Llegó a Ferro en 1971 procedente de Defensores de Belgrano. Jugaba de puntero izquierdo, pero también se movía por la derecha. Hábil y veloz, debió luchar especialmente contra la portación de apellido: ¿cómo podía llegar a ídolo un tipo que se llamaba Prycodko?Cuando el equipo de Caballito se fue al descenso, y por problemas con algunos dirigentes, pidió que lo vendieran, apareció en Avellaneda para vestir la camiseta de Racing. En la Academia comenzó a destacarse, pero sucesivas lesiones -la más importante fue una fractura en la pierna derecha- le hicieron perder continuidad.Jugó 33 partidos y marcó sólo un gol. "Cada tanto meto uno", solía decir.