Angel Alberto Marcos, nació en Buenos Aires el 7 de abril de 1942. A los 24 años debutó en Ferro, donde permaneció por dos años, jugando como delantero de área. Metió dos goles en 16 partidos y se despidió del equipo donde había hecho las inferiores.

En 1966 llegó a Nueva Chicago, pero jugó unos pocos partidos. Eso sí: la rompió. Grandes actuaciones y solo cuatro goles bastaron para dejar un buen recuerdo suyo a los hinchas del Torito.

Un año después, luego de atravesar una grave ulcera estomacal, pasó a Chacarita, donde también brilló. Así fue que el entrenador de la Selección Renato Cesarini decidió convocarlo y lo pudo convencer de jugar como puntero derecho. En 1969, ya como capitán del Funebrero, fue goleador y uno de los principales responsables de la obtención del primero (y el único) campeonato en Primera División.

Marcos integró el equipo argentino que fue eliminado por Perú en la clasificación para el Mundial de 1970.

En 1971, después de analizar varias ofertas, recaló en el Nantes. Con el equipo francés, se consagró campeón de la temporada 1972-73. Convirtió 34 goles en 82 partidos.

Cuatro años más tarde, llegó al Toulouse, donde también tuvo un gran éxito. Las cifras fueron muy similares a las logradas con su equipo anterior: 86 partidos y 38 goles.

Tras su retiro, comenzó a hacer el curso de director técnico. Rápidamente, consiguió trabajo como entrenador del Toulouse, poco después dirigió a La Rochelle.

Después, pasó a conducir los equipos árabes Ismaily y Al Ain FC, pero decidió regresar a Francia. Desde 1999, entrenó al Niort, al Lorient y al Nantes.

A partir de 2008, comenzó a trabajar como asesor técnico del Niort.

Por Alejandra Altamirano Halle