Un equipo santiagueño fue en gira por Europa y le tocó jugar en Wembley contra la selección Inglesa. Era un día de mucha niebla y apenas se veía cuando empezó el partido. A medida que pasaban los minutos, la niebla se iba cerrando más y más. Cuando ya no se veía nada, a los cinco minutos del segundo tiempo, el referí suspendió el partido. Se fueron todos a los vestuarios, se ducharon, se vistieron y al hacer recuento de efectivos los santiagueños descubrieron que les faltaba el arquero. Lo mandaron al capitán del equipo a buscarlo y cuando consiguió llegar hasta el arco, en medio de una niebla impresionante, lo vio al arquero tratando de avizorar algo a través de la oscuridad.
-¡Pedazo de abombao...i ¿No sabís que el partido se suspendió hace cuarenta minutos?"
Y el arquero le contestó, aliviado:
-Ya me parecía que no podíamos estar dominando tanto...
(JUGO DE FÚTBOL - 1972)