Todo es efímero
Hace tan solo una semana, después del superclásico, Riquelme se desgañitaba en una vacía Bombonera, para que los pocos periodistas que estaban allí, "tomaran conciencia" de que River hacía rato jugaba mal. Ese empate ante el rival de toda la vida había dejado la sensación de que el equipo de la Ribera, tras el revitalizante triunfo por 7 a 1 ante Vélez, se ponía de pie. Por contraposición River entraba en una zona de dudas, un supuesto tembladeral en el que Gallardo debería reinventarse como nunca.
Una semana más tarde, si una semana, la tapa del domingo fue la goleada extraordinaria de River, los cuatro goles de Borré y la vuelta al equipo que todos conocen.
Tambień, una semana después, Boca Juniors no pudo hacer pie ante Talleres de Córdoba en su estadio, perdió un partido de manera inapelable, en medio de una amnesia total. Nada quedó del equipo que empató con River y que supuestamente lo había desnudado para siempre. Solo imágenes sueltas, ataques esporádicos, la pelea entre Fabra e Izquierdoz (que es una muestra de la falta de liderazgo) solo deja una foto, un instante en el tiempo de un partido que los desconcertó a todos de principio a fin.
Extraviados
Diego Dabove, a través de su trabajo en Godoy Cruz y Argentinos Juniors, demostró su valía en el fútbol argentino. En San Lorenzo las cosas son distintas (en rigor de verdad hace rato lo son) no puede encaminar un funcionamiento que convenza a propios y extraños. Del 2018 al presente Jorge Almirón, Juan Antonio Pizzi, Diego Monarriz, Hugo Tocalli (interinato),Mariano Soso y el mismo Dabove, no han podido enderezar el rumbo. El "Romero-Gate" al parecer culpables de todo lo malo y nade de lo bueno, más una cantidad de cambios poco habituales en tan poco tiempo, son parte del extravío que vive el equipo de Boedo. El partido de ayer frente a Aldosivi es la muestra de todo lo que le falta. Hoy por hoy, fuera de clasificación en la Copa de La Liga, pero con vida en la Libertadores.
La nueva normalidad
La designación de Julio Falcioni sorprendió a todo el mundo, no por sus pergaminos sino por su falta de actualidad. Los dirigentes de Independiente apostaron a un entrenador que ordene un poco la casa, que le de solidez, algo de lo que carece desde hace tiempo. El convulsionado paso de Pusineri dejó un plantel depurado y un "puñado de pibes" que prometen. El nuevo ciclo del "Emperador" no arrancó de la mejor manera, cayó con Lanús de local y después cosechó 5 victorias consecutivas (Patronato, Gimnasia, Newell 's, Villa Mitre y la goleada ante Sarmiento, la más resonante.
Por lo efímero, el extravío o la nueva normalidad, los más grandes del fútbol argentino transitan momentos difíciles y complicados. Pero calma todo puede cambiar, más allá de cachetazos, goleadas, desplantes o derrotas inesperadas,nada está dicho.