La historia ubicará a Ángel Di María como el héroe que marcó el gol que cortó la racha de 28 años sin títulos de la Selección Argentina.
Todavía en el Maracaná, Fideo celebró a la distancia con los suyos en un diálogo que combinó emoción y desahogo. “Tanto romperme el ojete para estar acá y se logró. Lo logramos, los amo mucho y gracias por bancarme, por apoyarme siempre. Los amo. ¿Viste? Algún día se iba a romper la pared… Se rompió. Me la di muchas veces, pero seguí estando acá. Nunca aflojé, pa, como siempre me enseñaron. Siempre estuve ahí y se terminó dando…”..
8 meses después, el propio Di María dio detalles: "La primera videollamada fue a mi mujer y a mis hijas, que con la locura que estaban ya estaban cerca del Monumento a la Bandera para festejar. Deseaban con el alma que Argentina gane un título. Pude hablar poco y nada con las tres. Era difícil poder hablar, fue algo inolvidable para toda la familia", dijo en Qatar, historias de una ilusión, un podcast de Ariel Senosiain.
A pesar de la emoción violenta por la conquista reciente, Di María pudo ponerle palabras a tantos años de sufrimiento en la conversación que mantuvo con sus padres: "Esa pared me llevaba a muchas cosas: el sufrimiento de mis lesiones, el sufrimiento de mi familia, el sufrimiento de todas las barbaridades que tuve que escuchar. Todo eso se me cruzó en el momento de llamar a mis viejos. Una alegría doble, ellos son argentinos al 2000x2000. Querían que Argentina salga campeón también, sacando que yo estaba. Vivíamos siempre mirando a la Selección cuando éramos chicos. Siempre deséabamos que Argentina gane y esta vez fue doble: estando yo, ganando la Selección después de 28 años".