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Balance europeo 2012/13: Estilo Simeone (I) y el tren de la alegría catalana (II)

El Cholo puso sus credenciales para ganar Supercopa de Europa y Copa del Rey con el Atlético de Madrid, que va por más. Además, con Tito Vilanova en lugar de Guardiola en el banco, el equipo catalán pulverizó la liga española de entrada.

Por Redacción EG ·

09 de junio de 2013
 Nota publicada en la edición de junio de 2013 de El Gráfico

Imagen EN EL AIRE. Los jugadores del Atlético de Madrid y el agradecimiento al Cholo tras la victoria contra el Real Madrid en la Copa del Rey.
EN EL AIRE. Los jugadores del Atlético de Madrid y el agradecimiento al Cholo tras la victoria contra el Real Madrid en la Copa del Rey.

CON ESTILO SIMEONE


El Cholo lo hizo de nuevo. El Atlético de Madrid empezó y terminó la temporada bañado en champagne: paseó al Chelsea en la Supercopa Europea (4-1, segundo trofeo de la historia) y levantó la primera Copa del Rey en 17 años, tras derrotar 2-1 al Real Madrid en la prórroga.

En el medio, se convirtió en el primer equipo que se animó a acortar la brecha que los dos grandes le habían sacado al resto. Y aunque perdió los 4 enfrentamientos directos por la Liga (tarea para la 2013/2014), tuvo la valla menos vencida del torneo y cerró con un merecido tercer puesto, un lugar en la próxima Champions y la certeza de que este equipo, viva expresión de lo que Simeone refleja fuera del campo, aún no llegó a su techo.

El desafío es cómo continuar si llegara a perder a dos puntales: el arquero belga Courtois y el centrodelantero Falcao. Pero el Atlético ha sabido sobrevivir al adiós de los goleadores (Torres, Agüero) y esta no será la excepción. Además, por primera vez contará con ventaja frente al Barça y el Madrid: mientras sus rivales terminaron con río revuelto, los del Simeone iniciarán la 2013/2014 con la estructura armada, la filosofía aprendida y la gran motivación de dar el golpe. Y de eso, el Cholo –tres títulos en año y medio– demostró que algo sabe.

Por Martín Mazur 
@martinmazur en Twitter





Imagen LA MASIA: ocho jugadores criados en la cantera, en pleno festejo. Barcelona arrasó en la liga.
LA MASIA: ocho jugadores criados en la cantera, en pleno festejo. Barcelona arrasó en la liga.
En su primera temporada sin Guardiola, el Barcelona pulverizó la Liga en el primer semestre y navegó a velocidad crucero hasta la cómoda victoria final. Tito Vilanova demostró que el equipo no le quedaba grande y que era capaz de seguir mostrando el esplendor de su juego arriesgado y de alto nivel. Y hasta logró manejarlo a distancia y por control remoto, durante su tratamiento médico en Estados Unidos. Messi, en tanto, siguió batiendo récords y jugando partidos contra sí mismo. 

Pero en su primera temporada sin Pep, el Barcelona también perdió estrepitosamente en la semifinal de la Champions League, luego de haber coqueteado con la derrota en octavos de final (0-2 vs. Milan) y cuartos de final (pasó al PSG en el Camp Nou por el empate de Pedro a 19 minutos del final).

Ahí radica lo curioso de este Barcelona 2012/2013: los dos análisis son válidos y los dos deben ser tomados en cuenta. Pero daría la impresión de que lo último tuvo más resonancia que lo primero. Y así se terminó hablando de fin de ciclo y necesidad de un reset forzoso, como si la temporada hubiera sido un fracaso, en lugar de atacar temas puntuales (físicos, dirigenciales y futbolísticos). 

Antes de embarcarse en grandes revoluciones con mucho marketing y poco sustento, el club catalán debe pensar bien cuáles son los retoques y ajustes que debe realizar para mantenerse arriba. Ya confirmó la llegada del brasileño Neymar.

Por lo pronto, la no renovación de contrato anunciada por Víctor Valdés obligará a buscar un arquero que se adapte a la medida del club. Entre los nombres que se muestran junto al asterisco de mercado aparecen los de David Villa, Alexis Sánchez, Thiago Alcántara, Abidal, Puyol y Fábregas. 

En la firmeza de las decisiones y en la tranquilidad de las convicciones radicará el nuevo Barcelona. Si vende y compra a mansalva reafirmará sus insensatas ganas de empezar de cero, con el riesgo latente de la autodestrucción. Si mantiene la base y se refuerza a conciencia, fortalecerá el espíritu del grupo que más alegrías le ha dado al club en toda su historia.  

Por Martín Mazur 
@martinmazur en Twitter