Cubas se fue por la puerta chica

Anoche, sin hacer mucho ruido, Andrés Cubas se tomó un avión hacia Italia, donde jugará a préstamo en el Pescara. La cesión es por seis meses, con un cargo de 150 mil euros y una opción de compra de 4 millones. De esta forma, Boca deja ir a un joven de 20 años que mostró una gran categoría y, en su momento, pareció haberse ganado el difícil puesto de número cinco.

Cubas llegó al xeneize a los 12 años y debutó en Primera en 2014. Jugó 44 partidos en el club, marcó 1 gol, ganó un torneo local y una Copa Argentina. Con Rodolfo Arruabarrena como entrenador, deslumbró a todos con sus condiciones y supo ganarse un puesto como volante central. Demostraba una increíble capacidad para recuperar pelotas y una muy buena técnica para entregarla con precisión y prolijidad.

Una dura lesión en el tobillo lo marginó de las canchas por varios meses y, desde la llegada de Guillermo Barros Schelotto, no pudo volver a ganarse el puesto. No tuvo tantas oportunidades y terminó muy relegado en una posición sobrepoblada (Fernando Gago, Pablo Pérez, Rodrigo Bentancur, Sebastián Pérez y Wilmar Barrios).

Con 20 años, se marcha al Pescara, equipo que marcha último en la Serie A y está a ocho puntos del Empoli, el último equipo que se estaría salvando del descenso. Cuando apareció en Primera, muchos pensaron que su salida del club sería con gloria, marchándose a un gigante europeo, pero diferentes circunstancias fueron modificando su destino. Igualmente es joven y tiene todo lo que se necesita para afianzarse en el viejo continente y relanzar su carrera.