Los senegaleses y neerlandeses le pusieron color a la previa y a las tribunas pero no lograron completar toda la capacidad de 40 mil asientos del moderno e impactante estadio ubicado a 12 kilómetros al sur del centro de Doha.
El recinto tiene uno de los diseños más llamativos del Mundial ya que la parte exterior simula ser una "gahfiya", el tradicional sombrero que constituye un elemento fundamental de la vestimenta masculina de la región del Golfo.
Las tribunas lucieron varios claros en varios sectores, sobre todo en la parte central de la primera bandeja ubicada enfrente de los bancos de suplentes.
Los africanos fueron los más ruidosos con trompetas y tambores que sonaron sin parar desde una de las cabeceras comandados por un grupo de siete hombres que se pintaron el torso de blanco y cada uno se representó una letra de Senegal.