¡Habla memoria!

La madrugada que César Luis Menotti dio la vuelta olímpica en el Obelisco

El entrenador y sus ayudantes fueron los únicos integrantes de una Selección que festejó en el Obelisco de la ciudad de Buenos Aires un título del mundo.

Por Julián Marcel ·

06 de mayo de 2024

A los 85 años, César Luis Menotti pasó a la inmortalidad. El ex jugador y entrenador falleció pasadas las 15 de este domingo luego de permancer internado durante poco más de un mes en el Sanatorio Agote del barrio de Recoleta tras padecer un severo cuadro de anemia

Con su recuerdo, quedan las historias que la memoria recogerá por siempre: algunas conocidas, otras no tanto. Para ingresar a ellas, hay que hurgar en el tiempo o en los archivos que esperan pacientes en los anaqueles y bibliotecas. Una de estas historias ocurrió en las primeras horas del  26 de junio de 1978. Un día antes, Menotti y su selección nacional habían conquistado por primera vez la Copa del Mundo para nuestro país.

Propio del sentir popular en el hincha del fútbol es la de prometer algo si tu equipo o mismo la Selección conquista un título: cuando Argentina se consagró campeón en Qatar 2022, los tatuajes de la Copa y de Lionel Messi abundaron en las redes sociales. Para 1978, esto no era una novedad. César Luis Menotti y su cuerpo técnico también habían prometido algo: si Argentina era campeón del mundo, él personalmente iba a dar la vuelta en el Obelisco. 

Esta anécdota fue recogida en su libro "Cómo ganamos la Copa del Mundo" y que El Gráfico replicó en su articulo "Menotti cumplió su promesa" de la edición 3065, del 4 de julio de 1978. 

"...Y en cuanto pude me fui [del predio Fundación Natalio Salvatori, donde la Selección de 1978 concentraba] porque tenía que cumplir una promesa" empieza diciendo el Flaco Menotti. "Para poder salir sin que me viera la gente tuve que meterme en un camión de la policía. Un amigo mío, [Vicente] el negro Nieva, me seguía con mi auto".

 

Imagen La nota que cuenta esta curiosa historia relatada por Menotti.
La nota que cuenta esta curiosa historia relatada por Menotti.
 

Menotti narra la curiosa estrategia de esta vuelta olímpica: "El negro Nieva era el planillero, la llenó con los datos de los cuatro que ibamos a dar la vuelta: [Roberto] Saporiti, [Rogelio] Poncini, [Ricardo] Pizzarotti y yo. Saporiti era el técnico y planificaba los movimientos. A mi me dió la orden de correr como un diez atrasado, pero en cualquier momento -cuando él me gritara- yo tenía que pasar al ataque o sea agarrar la punta del pelotón". 

Sin embargo, este recorrido no pudo hacerse sino en altas horas de la madrugada."A eso de las cuatro y media subimos a la camioneta y mientras ibamos para el centro nos empezamos a cambiar. Nos pusimos la camiseta de la Selección con el escudo de AFA, el pantaloncito negro, las medias negras y zapatillas en lugar de botines porque teníamos miedo de caernos". 

Esta promesa que había hecho hacía varios meses debía cumplirse pero Menotti sentía verguenza. Poncini, dice la crónica, fue el primero que se animó a salir de la camioneta y empezó a hacer precalentamiento por la Nueve de Julio. Divisó a unas chicas que también estaban vestidas de la Selección y corrió detras de ellas. Tras él salió Pizzarotti y luego Saporiti. Pero Menotti no salía. 

La narración de Menotti sigue: 

"Ya no tenía excusas. De afuera me gritaban...
-Bajá, miedoso, no arrugués, cumplí tu promesa...
Como la cosa se estaba demorando demasiado, el Negro Nieva me intimó como si fuera un árbitro. 
-Bueno, los equipos a la cancha.
Y abrió las puertas de la camioneta. Ya estaba jugado, salté a la calle y empecé a correr. En seguida me di cuenta que nadie me reconocía. Era demasiado sorpresivo para la gente que estaba ahí festejando y no tuvieron tiempo de darse cuenta. Corrí, corrí y de pronto escuché que Saporiti me grita...
-¡El diez al ataque! 
Entonces me apuré y los pasé a todos. Iba fenómeno, pero cuando terminé de dar toda la vuelta al obelisco viene un tipo de frente y me reconoce...
-¡MENOTTI!
Pegó un alarido que se debe haber escuchado en todo Buenos Aires. Entonces sí, la gente se dio vuelta y se me tiró encima. Por suerte ya estaba cerca de la camioneta y alcancé a meterme antes de que me agarraran. (...) En el viaje de vuelta para el lado de Libertador nos reíamos como pibes. La promesa que habíamos hecho hace unos cuantos meses estaba cumplida". 

 

Imagen Menotti y la Copa del Mundo 1978.
Menotti y la Copa del Mundo 1978.
 

 

Foto de portada e interiores: Archivo El Gráfico