La durísima sanción que le aplicaría la FIFA a Luis Rubiales

LUIS RUBIALES, presidente de la Federación Española de Fútbol, está en el ojo de la tormenta desde que con su actitud de besar sin consentimiento a Jenni Hermoso, jugadora de la Selección de España que acababa de coronarse campeona en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, provocó el repudio generalizado.

Con el correr de los días, su accionar empañó incluso el logro deportivo, y el pasado viernes redobló la apuesta cuando en la Asamblea Extraordinaria de la Federación, en la que compareció para explicar ese hecho y también el gesto de tomarse los genitales en el palco que compartía con autoridades reales, anunció vehementemente que no iba a renunciar a su cargo, cuando se esperaba su dimisión.

Durante la Asamblea se vivió una tensa situación por los aplausos espontáneos de algunos, obligados de otros y la visible incomodidad de las mujeres que estaban presentes en el recinto. Entre quienes aprobaron con su aplauso el discurso de Rubiales estaban los entrenadores de los seleccionados femenino y masculino, Jorge Vilda y Luis de la Fuente Castillo, respectivamente.

Con el correr de la semana se conocieron más consecuencias, como la decisión de la FIFA de suspender provisionalmente por 90 días al dirigente en vistas del artículo 51 de su Código Disciplinario para el ejercicio de "toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional".

Además, tanto a Rubiales como a la RFEF se les impidió contactar a Jennifer Hermoso y a su entorno mientras dure el procedimiento disciplinario que se está llevando adelante.

Ahora, algunos medios internacionales dan como firme la posibilidad de que la entidad madre del fútbol mundial le aplique a Rubiales una expulsión por 15 años, el máximo establecido por los estatutos del organismo.

Si bien en un principio la Federación Española apoyaba al cuestionado dirigente, la posibilidad de que FIFA tome medidas que afecten a las selecciones nacionales y a los clubes que participan en las competiciones europeas, hicieron que haya un cambio de parecer.

En una suerte de manotazo de ahogado, la cúpula dirigencial encabezada por Rubiales envió una carta a la UEFA, de la que éste era vicepresidente, para pedir su apoyo por una supuesta intromisión del Gobierno de España, que se pronunció en contra del acusado a través de la vicepresidenta Yolanda Díaz, el ministro Miquel Iceta y el presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos. La organización rechazó la petición como carta no válida.

Más allá de su firme intención de no dejar el cargo, Rubiales fue sustituido por Pedro Rocha, quien asumió como presidente interino de la Federación.

IMAGEN DE PORTADA: GABRIEL BOUYIS / AFP