Diego Eterno

Maradona: ranas fritas en Devoto vestido de Versace

La desopilante anécdota que contó el actor Luciano Castro sobre Diego.

Por Redacción EG ·

09 de mayo de 2024

DIEGO MARADONA FUE UN SER INEFABLE, además de un genio absoluto con la pelota en los pies. Su personalidad embriagó a todo el mundo que estuviera a su alrededor, como le pasó al reconocido actor Luciano Castro, muy vinculado también con el deporte y su pasado como arquero en las inferiores de Argentinos, club del que también es hincha.

El protagonista de muchos sucesos televisivos y teatrales señaló que "me la pasaba con él, íbamos con el camión al entrenamiento de Boca. Yo viajé, conviví, pasé días y noches enteras durante dos años y pico con Diego, pero no tengo una foto, una remera, un recuerdo, un autógrafo. Estaba con él y cualquier perejil le pedía de todo. Yo nunca, no me salió. Eso sí: tuve charlas extraordinarias".

 

Imagen Luciano Castro vivió una relación muy profunda con Diego Maradona.
Luciano Castro vivió una relación muy profunda con Diego Maradona.
 

En el programa Perros de la calle, Castro contó cómo fue que conoció a Maradona y la desopilante anécdota que surgió de dicho encuentro: 

"Yo estaba viendo a las inferiores de Argentinos y él fue a ver a su sobrino, Dani López, con Dalma y Claudia. Yo estaba sentado con unos amigos y me dice: 'eh, vos, el de la tele. ¿Te gustan las ranas?'. En mi vida había comido ranas y le contesté: 'me encantan'. Entonces me dice: 'te espero en Devoto a las 8, vení que voy a hacer ranas. Venite que Dalmita te quiere conocer', seguro que porque miraba Jugate conmigo", el éxito de la TV en el que saltó a la fama.

Y prosiguió: "A él le encantaban las ranas fritas. Me dijo que vaya a las 8 y llegué a las 6, ja. No comí ni una rana, sólo me la pasé mirándolo. Diego tenía 36 y recién llegaba de Europa. ¿Sabés lo que era el gordo vestido de Versace, hermoso, recién llegado de Sevilla?".

Después contó que "me regaló un reloj y también pasar una navidad con su familia: llegué con mi camioneta y la estacioné. Al rato salió recaliente porque la gente se amontonaba en la puerta a tirar cohetes. '¿Y esta camioneta de mierda quién la puso acá?', gritó. Le metió un zurdazo y le abolló toda la puerta. Era la zurda de Maradona. 'Diego, es mía la camioneta...', le expliqué. 'Callate, entrá, después te la pago', me contestó".

"Tanto él como Claudia y sus hijas me dieron amor puro. Por eso quisiera conocer a Messi, para poder conocer al otro grande que tuvimos", concluyó.

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