ta­ron la quie­bra, fue el pri­mer y úni­co equi­po gran­de ge­ren­cia­do, tu­vo que so­por­tar que las hin­cha­das ri­va­les le can­ta­ran “a es­ta em­pre­sa le te­ne­mos que ga­nar” y el es­pe­ra­do día en que se con­sa­gró cam­peón lue­go de 35 años, el día tan so­ña­do y an­he­la­do, coin­ci­dió con la peor cri­sis de la his­to­ria ar­gen­ti­na (De la Rúa yén­do­se en he­li­cóp­te­ro) y el he­cho pa­só ca­si inadvertido. La fra­se: “Hoy Ra­cing ha de­ja­do de exis­tir” (sín­di­co Li­lia­na Ri­poll, mar­zo de 1999).

 

3: Genoa

 

Genoa.
 

El club más an­ti­guo de Ita­lia, fun­da­do en 1898, comenzó dis­pues­to a ser uno de los gran­des, pe­ro el úl­ti­mo de sus nue­ve scu­det­ti da­ta ya del año 1924 (foto). To­do lo glo­rio­so del Ge­noa hay que ver­lo en blan­co y ne­gro. En 1925 ya empezaron sus pe­nas, cuan­do una in­va­sión de cam­po de los hin­chas del Bo­log­na obli­gó al ár­bi­tro a con­va­li­dar un gol aun­que la pe­lo­ta se ha­bía ido afue­ra. Ese gol le ro­bó el dé­ci­mo cam­peo­na­to, que no lle­ga­ría nun­ca más, ni con la lle­ga­da de Gui­ller­mo Stábi­le, con el que se fue­ron al des­cen­so.

Los hin­chas, pa­sio­na­les, lle­ga­ron a lle­nar el es­ta­dio Lui­gi Fe­rra­ris unas ho­ras des­pués del bom­bar­deo inglés de 1941, que ha­bía de­ja­do 144 muer­tos. La ven­ta de Gi­gi Me­ro­ni al To­ri­no pro­vo­có un cis­ma: mu­chos hin­chas que ha­bían he­cho una co­lec­ta pa­ra que se que­da­ra se sin­tie­ron trai­cio­na­dos por la so­cie­dad: uno de ellos fue el in­ver­sor Pao­lo Man­to­va­ni, que en el 70 com­pró al clásico rival, la Samp­do­ria y la lle­vó a ga­nar la Co­pa Ita­lia, la Re­co­pa eu­ro­pea y el scu­det­to 91. En 2005, en­con­tra­ron a un dirigente del Ve­ne­zia sa­lien­do de las ofi­ci­nas del pre­si­den­te del Ge­noa con 250 mil eu­ros. Del as­cen­so a la A, ya ce­le­bra­do, ter­mi­na­ron yén­do­se a la Se­rie C1 por so­bor­no. LA FRA­SE: “En Gé­no­va, es la Samp­do­ria o el psi­coa­ná­li­sis” Graf­fi­ti.

 

4:  Atlas

 

El colorido de los hinchas.
 

Los Zo­rros de Gua­da­la­ja­ra fue­ron el pri­mer equi­po de Mé­xi­co en te­ner es­cue­las de fút­bol por lo que tam­bién se ga­naron el apo­do de “La Aca­de­mia”, que rea­fir­mó con los años ofre­cien­do jue­go de al­ta ca­li­dad. Atlas fue el pri­mer cam­peón del es­ta­do de Ja­lis­co, en 1951. Ja­más ima­gi­na­ron sus se­gui­do­res que se­ría el úl­ti­mo. Y que el ri­val más en­car­ni­za­do de la ciu­dad, Las Chi­vas, su­ma­ría ale­grías en la mis­ma pro­por­ción que su ad­ver­sa­rio re­ci­bía ca­che­ta­zos, has­ta eri­gir­se en el má­xi­mo cam­peón del país, con 11 tí­tu­los. De su can­te­ra sa­len los me­jo­res pro­yec­tos. En el úl­ti­mo Mun­dial la ba­se era “atlis­ta”: Ra­fa Már­quez, Par­do, Guar­da­do, Os­wal­do Sán­chez y Bor­get­ti. Lle­gó tres ve­ces a la fi­nal, la más re­cor­da­da fue la úl­ti­ma (1999), con La Vol­pe co­mo DT: ca­yó por pe­na­les con To­lu­ca. La fra­se: “La gen­te ve al Atlas co­mo un equi­po con al­gu­na mal­di­ción, y por eso a su afi­ción se la lla­ma La Fiel Ro­ji­ne­gra; es iló­gi­co que sien­do ve­ci­nos de las Chi­vas, le va­ya­mos al Atlas”. (Fer­nan­do Clout­hier, edi­tor del dia­rio Pú­bli­co Mi­le­nio e hin­cha del Atlas).

 

5: Feyenoord

De los tres grandes de Holanda, el que peor suerte tiene, sin dudas es el Feyenoord.

Ser uno de los gran­des de Ho­lan­da es te­ner for­tu­na, di­rán los equi­pos chi­cos de ese país. Pe­ro el Fe­ye­noord es­tá dis­pues­to a re­ba­tir­los: en una li­ga que só­lo ga­nan tres, el Fe­ye­noord es el gran­de más su­fri­do, que tuvo su apogeo en los 60 y lle­gó a ga­nar la Co­pa de Eu­ro­pa del 70, pe­ro in­me­dia­ta­men­te vio su lo­gro opa­ca­do por la apa­ri­ción del gran Ajax. Re­sig­na­do a no ju­gar la Cham­pions por cul­pa del Ajax y del PSV, el año pa­sa­do su­frió la des­ca­li­fi­ca­ción de la Co­pa UE­FA por­que sus hin­chas, can­sa­dos de per­der, des­tro­za­ron la ciu­dad de Nancy. No ga­nan un tí­tu­lo lo­cal des­de 1999 y só­lo ga­na­ron tres en los úl­ti­mos 32 años. Es­ta es la pri­me­ra tem­po­ra­da en 16 años que ni si­quie­ra clasificó a Eu­ro­pa.

 

6: Botafogo

 

Botafogo en su visita al Monumental.
 

La ma­xi­ma ex­pre­sión del fút­bol ca­rio­ca re­du­ci­da a un mon­tón de es­com­bros: el Bo­ta­fo­go lle­gó a ser un equi­po muy prós­pe­ro y ter­mi­nó en el pues­to 12° en la lis­ta que hi­zo la FI­FA en­tre los gran­des clu­bes del si­glo XX. Ba­se de la se­lec­ción bra­si­le­ña mu­chos años, con Ga­rrin­cha, Nil­ton San­tos, Za­ga­llo, Jairzinho o Di­dí, ja­más pu­do tra­du­cir su rei­na­do a ni­vel lo­cal, per­dió su es­ta­dio por fal­ta de pa­go y cuan­do re­cu­pe­ró los te­rre­nos la sede ya ha­bía si­do de­mo­li­da. Tie­ne só­lo dos tí­tu­los na­cio­na­les, 1968 y 1995, y se pa­só 31 años sin si­quie­ra ga­nar un tro­feo ca­rio­ca. La in­creí­ble eli­mi­na­ción con Ri­ver en la úl­ti­ma Su­da­me­ri­ca­na fue só­lo una más de su ca­de­na de he­chos acia­gos, que por su­pues­to in­clu­yó el des­cen­so, en 2002.

LA FRA­SE: “Hay co­sas que só­lo pa­san en el Bo­ta­fo­go”. Di­cho po­pu­lar.

 

7: Gimnasia y Esgrima LP

Gimnasia tiene un gran apoyo siempre. Aunque los resultados sean esquivos, sus hinchas acompañan al Lobo.

En ciu­da­des co­mo La Pla­ta o Ro­sa­rio, no hay es­ca­pa­to­ria. Se es de uno de los equi­pos o del otro, y si se pier­de el clá­si­co, hay que en­ce­rrar­se una se­ma­na en ca­sa. Ni el Ri­ver-Bo­ca, más uni­ver­sal, es tan cruel con sus sim­pa­ti­zan­tes co­mo el clá­si­co ro­sa­ri­no o pla­ten­se. Así, lo de Gimna­sia po­dría ase­me­jar­se a un mar­ti­rio in­igualable. El Lo­bo no ga­nó ni un so­lo cam­peo­na­to de los bue­nos en 76 años de pro­fe­sio­na­lis­mo mien­tras que su ri­val, Es­tu­dian­tes, tie­ne 4. No só­lo eso: el Pin­cha ade­más lo­gró 3 Li­ber­ta­do­res (más que Ri­ver, Ra­cing y San Lo­ren­zo), 1 In­ter­con­ti­nen­tal y 1 In­te­ra­me­ri­ca­na. Cin­co Co­pas internacionales con­tra nin­gu­na de Gim­na­sia. En la dis­pu­ta di­rec­ta, si bien no exis­te una di­fe­ren­cia sen­si­ble en el his­to­rial (Es­tu­dian­tes ga­nó 4 par­ti­dos más), el Lo­bo lle­va 115 clá­si­cos y 64 años sin ir arri­ba. Y car­ga con las peo­res hu­mi­lla­cio­nes. La ma­yor di­fe­ren­cia en un clá­si­co la al­can­zó Es­tu­dian­tes (7-0 en 2006), la se­gun­da ma­yor tam­bién es de Es­tu­dian­tes (6-1 en tres oca­sio­nes) y la ter­ce­ra ma­yor lo mis­mo (5-1 una vez). La vic­to­ria más am­plia de GELP fue por tres go­les. De­ma­sia­do des­pa­re­jo. Pa­ra peor, el Lo­bo de­jó es­ca­par cua­tro cam­peo­na­tos que te­nía en la ma­no: 1933, 95, 96 y 2005. La más in­creí­ble fue en el Clau­su­ra 95: con un em­pa­te en la úl­ti­ma fe­cha, en su can­cha y con­tra un In­de­pen­dien­te fue­ra de com­ba­te, daba la vuelta. Per­dió 1-0 (gol de Maz­zo­ni). ¿El col­mo? El año pa­sa­do, los hin­chas ame­na­za­ron a sus ju­ga­do­res pa­ra que per­die­ran con­tra Bo­ca y así per­ju­di­car a Es­tu­dian­tes. Des­pués de la gro­tes­ca pan­to­mi­ma, el Pin­cha igual fue cam­peón.

 

8: América (Cali)

América de Cali tiene el mote de ser un equipo que llega alas finales y no puede ganarlas.

Es el se­gun­do equi­po más cam­peón en Co­lom­bia, de­trás de Mi­llo­na­rios, con lo que re­sul­ta ex­tra­ño ro­tu­lar­lo de “ma­lé­fi­co”. Sin em­bar­go, a pe­sar del des­co­mu­nal res­pal­do eco­nó­mi­co del car­tel de la dro­ga en los 80, en el con­ti­nen­te hil­va­nó es­tre­pi­to­sos fra­ca­sos. Dis­pu­tó cua­tro fi­na­les de Li­ber­ta­do­res y per­dió las cua­tro, tres con­se­cu­ti­vas (foto). La pri­me­ra (1985) an­te Ar­gen­ti­nos, de­bu­tan­te en la Co­pa, por pe­na­les. La se­gun­da (1986) an­te otro que ja­más la ha­bía con­se­gui­do por múl­ti­ples ho­ci­ca­das (Ri­ver). Y la ter­ce­ra (1987), fren­te a Pe­ña­rol, fue la más in­só­li­ta. Ga­nó 2-0 en la ida, per­dió 2-1 la vuel­ta tras ir en ven­ta­ja y aguan­tar el 1-1 has­ta fal­tan­do tres mi­nu­tos. En el de­sem­pa­te fue al alar­gue tras el 0-0. Si man­te­nía el re­sul­ta­do era el pri­mer club co­lom­bia­no en al­zar la Co­pa, pe­ro ca­yó 1-0 en la úl­ti­ma ju­ga­da del par­ti­do, el re­loj cla­va­do en 14' 58'' del ST. La cuar­ta fi­nal la per­dió con Ri­ver en el 96. Es de­cir: Ri­ver, con su trau­mas co­pe­ros, só­lo pu­do ser cam­peón con el Amé­ri­ca en fren­te. En­ci­ma, Atlé­ti­co Na­cio­nal y On­ce Cal­das fue­ron cam­peo­nes de Amé­ri­ca en su pri­me­ra fi­nal.

 

9: Schalke 04

 

Los hinchas del Schalke saben lo que es sufrir por su equipo.
 

Ha­ce 49 años que no sa­len cam­peo­nes y se les es­ca­pa­ron tres tí­tu­los en la úl­ti­ma fe­cha lue­go de ser lí­de­res en bue­na par­te del año: 1972, 2001 y 2007. El de 2001 fue el peor por­que Ba­yern lo ga­nó en el cuar­to mi­nu­to de des­cuen­to mien­tras el Schal­ke ce­le­bra­ba. Uno de los equi­pos más po­pu­la­res de Ale­ma­nia, a sus hin­chas se les co­no­ce por­que mues­tran un ra­ro de­lei­te an­te la cul­tu­ra del fra­ca­so per­ma­nen­te y se enor­gu­lle­cen de se­guir sien­do una pa­sión ca­si irra­cio­nal. Su vic­to­ria en la UE­FA por pe­na­les lle­gó an­te otro can­di­da­to a es­te club, el In­ter. Pe­ro ni si­quie­ra la fi­lia­ción del pa­pa Juan Pa­blo II co­mo so­cio ho­no­ra­rio les cam­bió la pro­vi­den­cia: ese año se fue­ron al des­cen­so. Eter­nos ce­bo­lli­tas, aho­ra su­man tres sub­cam­peo­na­tos en los úl­ti­mos sie­te años. LA FRA­SE: “Ten­go ma­las no­ti­cias pa­ra us­te­des, sol­da­dos. El Schal­ke hoy per­dió 5 a 0”. Fa­mo­sa lí­nea del ca­pi­tán del sub­ma­ri­no en el fil­me Das Boot.

 

10: Tottenham Hotspur

 

Ardiles y Villa.
 

Bau­ti­za­do ori­gi­nal­men­te Hots­pur FC en ho­me­na­je a un per­so­na­je de Sha­kes­pea­re, su his­to­ria tie­ne mu­cho de tra­ge­dia, es­pe­cial­men­te en las úl­ti­mas dé­ca­das. El pri­mer club in­glés en ga­nar en Eu­ro­pa (al Atlé­ti­co de Ma­drid, cu­rio­sa­men­te), tu­vo su úl­ti­mo mo­men­to de glo­ria en las FA Cups de 1981 y 1982, con Os­sie Ar­di­les y Ricky Vi­lla, y la Co­pa UE­FA del 84. Y aun­que tu­vo a ju­ga­do­res co­mo Ve­na­bles, Gas­coig­ne, Klins­mann, Li­ne­ker, She­ring­ham o Wadd­le en su ple­ni­tud, no só­lo no lo­gra ga­nar el cam­peo­na­to lo­cal des­de 1961 (!), si­no que tu­vo fra­ca­sos es­tre­pi­to­sos, mar­ca­dos ade­más por el cre­ci­mien­to del Ar­se­nal y la ex­plo­sión del Chel­sea. Es­tu­vo al bor­de de la quie­bra en 1990 y ha­ce 17 años que lo úni­co que ga­na es una co­sa: pa­ra ele­gir un equi­po an­ti­hé­roe en In­gla­te­rra, fren­te al Tot­ten­ham cual­quie­ra pe­lea por el se­gun­do pues­to.

 

11: Atlético de Madrid

Los hinchas no pueden creer como este club tan grande y con tanta gloria tenga que jugar la próxima temporada en segunda.

Pe­se a los fi­cha­jes estelares de ju­ga­do­res y en­tre­na­do­res (Bian­chi du­ró 6 me­ses), el se­gun­do club en sim­pa­ti­zan­tes de Es­pa­ña con­quis­tó una li­ga de las úl­ti­mas 30. En ese lap­so, el Ma­drid lo­gró 13 y el Bar­ce­lo­na, 9. Si ha­ce 30 años, el Ale­ti pe­lea­ba con el Bar­ce­lo­na por el se­gun­do lu­gar del po­dio (9-8 en tí­tu­los), hoy es­tá ter­ce­ro le­jos y con chan­ces de ser su­pe­ra­do por el Ath­le­tic de Bilbao (8).

Acu­mu­la 12 años sin le­van­tar la Co­pa del Rey, lap­so en el cual per­dió dos fi­na­les. Es el úni­co gran­de que se fue al des­cen­so (99/00, foto) y sa­lió 4° en su pri­mer in­ten­to. Su­ma ocho años sin ga­nar­le al Ma­drid (7 PP y 4 PE). Una so­la vez lle­gó a la fi­nal de la Co­pa de Cam­peo­nes, en 1974: ven­cía 1-0 al Ba­yern Mu­nich y a un mi­nu­to del fi­nal le igua­la­ron con un dis­pa­ro de mi­tad de can­cha por­que su ar­que­ro le es­ta­ba re­ga­lan­do los guan­tes a un fo­tó­gra­fo. De­sem­pa­ta­ron a los dos días y per­dió 4-0. El clá­si­co por ex­ce­len­cia, que en los 70 era Ma­drid-Atlé­ti­co hoy es Ma­drid-Bar­ce­lo­na. Eso sí: tiene la hinchada más fiel.

 

12: U. de Chile

U de Chile tiene una de las hinchas más fieles y seguidoras del continente. Acompañan a todos lados, por más que los resultados no sean los esperados.

Co­lo-Co­lo y la u son los clu­bes más po­pu­la­res de Chi­le. A ese ni­vel, que uno de los dos es­té 25 años sin ser cam­peón (1969-94), cuan­do el otro es­tu­vo co­mo má­xi­mo 7, y que en­ci­ma en ese lapso se va­ya al des­cen­so (1988, Pe­lle­gri­ni DT) cuan­do el otro ja­más ca­yó a Se­gun­da, in­vi­ta a la com­pa­ra­ción y el en­ca­si­lla­mien­to. Allí ci­men­tó su ras­go de equi­po su­fri­do.

Co­lo-Co­lo, ade­más, fue el úni­co chi­le­no en ganar la Li­ber­ta­do­res, en 1991, año en que la U za­fó del des­cen­so (fue 14° de 16). En 1996, con Rus­so co­mo DT y Sa­las co­mo fi­gu­ra, la U lle­gó a la se­mi­fi­nal de América: fue su­pe­ra­do por Ri­ver por un gol, con un ar­bi­tra­je es­can­da­lo­so en la re­van­cha. Hoy, lle­va 6 tor­neos sin ser cam­peón y ga­nó 1 de los úl­ti­mos 12.

 

13: P.S.G.

Una derrota más... Ronaldinho no lo cree. Henize se tapa la cara.

Un equi­po sin mucha fortuna des­de sus co­mien­zos, en 1904, ya que el Paris Saint-Germain nun­ca pu­do si­tuar a la capital en el lu­gar que se me­re­cía (a pe­sar de la pre­ten­cio­sa cu­na real que mues­tra en su es­cu­do) fren­te a otras ciu­da­des co­mo Mar­se­lla, Nan­tes o Saint Etien­ne que sí te­nían equi­pos do­mi­nan­tes. En 1970 se fu­sio­nó con el FC Pa­ris pe­ro la unión du­ró lo que un sus­pi­ro y el PSG fue obligado a re­co­men­zar en Ter­ce­ra Di­vi­sión. Ga­nó só­lo dos tí­tu­los en su his­to­ria, el úl­ti­mo en 1994, a pe­sar de ha­ber te­ni­do cracks co­mo Just Fon­tai­ne, Djor­kaeff, Gi­no­la, Weah, Rai, Oko­cha, Anel­ka y Ro­nal­din­ho. La cre­cien­te in­ver­sión mi­llo­na­ria en sus plan­te­les y la fal­ta de re­sul­ta­dos los trans­for­mó en el haz­me­rreír de Fran­cia, un equi­po que de tan pa­ri­si­no, has­ta apren­dió a per­der con es­ti­lo.

 

 

Por Martin Mazur y Diego Borinsky (2007).

Fotos: Archivo El Gráfico.


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