La tormenta perfecta
Después de la humillante derrota frente al Bayern Munich, los remedios elegidos no fueron los adecuados.
El portazo
Así llegamos hasta hoy, donde la noticia sacude al mundo: Messi se va.
La idea de acogerse a la cláusula de rescisión está firme: para él y su entorno dicho punto contractual sigue vigente después del partido con Bayern. Con ese encuentro se terminó la temporada.
Lo que vendrá
En el futuro, desde hace tiempo, hay tres chances en el horizonte. Messi quiere seguir “compitiendo” y hay al menos tres proyectos que están dispuestos a arroparlo.
El Manchester City de dos viejos conocidos: Pep Guardiola, quien lo crió, y Sergio Agüero con el quien forjó una hermandad en la selección argentina.
En otro punto de Europa está el PSG. Después de perder la final con el verdugo del Barcelona, la sangre sigue en el ojo. Los jeques no van a escatimar recursos para tentarlo, más allá de la presencia de su amigo Neymar, su coterráneo Angel Di María y la estrella francesa Kylian Mbappé.
Para el final dejamos al Inter, otro proyecto que está en alza. El equipo milanés quiere volver a los primeros planos, de la mano de Javier Zanetti como director deportivo y con Lautaro Martinez en el equipo.
Ahora empieza el momento de la seducción. Después de 16 años haciendo el mismo camino, viendo los mismos paisajes, oliendo los mismos aromas, Leo dice adiós: 634 goles, 34 títulos, muchas alegrías, algunas tristezas, una familia y tres hijos.
Es hora de de pegar el portazo. Messi sabe bien que no fue él, sino Bartomeu y sus decisiones. No soy yo, sos vos.
Diseño y edición de fotografía
Matias Di Julio