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Al ritmo del cuartetazo, Argentina borró a Ecuador y saltó a la punta
Fue 4-0 en el Monumental, con goles de Agüero, Higuain, Messi y Di María. La Selección mostró todo su poderío ofensivo al compás de Leo y sus acompañantes. A Sabella le queda seguir ajustando el circuito defensivo.
Lionel Messi, otra vez figura en la Selección, ejecuta un movimiento delicioso.
CAMBIO DE RITMO. En los primeros minutos, la señal de desequilibrio táctico favorable a la Selección la daba el movimiento de Di María, que con su pique al vacío por izquierda, cerca de la raya, ponía en problemas a Achilier y le cambiaba la velocidad al partido. Hasta entonces, el jugador del Real Madrid había logrado sorprender en la jugada pero sin réditos en la finalización. Igual, en él y en las corridas eléctricas de Messi estaban las posibilidades de abrir el partido. El único tema es que estaban demasiado lejos.
1-0. Agüero festeja la apertura del marcador, a los 20 del primer tiempo.
JUEGO DE SOMBRAS. Hasta entonces Ecuador era un rival incómodo desde una propuesta cercana al 4-6-0 ultra defensivo que aspiraba a no dejar espacios entre líneas. Con la cancha inclinada en su contra y la pelota siempre en pies argentinos, el juego de Ecuador era esperar sin saber bien qué cosa. Quizás apelaba a la impaciencia del público y a que la Selección no engranara, cosa que ya se ha visto en duelos previos ante los ecuatorianos y en el partido de estas Eliminatorias ante Bolivia. Curiosamente, en la previa del 1-0 se llegaron a escuchar algunos silbidos para que la salida argentina no fuera tan lenta: fue apenas una jugada, porque el gol de Agüero a los 20 minutos le dio al partido el giro que merecía. La impaciencia no iba a ser uno de los condimentos de la noche.
2-0. Mazazo de Higuain a los 29, asistido por Messi.
3-0. Nocaut de Messi en una jugada rapidísima, con gran asistencia de Higuain.
COMPLICACIONES ATRAS. Recién con el 0-3, Rueda se animó a armar el equipo que más problemas le habría traído a la Selección. A los 40 del primer tiempo entró Ayoví, para complementar en ataque a Benítez. Para el segundo tiempo se sumó Montero. Afuera Saritama y Suárez, el 4-5-1-0 pasaba a ser un 4-3-1-2. Y la defensa argentina seguía dejando muestras de que todavía tiene mucho por trabajar. Fernández-Garay tuvieron problemas en las pelotas cruzadas y dieron la impresión de estar siempre al límite. Garay quería anticipar muy arriba y muchas veces quedaba fuera de la jugada. Fernández falló varios pases en salida. Y los laterales nunca pudieron ser armas de ataque pero tampoco garantía defensiva: Zabaleta hizo varios fouls y tuvo problemas por su sector. Seguramente, la misión de Clemente era no dejar desprotegido su sector y en eso cumplió más que en Boca: no le ganaron la espalda porque el partido no lo obligó a que se desprendiera, pero sí perdió un par de veces en velocidad contra Valencia, que logró desbordarlo y tirar el centro.
ALERTA AMARILLA. Para un partido tan fácil, el saldo de 4 amonestados y dos suspendidos para el próximo duelo ante Paraguay (Mascherano y Agüero) es demasiado alto. Todas las amarillas fueron evitables. Agüero por tirarse en el área, Higuain por jugar al handball, Di María y Mascherano por excederse en la marca en situaciones que no lo ameritaban.
PLAN B. La salida de Agüero y el ingreso de José Sosa, que había sido la única duda de Sabella a la hora de idear la formación, cambiaron el dibujo: El Di María que había empezado bien abierto por la izquierda y que había sido resolutivo en el medio terminó jugando bien abierto a la derecha; Gago y Mascherano funcionaron como doble eje central y Sosa se sumó a los ataques desde la izquierda, con Messi suelto e Higuain de killer. ¿Será este el esquema que utilizará para el partido ante Paraguay, sin Agüero?
DOBLE PIVOTE. A Gago se lo vio muy voluntarioso en el despliegue y recorrió más metros que Mascherano. Quiso sorprender pasando al ataque al vacío en varias oportunidades, aunque la pelota no le llegó. Menos virtuoso en la distribución que otras veces, estuvo muy efectivo en la marca, y llegó a recuperar varias pelotas en posición desfavorable. Mascherano no se transformó en tercer central porque los laterales no se desprendieron de manera simultánea, pero aunque erró varios pases en el primer tiempo, de sus pies también nacieron, por entrega rápida en situación de salida, dos de las tres jugadas de gol de esa etapa. Esto ayuda también a desmitificar que Mascherano sólo recupera o que Gago sólo funciona como un regista italiano.
4-0. Di María llegó libre por derecha y cerró la goleada.
ME-SSÍ, ME-SSÍ. Los cantitos para Leo se hacen cada vez frecuentes durante el transcurso de los partidos. El amor del público para con el 10 encuentra merecidas muestras de agradecimiento en la cancha, con un Messi que sigue demostrando en cada corrida que quiere ser el gran líder espiritual de la Selección y que a fuerza de fútbol, piques, caños y goles, va por el mejor camino para serlo.
FINAL. Fue 4-0 contra Ecuador, un equipo que vino al Monumental confiado en dar el batacazo pero terminó siendo víctima del cuartetazo.
Martín Mazur