Las Entrevistas de El Gráfico

Luis Oliveto, el árbitro contracultural que se ganó el corazón de Maradona

Aunque se alejó de la profesión en el mejor momento de su carrera, se desvive por el fútbol. Diálogo sin concesiones con el rebelde antisistema que lleva el arbitraje en la sangre y a Comunicaciones en el pecho.

Por Panqui Molina ·

20 de julio de 2023

FUERON VARIOS LOS MOTIVOS que llevaron a Luis Oliveto a tomar la decisión de ponerle punto final a su carrera como árbitro. Llevaba 18 años de trayectoria y tenía todo el futuro por delante cuando optó por colgar el silbato. 

En octubre de 1997 se fue, algo desencantado con el fútbol pese a estar en pleno auge. Dos meses había sido designado para ser asistente en la final de la Copa Libertadores que consagró a Cruzeiro ante Sporting Cristal. 

 

Imagen Oliveto empezó a dirigir en 1979, debutó en 1992 y en 1997 decidió alejarse del arbitraje (GONZALO COLINI)
Oliveto empezó a dirigir en 1979, debutó en 1992 y en 1997 decidió alejarse del arbitraje (GONZALO COLINI)
 

“No me interesaba la plata, veía muchas cosas que estaban mal y me fui”, resume Oliveto a modo de introducción. Pasaron 26 años del retiro y le brinda a El Gráfico casi dos horas de su tiempo, ese que dice que le sobra ahora que está jubilado pero que no malgasta. Lo acompañan las tarjetas que usa Damián, su hijo, también árbitro, para la producción fotográfica que se hará a continuación. La cita es en el mismísimo archivo de la revista que lo tuvo como protagonista en más de una ocasión: el debut de Maradona en Mandiyú, la expulsión a Francescoli contra San Lorenzo, los tres penales de Dopazo en Gimnasia-Argentinos, el estreno de Riquelme y la despedida de Maradona son algunos de los episodios que lo tuvieron como protagonista..

Crítico por definición y rebelde por filosofía, Luis Oliveto jamás consideró al arbitraje como un trabajo sino como una vocación. Usa el pelo largo porque es sinónimo de libertad, dice que prefiere pensar con el corazón que con el bolsillo, reniega de la tecnología porque asegura que está mal aplicada y asegura que en el fútbol de hoy es mucho más fácil ejercer la profesión. 

Con ustedes, el indisciplinado de 69 años de pelo largo que hacía cumplir las reglas dentro del campo de juego, la figura que en nombre de los códigos llegó a dirigir el partido homenaje de Diego Maradona, el hombre sensible que todos los 13 de cada mes celebra junto a su mujer el “cumplemes” con una torta y un champagne.  

 

Imagen Luis Oliveto, en la cancha de Chacarita (ARCHIVO EL GRÁFICO)
Luis Oliveto, en la cancha de Chacarita (ARCHIVO EL GRÁFICO)
 

-¿Qué es de tu vida, Luis?
- Hace un tiempo me empezaron a llamar de diferentes municipios para dar clase de arbitraje. Durante 4 años di cursos en las cárceles en un proyecto que presentamos en la Provincia de Buenos Aires. Pero después del Coronavirus ya me cuesta. La International Board y la FIFA están destrozando el fútbol con las reglas. 

-¿Cómo es eso de explicarle las reglas de fútbol a gente que está presa justamente por no cumplirlas?
-En el arbitraje tenés que aprender una regla, internalizarla y llevarla a la práctica. Había que tratar de que la gente que delinquió o cometió algún delito la internalizara para que supiera que en la sociedad también hay reglas. El tema es que empezaron a cambiar las reglas en el fútbol y a hacer un desastre. Después encima salió lo del VAR que siempre fui muy crítico desde el minuto -1. Yo no puedo dar clases, estoy en contra de lo que están haciendo. Cada vez es peor y nadie lo discute. Cuando me enteré que la FIFA sacó un informe donde decía que el VAR no busca exactitud me puse más en contra del VAR y de la FIFA. 

-¿Y qué pueden hacer los árbitros para cambiar esto?
-Los árbitros son víctimas por los desaguisados que hacen los que hacen los reglamentos. La FIFA piensa en el negocio, el próximo Mundial van a haber 114 equipos (N de R: serán 48). ¿Cómo se van a unir en contra del VAR si cobran doble? Esto lo tienen que ver los jugadores y los técnicos. Están estropeando el fútbol. El reglamento es universal, es para todos igual. La final del mundo y el partido en el campito de la esquina de mi casa se juega igual. Con cámaras se hace justicia para el rico que tiene plata e injusticia para el pobre. No quiero en la sociedad que el ladrón de guante blanco coma en Puerto Madero y el ladrón de gallinas lo tenga de alumno en la cárcel. Tampoco quiero eso para el fútbol. 

-¿Coincidís con la frase que dice que se juega como se vive?
-No te quepa ninguna duda. Están esperando que hagan una ley para evadirla. Acá no roba el que no puede. Al 95% si le das la posibilidad te caga. Los japoneses te cagan con el precio, allá les cortan un dedo

-¿Cómo se combate eso?
-En el fútbol es imposible. Al árbitro lo putean antes de entrar a la cancha. Después cruzo el charco y me tratan de profesor. La mayoría de la gente dice que los políticos, los jueces y las fuerzas de seguridad son un desastre. Bueno, el árbitro representa los tres poderes dentro de la cancha. ¿Cómo querés que te vean bien si en la sociedad ya vemos mal a los que cumplen esas funciones? También hacen todo lo posible para que pensemos mal, pero bueno, el árbitro no tiene la culpa de representar los tres poderes. Acá no se ve un partido como la gente, te duelen los ojos. Algo hay que arreglar.

-Estás muy desencantado con el fútbol, sin embargo tenés un hijo que está haciendo carrera para ser árbitro. ¿Qué le decís?
-Le digo que se divierta, que juegue como si fuera la final del mundo.
Para el tipo que está en inferiores ese partido es la final del mundo. Estoy desencantado con todo lo que veo. 

 

Imagen Luis Oliveto, siempre con el gesto adusto. "Ser árbitro es una vocación", define. (ARCHIVO EL GRÁFICO)
Luis Oliveto, siempre con el gesto adusto. "Ser árbitro es una vocación", define. (ARCHIVO EL GRÁFICO)
 

UN REBELDE CON CAUSA

Luis Oliveto tenía 11 años cuando nació el hippismo, movimiento contracultural con el cual se identificó durante su adolescencia. A los 13 tocaba la batería en una banda de rock. Usar el pelo largo siempre fue su bandera e incluso provocó una demora de 4 meses en su ingreso al arbitraje en AFA.

 “Era mi forma de romper con los códigos impuestos por una sociedad antigua, de no decir que sí y agachar la cabeza, de tener que peinarte con la gomina o tener el cuellito almidonado. La patilla no podía pasar la oreja, el bigote no podía pasar los labios y el pelo no podía tocar la camisa. Era un régimen militar”, describe. 

 

Imagen El pelo largo, sinónimo de rebeldía y libertad para Luis Oliveto (GONZALO COLINI)
El pelo largo, sinónimo de rebeldía y libertad para Luis Oliveto (GONZALO COLINI)
 

-¿No te resultaba contradictorio?
-Yo era el rebelde dentro del régimen militar. Lo combatía desde adentro hasta que me di cuenta de que es mentira que para cambiar las cosas tenés que estar adentro.
Te cortan la cabeza en dos minutos. Me fui porque no me gustaban las cosas, cuando vi que no lo podía cambiar y chau. Al final el confundido era yo, pero yo no estaba confundido. El paso del tiempo me da la razón…

-Sos de enojarte mucho...
-Subo el tono o puteo cuando hablo de algo que me interesa, sino soy un tipo normalmente callado y solitario. Ahora me tocás un tema que me gusta y hablamos tres días seguidos.

-¿Eras de irte a las manos?
Noooo. Con este físico no le puedo pegar a nadie. Una vez en una cancha me dijeron ‘tenés menos carne que rodilla de canario’. Pelear se pelean los animales. Nosotros tenemos inteligencia, habla, te tenés que arreglar. O sino la cortás: yo me cansé de las redes sociales, solo uso el teléfono y hablo por whatsapp. No hablo más con nadie, no tengo problema en no hablar con nadie. Para hablar boludeces o hablar con boludos no hablo con nadie

-¿Cómo fue la decisión de irte del arbitraje?
-Un día dije ‘esto no va para más’. Un amigo que trabajaba conmigo en el Banco Provincia y también era dirigente me ensució. Me estaba por ir a ver al Che Guevara, pero antes hablé con Grondona y le dije: ‘Si no lo raja, pido la liquidación y me voy. Soy guevarista y no me importa la plata'. Volví de Cuba, me hicieron la liquidación y me fui. 

-¿Qué te dijo Grondona cuando le nombraste al Che Guevara? 
-Un línea me dijo: ‘¿cómo le vas a hablar a Grondona del Che?’... Yo era Secretario de Relaciones Públicas en el Sindicato y Grondona quería que hiciéramos contratos por 30 meses. Yo no podía decirle a mis afiliados eso porque al mes 31 te echan y tenés que ir con el diario abajo del brazo a buscar laburo. En cambio la relación de dependencia te dura hasta la jubilación. Ahí se armó un desastre entre los que firmaron y los que no. Todos pensaban en la guita y se iban a los contratos. ¿A quién estaba defendiendo? Me fui a la mierda, del sindicato y del arbitraje.

 

Imagen Comunicaciones, una de las pasiones de Luis Oliveto. El escudo se lo tatuó tras dejar el arbitraje (GONZALO COLINI)
Comunicaciones, una de las pasiones de Luis Oliveto. El escudo se lo tatuó tras dejar el arbitraje (GONZALO COLINI)
 

-¿Eras considerado un ‘bicho raro’ dentro del arbitraje?
-Nos llevábamos bien. Antes se competía en convivencia. Cuando fui a dirigir a Estados Unidos contra Canadá en el 97 antes del Mundial de Francia había 3 días de viáticos y teníamos que agradecer por haber sido parte de esa fiesta. Hoy se llevan 3000 dólares por ir a un partido de Eliminatorias. Cambiaron las cosas. 

-¿Y ahora cómo seguís ligado al fútbol? ¿sos hincha?
-Soy hincha de Comunicaciones, pero vamos para atrás. Una vez lo dirigí en un partido por el ascenso y perdimos 3-0 contra Armenio. El presidente dijo: “Si con un hincha perdimos 3-0 qué hubiera pasado con otro”. Me lo tatué después que dejé AFA. es un sentimiento, ahora estamos volviendo a reflotar. 

 

Imagen Oliveto y sus andanzas como árbitro con las ediciones de El Gráfico que lo tuvieron como protagonista a mano (GONZALO COLINI)
Oliveto y sus andanzas como árbitro con las ediciones de El Gráfico que lo tuvieron como protagonista a mano (GONZALO COLINI)
 

EL REPASO DE SU CARRERA

-¿Alguna vez te pasó de volver a tu casa y decir: ‘fui un desastre’?
-Si, en Quilmes - Union en la B Nacional. Me llegó tarde un línea. Lo esperaba atrás de Casa Rosada. En el camino rompí dos gomas en un pozo. Tenía una sola de auxilio. Pasó un taxi y me dio una de repuesto y se la tuve que llevar a su casa después. Llegamos con lo justo. nunca supe lo que pasó en ese partido. Al día de hoy lo sigo puteando al juez de línea

-¿Qué jugada se hubiera resuelto de otra manera con la intervención del VAR en tu carrera?
El único conflicto que tuve fue la trompada de Germano a Lagorio, cuando le cobré los tres penales a Gimnasia. Ellos estaban en un área y nosotros en otro. Tuve el aval del juez de línea que lo vio y lo eché. Fue un quilombo grande, se metieron los periodistas, los policías, los suplentes. Al juez de línea me lo tiraron contra el alambrado. A Germano lo expulsé y salió corriendo en vez de decirle a los compañeros que había pegado. Al poco tiempo el presidente de Argentinos me invitó al casamiento de la hija. No fui, le llevé regalito, no podía ir, pero quedó todo bien. Eso te demuestra que hasta el presidente se dio cuenta de lo que había pasado: perdieron por la boludez de Germano, no por mí. 

-¿Y el día que lo echaste a Francescoli?
El VAR le hubiese sacado la tarjeta, sí. Fue un planchazo a Rivadero cuanto estaba por terminar. Francescoli había tenido un problema con los Mellizos Barros Schelotto antes. A uno lo zamarreó. Los separé, no pasó nada, pero cuando lo echo contra San Lorenzo me dijo “me la tenías guardada de Gimnasia”. Ese día me salvó Ángel Sánchez que le anuló tres goles a Platense y se habló de eso. Después con Enzo nos vimos en algunos eventos, un tipo 10 puntos. Cómo debe haber quedado el tema con él que cuando estaba organizando su partido despedida me regaló 8 entradas para ir con toda mi familia.

-Dirigiste a Riquelme el día de su debut contra Unión, ¿qué te acordás?
-Fue una cosa de locos ese partido. Lo veías adentro de la cancha, agarraba la pelota y todos se movían al compás de él. Y eso que había nenes fortachones en ese Boca. Manejó los hilos los 90 minutos. 

-¿Algún jugador que te haya quemado la cabeza?
-En nuestra época era diferente. Tenías jugadores como Chilavert, Ruggeri, Maradona, Francescoli, Verón, Kily González, Astrada, Palma, Martino. Todos próceres, capangas del fútbol. Ahora no hay de eso, es todo más fácil. Chilavert sabía manejar el entorno a favor de él. Ortega era chiquito y no sabías cuándo se tiraba. Tenías que preocuparte por todo. No hay ahora de eso: les pegan una patada y se agarran la cara, dan 14 vueltas en el piso. El fútbol de hoy es más simple, más fácil aunque hay buenos jugadores pero inteligencia 0. No tienen nada en la cabeza. Están las cosas a la vista y no te podés equivocar tanto.

-¿Te quedaron amigos en el futbol?
-Sí, de movida tengo a mis compadres: el Negro Taibi y Carlos Rodríguez. Maseri, Gigena, Pepe Corral, Osvaldo Carlomagno… Tengo amigos, me llevo bien con todos y lo que pasa adentro de una cancha queda ahí. Gracias a Dios no tuve grandes quilombos con ninguno en especial. Fui a muchísimos eventos a donde van los jugadores. 

-¿Cómo fue el debut de Maradona como entrenador de Mandiyú? Algo te puteó…
-La movida que había en Corrientes era una cosa de locos. Le cobré un offside a Alvarenga que estaba habilitado por 122 metros y Diego se volvió loco. Encima perdieron 2-1 contra Rosario Central. Después del partido nos cruzamos en el aeropuerto y fue fulminante.  A las pocas fechas dirigí Mandiyú-Racing en ese mismo campeonato y ahí Maradona arregló con Juan Destéfano para ser el entrenador de Racing al año siguiente. Lo escuché porque estaba en el vestuario de al lado. Terminamos en la costanera de Corrientes en un hotel viendo Fútbol de Primera, Diego, Franchi, Destéfano y los árbitros. Ahí hicimos las paces. 

 

Imagen Maradona no lo puede creer. El inicio de su etapa como entrenador en Mandiyú fue con derrota 2-1 ante Rosario Central. Luis Oliveto dirigió el partido y fue el blanco de los insultos del 10 (ARCHIVO EL GRÁFICO)
Maradona no lo puede creer. El inicio de su etapa como entrenador en Mandiyú fue con derrota 2-1 ante Rosario Central. Luis Oliveto dirigió el partido y fue el blanco de los insultos del 10 (ARCHIVO EL GRÁFICO)
 

-Contame alguna anécdota con Diego afuera de la cancha.
-Nosotros hacíamos partidos todos los miércoles contra los dirigentes, contra los ex jugadores, contra la Policía, Agremiados. Un miércoles vino un Juez de San Isidro a jugar a nuestro predio y de repente apareció Diego. Hubo árbitros que se fueron corriendo. A los periodistas los echamos, queríamos jugar un 5 contra 5 en la cancha. Bava, Lamolina y yo nos quedamos hablando y un periodista de Clarin nos sacó una foto. Y después salieron dos árbitros a matarnos, nos dieron una fecha de suspensión. Decían que no podíamos jugar con un jugador de actividad. Fue justo cuando Boca perdió 6-4 contra Racing, el día que ganó Macri las elecciones. Bueno, ese miércoles Maradona estaba jugando con nosotros. Empatamos 4-4, nos quedamos hasta las 2 de la mañana, una locura. No fue casualidad que Diego nos eligiera a nosotros para dirigir su partido despedida. 

 

Imagen Luis Oliveto, testigo privilegiado de la despedida de Maradona en La Bombonera. Minutos después, el 10 inmortalizaría el mítico "la pelota no se mancha" (GENTILEZA LUIS OLIVETO)
Luis Oliveto, testigo privilegiado de la despedida de Maradona en La Bombonera. Minutos después, el 10 inmortalizaría el mítico "la pelota no se mancha" (GENTILEZA LUIS OLIVETO)
 

-¿Cómo fue eso?
-El jueves a las 23.45 me llamó Walter Safarian para decirme que tenía que dirigir. Me dijeron que hasta último momento Diego decía ‘que dirija el Flaco’ y nadie sabía quién era el flaco. Bueno, era yo. Encima antes de la despedida había árbitros que me llamaban para pedirme el número porque querían estar. Yo se los daba, había hablado con Claudia un par de veces, y cuando se enteraron que iba yo me putearon, pero yo no sabía nada. 

-Encima se enojó Diego con vos en el partido… 
-¡Sí! Le cobré un penal en contra jaja.
Diego pateó el penal, terminó el partido y cuando me agacho para buscar la pelota porque me la iba a quedar apareció Higuita y me la sacó. ¡Lo que lo puteé! Era para mí la pelota, pero bueno, por lo menos me quedé con la camiseta del último día del gol de jugada contra Belgrano.

-Ese día le diste un penal polémico… 
-Igual lo erró, je. Dicen que penal mal dado es errado. Se lo atajó Labarre. Bilardo estaba desesperado, me pedía que terminara el partido y en la última jugada metió un tremendo gol. Cuando llegué al mediocampo estaba Luifa Artime, que sabía que su padre era mi ídolo. Quería sacar. Yo le dije ‘vámonos’… Después de ese gol era imposible seguirlo, nos teníamos que ir todos.

-¿Y cómo te quedaste la camiseta?
-El comisario deportivo fue al vestuario de Boca y le dijo a Maradona que yo quería su camiseta. Diego agarró un marcador y firmó
: “Para Luis Oliveto”. Pero yo no le había pedido nada, pero como estaba el autógrafo me dijo “nobleza obliga, fui en nombre tuyo y esta camiseta es para vos”. Y me la regaló. todavía la tengo, está en una caja fuerte. 

-El Gráfico te puso 5 puntos ese día, ¿te importaban los puntajes?
-No… una vez me pusieron que a Tchami no le di 7 penales en un partido de Boca y me lo encontré a Pagani y lo re puteé. Todo dependía de cómo me llevaba con los periodistas y yo me llevaba bien. 

 

Imagen La camiseta del último gol de Maradona de jugada luce impoluta en la caja fuerte de Luis Oliveto. Fue el 2-0 ante Belgrano por el Clausura 1996, luego de fallar un penal (ARCHIVO EL GRÁFICO)
La camiseta del último gol de Maradona de jugada luce impoluta en la caja fuerte de Luis Oliveto. Fue el 2-0 ante Belgrano por el Clausura 1996, luego de fallar un penal (ARCHIVO EL GRÁFICO)
 

-¿Jugaste de chico?
-Sí, jugué en tres equipos de los grandes, no importa cuáles. A los 17 años me tuve que poner a laburar. Me llegó la carta del banco, ya se me había acabado la época de la batería en el rock, dejé a mi hermano con Gustavo Cerati y me fui a laburar, aunque ya laburaba desde los 9 años, pero el banco era otra cosa. 

El arbitraje lo marcó a fuego, pero los 37 años de empleado en el Banco Provincia como Jefe de División son los que le permiten vivir hoy de la jubilación y disfrutar la vida sin grandes preocupaciones ni mayores responsabilidades.

Hace deporte mental: juega el dominó, al poker y al ajedrez en la computadora. Y mira fútbol por si lo llaman los periodistas a preguntarle por los arbitrajes.Tengo mucho tiempo libre y al otro día no terminé. No hago nada. Prefiero estar solo en mi casa con mi señora antes que salir. ¿Qué voy a hacer? ¿a mirar vidrieras? Si tengo que ir a comprar algo voy y lo compro. Por ejemplo todos los 13 tengo que ir a buscar la torta del cumplemes. Con mi señora festejamos todos los meses, la torta y el champagne no pueden faltar". 

-¿Si cae martes 13 también?
-Seeee, mejor. 'No te cases ni te embarques', dice el dicho. Yo no estoy casado, estoy juntado. Es mi compañera de pieza. Dicen que hay que tomar un champagne y comer una torta por año, pero nosotros preferimos hacerlo 12 veces por año. 
 

Imagen 26 años después del retiro, Luis Oliveto repasó su carrera y habló de su vida en el archivo de El Gráfico (GONZALO COLINI)
26 años después del retiro, Luis Oliveto repasó su carrera y habló de su vida en el archivo de El Gráfico (GONZALO COLINI)
 

FOTO DE PORTADA: GONZALO COLINI

ARCHIVO: JULIÁN MARCEL