…Parecía que también los argentinos de la tribuna habían corrido la maratón... Por Zabalita, el héroe, se alzó la bandera en el mástil olímpico. Por Zabalita, el campeón, se tocó el himno argentino, malísimamente, pero nunca pareció más lindo. Y por Zabalita, el muchacho del pueblo, se puso de pie el estadio entero…
(Fragmento de la crónica del enviado de El Gráfico Félix Daniel Frascara en 1932).