Diego Eterno

Maradona, inédito: una visita especial en Boca... antes de Boca

"A la edad de los cuentos escucha ovaciones": el mejor futbolista de todos los tiempos, días después de su debut en la Selección, fue retratado por el lente de El Gráfico en las vías linderas de la Bombonera.

Por Pablo Amalfitano ·

27 de febrero de 2024

¿De qué libritos de cuentos se le puede hablar si ha pasado a ser el príncipe protagonista de una historia de magos, hadas y gnomos?

DIEGO MARADONA se convirtió, a fines de los años '70, en un ícono de la Selección Argentina. El mejor futbolista del mundo, un guerrero inclaudicable con la camiseta celeste y blanca, alimentó su leyenda en base a las proezas que nacían de su mágica zurda.

La cúspide, sin dudas, llegó con el campeonato mundial de 1986, con la consagración en el estadio Azteca, después de eliminar a los ingleses y tras la épica final contra Alemania Federal. Pero la historia había comenzado casi una década antes: la primera vez que Maradona vistió la casaca de la Selección fue el 27 de febrero de 1977, en la cancha de Boca, en un triunfo por 5-1 ante Hungría, bajo la dirección técnica de César Luis Menotti. Diego tenía apenas 16 años.

"No lo voy a negar: cuando Menotti me dijo que entraba sentí miedo. Para colmo el público gritaba mi nombre. Después del pase que le hice a Houseman me tranquilicé; los muchachos me ayudaron mucho", dijo el pequeño Diego, días después, en una entrevista con El Gráfico.

La nota fue realizada el 2 de marzo de 1977, pocos días después del estreno en la Selección mayor, y salió publicada en la edición número 2996, con fecha del 8 de marzo del mismo año. La particularidad es que Maradona, por entonces jugador de Argentinos, fue entrevistado en la Bombonera, el escenario del partido ante Hungría, pero varios años antes de convertirse en un ídolo de Boca, el equipo al que fue transferido en 1981. 

Imagen Diego Maradona, en la Bombonera, días después de su debut en la Selección.
Diego Maradona, en la Bombonera, días después de su debut en la Selección.
 
"Mamá, me voy con EL GRÁFICO", dijo uno de los ocho hijos del señor Maradona, el mayor de los cinco varones: Diego Armando. "¿No vas a comer nada?", le preguntó su madre. Emocionado, el niño respondió: "No importa, por allá me como un sándiwich. Chau, hasta luego". 

Nacido el 30 de octubre de 1960, Diego había debutado en los Cebollitas en 1973 y, apenas tres años más tarde, en octubre y diez días antes de cumplir 16, ya había deslumbrado en la primera división con la camiseta de Argentinos Juniors. Seis meses después ya vestía la camiseta de la Selección. El Gráfico lo presentó como un prodigio: "A la edad de los cuentos escucha ovaciones", tituló. Y acompañó: "Diego Maradona, 16 años, jugador de primera, debutante en la Selección nacional".

Todavía adolescente, Diego le decía a esta revista, con total soltura, días después de su estreno en el equipo de Menotti, ante el grito de las tribunas por su ingreso en la Bombonera: "Ya sé que todos dicen lo mismo, que no se van a agrandar. El asunto es decirlo y cumplirlo. Y yo voy a cumplir. Lo único que quiero es que papá no trabaje más, que descanse. Tiene 49 años y se pasó toda la vida cuidándonos y rompiéndose el alma para mantenernos. Si todo va bien le voy a asegurar la vida a mi familia. Nosotros somos muy pobres: antes vivíamos en Villa Fiorito; ahora, por lo menos, tenemos la casa que me alquila Argentinos Juniors".

La entrevista contiene un pasaje con narrativa de crónica para revivir el momento que vivió Diego durante su primer partido con la Selección, de la que luego se convertiría en el mayor emblema: Tiene edad para escuchar cuentos; sin embargo, lo que escuchó el domingo 27 de febrero de 1977 fue una ovación y miles de gargantas coreando su nombre. Ahora, ¿de qué libritos de cuentos se le puede hablar si ha pasado a ser el príncipe protagonista de una historia de magos, hadas y gnomos?

"Pasé a cuarto año del comercial. Cada día se me hace más difícil estudiar. Me entreno mañana y tarde. No sé cómo voy a hacer. Yo quiero seguir", se sinceraba Diego ante el grabador de Carlos Ferreira, quien luego sentenciaría: "El cuento va a seguir. Lo va a ir escribiendo Diego, de puño y letra, de pie y pelota. Es un cuento de amor". Vaya si lo fue: poco después se adueñaría de la Selección.

El trasfondo de aquella reveladora entrevista, no obstante, habría escondido una historia premonitoria nunca antes revelada: El Gráfico retrató a Maradona, con el lente de Gerardo Prego, en una producción inédita que fuera realizada en las vías linderas a la Bombonera. En pocas palabras: una visita especial de Maradona a Boca... cuatro años antes de su llegada a Boca. El destino lo tenía escrito y, por eso, el debut con la Selección tuvo lugar en la cancha del Xeneize.

Las imágenes nunca antes vistas

 
Imagen Diego Maradona, inédito, al lado de la Bombonera.
Diego Maradona, inédito, al lado de la Bombonera.
  
Imagen Diego Maradona, en las inmediaciones de la cancha de Boca.
Diego Maradona, en las inmediaciones de la cancha de Boca.
  
Imagen Maradona, en la vieja platea, frente a las tribunas donde hoy están los palcos.
Maradona, en la vieja platea, frente a las tribunas donde hoy están los palcos.
  
Imagen Maradona, de espaldas, inédito.
Maradona, de espaldas, inédito.
  
Imagen Premonitorio: la sonrisa inconfundible.
Premonitorio: la sonrisa inconfundible.
  
Imagen Maradona y el viejo cartel señalizado para los socios.
Maradona y el viejo cartel señalizado para los socios.
  
Imagen Una caminata por las vías de la Bombonera.
Una caminata por las vías de la Bombonera.
  
Imagen Diego, desde la platea baja.
Diego, desde la platea baja.
  
Imagen Diego, siempre fotogénico.
Diego, siempre fotogénico.
  
Imagen Diego Maradona: la sonrisa como bandera.
Diego Maradona: la sonrisa como bandera.
 

Imágenes exclusivas: archivo El Gráfico (Julián Marcel)