El primero de la era profesional. Lema, Pacheco, Brizuela, Bellomo, Baigorria y Wilson, arriba. En la fila de abajo posan Magan, Cantelli, Petronhilo do Brito, Diego García y Arrieta. Pelearon mano a mano con Gimnasia, River y Boca. A lo Ciclón, al final fueron campeones. 

Fútbol de oro. Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino formaron un terceto de alto nivel futbolístico y de eficacia notable.

La vuelta olímpica la dieron los jugadores y una multitud que colmó la cancha de Ferro y luego prosiguió la fiesta en Almagro y Boedo. 

Trece años despues llegó el tercer título, logrado varias fechas antes. Sanfilippo, capitán y goleador del equipo y del campeonato, encabeza la vuelta triunfal. Lo siguen Martina, Facundo, Schiro, Herrera, Omar Higinio García, Castillo, Páez, Boggio, Cancino y Reinoso.

Matadores. En el Monumental de Núñez, celebran la obtención del Metropolitano, invictos, Rosl, en el suelo, tomándole el brazo a Cocco, Villar y Buttice en un abrazo interminable. Fischer y Veglio ruedan apretujados. Una locura colectiva tras vencer 2-1 a Estudiantes.

El Metro. Celebración en el Tomás A. Duco antes del clásico con Huracán. Otros tiempos, de mucha rivalidad, pero también de mayor espíritu deportivo. Rosl y Heredia llevan la bandera azulgrana. Glaría y Ayala aprietan fuerte la enseña nacional.

El Nacional. El segundo título en la misma temporada, toda una hazaña, porque además se logró sin perder un solo partido. En andas de los hinchas, en plena cancha de Vélez, tras el triunfo ante River, Victorio Cocco, una de las figuras del gran equipo del Toto Lorenzo.

Fin de año feliz.  Otra vez la cancha de Vélez, pero otro rival: Ferro, que tenía un equipazo. La final del torneo Nacional fue dura y emotiva. El equipo de Osvaldo Zubeldía ganó 3 a 2, días antes de la Navidad. El exitoso ex técnico de Estudiantes vivió otra noche buena.

Pasaron 21 años. La sequía de títulos se cortó en el Clausura con el Bambino Veira como técnico. En más de dos décadas sólo se había celebrado el ascenso en 1982; por eso, este gol del Gallego González a Central, en Rosario, se celebró el triple. Agónica celebración.

No hubo que esperar tanto para volver a festejar. En el Clausura, después de la derrota frente a River, el equipo del ingeniero Pellegrini no perdió más y llegó a una marca récord de victorias en la Argentina. El Pipa Estévez, en homenaje a Saric, grita ¡campeones!

Mercosur. Las manos mágicas de Saja hicieron posible que se pudiera lograr el primer título internacional. Debió haber sido el 19 de diciembre de 2001, pero la crisis obligó a esperar más de un mes. En pleno verano, el arquero goleador frustró a Flamengo y fue el delirio.