Cuando en 1952 Antonio Pacenza llegó a los Juegos Olímpicos tenía 24 años y una carrera destacada en el amateurismo argentino. Su primer combate lo venció ajustadamente por puntos (2-1) contra el sueco Rolf Storm. En cuartos de final ganó los tres rounds y dejó fuera de carrera al brasileño Lucio “El Tigre” Grotone. En la semifinal repitió la hazaña y se aseguró una medalla cuando derrotó al representante de la Unión Soviética, Anatolij Pierow.

En la final su rival fue el estadounidense Norvel Lee, un ex pesado que, por recomendación de sus entrenadores, adelgazó para competir en la categoría de semipesados. Los tres rounds fueron para Lee que superó ampliamente a su contendiente argentino, quedándose Pacenza con la de Plata.

Con este triunfo Norvel Lee volvió a encabezar la tapa de los diarios de su país, como cuatro años atrás cuando fue uno de los primeros en desafiar la ley que prohibía a los negros sentarse junto a los blancos en los colectivos y terminó encarcelado.

En 1953, el Toro Pacenza se convirtió en profesional y disputó con Atilio Natalio Caraune el título argentino de semipesados y fue derrotado por nocaut en el noveno round.