PEP GUARDIOLA rompió el silencio y aclaró el diálogo que mantuvo con su principal figura y goleador del equipo, Erling Haaland.
En una imagen que dio vueltas al mundo este viernes, el entrenador catalán saltó al campo de juego en el entretiempo del duelo que su equipo le ganó 3-0 a Burnley para increpar a Haaland y a un camarógrafo.
Por eso, una vez consumada la goleada en Turf Moor, el técnico fue consultado por esta inusual actitud, sobre todo tras el doblete marcado por Haaland en ese primer tiempo.
"Él (Haaland) quiere todo el tiempo la pelota para jugar hombre contra hombre. "Dame la pelota para adelante" o "dame la pelota para atrás y yo lo voy a hacer". Pero cuando quedan 2 ó 3 minutos y Kovacic o Rodri pierden la pelota detrás tuyo, y Erling pide la pelota, Bernardo Silva hace bien en no dársela", explicó Pep a la prensa.
De todos modos, Guardiola luego le bajaría los decibeles al asunto: "No hay ningún problema. Se trataba de una conexión con los jugadores y en una jugada particular. Quería el balón detrás de él y ese balón no tiene que estar detrás. A veces hay que tener paciencia para encontrar el momento adecuado. Él no estaba frustrado, yo no estoy frustrado".
"En el fútbol pasan estas cosas. No hay que ser dramático. Hizo dos goles y está contento. Estuvo tremendo en la segunda mitad. Sabemos lo bueno que es de cara al arco rival. Siempre hay cosas por mejorar", agregó Pep.
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