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Pato Silva, a toda prueba

Próximo a cumplir 40 años y a sumar durante este mes su carrera Nº 200 en el Turismo Carretera, el chaqueño Juan Manuel Silva no esquiva la exigencia de desafiar al Infierno Verde de Nürburgring y a prepararse con tiempo para afrontar su tercer Dakar consecutivo. Analítico y frontal, el Pato no es de guardarse nada.

Por Redacción EG ·

24 de julio de 2012
      Nota publicada en la edición de julio de 2012 de El Gráfico 
Imagen CAFE DE POR MEDIO, el Pato Silva analiza un presente que lo tiene en plena batalla en varios frentes.
CAFE DE POR MEDIO, el Pato Silva analiza un presente que lo tiene en plena batalla en varios frentes.
Despues de los titulos de TC2000 (1999) y Turismo Carretera (2005), ¿te imaginabas las sorpresas del Dakar y las 24 Horas de Nürburgring?
-Siempre me entusiasmó la idea de subirme a un auto de rally o participar en carreras de larga duración, sobre todo en las 24 Horas de Le Mans. Pero, en realidad, esto arranca con el sueño de un chico de 5 o 6 años que decía que quería ser corredor de autos. Y ese sueño no cambió a los 12, 14 y 18 hasta que me fui a Japón a competir en la Fórmula Nippon y por una cuestión presupuestaria y de contactos, un piloto inglés me sacó la butaca justo el año que corrían Tuero y Fontana. El sueño se empezó a diluir y ahí entendí lo tremendamente difícil que iba a ser cumplirlo. Pero aparecieron otras metas…

-¿Cómo la de Nürburgring?
-En un almuerzo con José Visir surgió la invitación de ir a Alemania y no lo dudé porque estaba esperando en algún momento vivir una experiencia así. Desde chico me atrajo el competir en monopatín, bicicleta o en lo que sea. Y yo no quería simplemente andar, sino correr y competir. Siempre pensaba en descubrir más cosas dentro del automovilismo y se dio lo del Dakar y Nürburgring.

Imagen LA FUERTE apuesta por ser protagonista del Dakar.
LA FUERTE apuesta por ser protagonista del Dakar.
-¿Cómo se despertó tu interés por el Dakar?
-Me llamó mucho la atención cómo se identificó la gente. El primer año ni siquiera fui al parque cerrado en la Rural, siendo que vivía a pocas cuadras. Me fui de vacaciones y cuando volví faltando dos días, me entusiasmó el fervor que se había generado. Y me sumé como hincha y empecé a entender de qué se trataba todo esto. Me quedó la idea dando vueltas en la cabeza y se la transmití a Spataro y a Fontana en una reunión de producción del programa Ultima Vuelta... Todos me miraron como si me hubiese vuelto loco. Les hablé de la posibilidad de un proyecto con sponsors y que llegaba a otro tipo de gente. Y cuando me preguntaron en qué podíamos correrlo, les contesté en cuatriciclos y me volvieron a tildar de loco. Al mes, Spataro sacó nuevamente el tema, pero con la idea de correrlo en buggy en la legión argentina.

-Luego de las experiencias de 2011 y 2012, ¿cómo creés que será tu participación en el Dakar 2013?
-Sólo el 10% de los debutantes suelen llegar a la meta, y yo llegué. Hay que empezar con el proyecto con bastante anticipación. Y este año pude arrancar con el tiempo suficiente. En la última carrera tuve la desgracia de abandonar en Perú a tres días del final, pero todo lo que había hecho hasta ahí fue mejor que el primer año. Con un acompañante como Rubén García, muy experimentado en rally, y una camioneta como la Amarok me sentí tranquilo. Ya cerré con los hermanos Barattero, que me van a construir la camioneta manteniendo el motor y la mecánica original, porque en mi búsqueda entiendo que el Dakar no pasa por la potencia, yo busco evolucionar y aprender. Claro que pretendo el triunfo, pero soy muy respetuoso de la experiencia y consciente de que si me das el auto de Peterhansel o Sainz, yo no voy a ganar. Sí tal vez lo pueda hacer dentro de 4 años si hago las cosas bien, con un presupuesto y los medios necesarios. Nosotros vamos a hacer mucho hincapié en la estructura, suspensión y robustez, ya que si bien la base es muy buena, con tiempo y la preparación de los hermanos Barattero se puede hacer un excelente trabajo en la camioneta para apuntar a una muy buena carrera, que como gran resultado sería estar entre el 10 y el 20.

-¿Están en lo cierto cuando denominan al Dakar como la carrera más exigente del mundo?
-Yo siempre decía eso del Dakar, pero después conocí Nürburgring. Las dos entran en el grupo de las carreras más largas y difíciles del mundo. Y cuando dije que el Dakar era como 15 fechas de TC en dos semanas, me refería a la pasión que despierta. No lo podemos comparar en cuanto a la exigencia, pero sí en el entusiasmo, el ruido y la gente. Son 15 jornadas en las que durante 12 o 15 horas por día estás arriba del auto. Y tampoco dudé en definir al Dakar como lo peor que me pasó en la vida deportiva, pero lo quiero volver a hacer. Imaginate que estuve 36 horas sin dormir, lastimado y con una cicatriz que difícilmente se vaya. Eso fue cuando caí en una cortada en los médanos del desierto chileno. El golpe, la sangre, el dolor, la desesperación... Y justo en ese momento, golpeado y con el auto roto, lo veo a Spataro y me acuerdo de la cara de susto que puso al verme todo ensangrentado, y lo primero que le dije fue que me ayudara porque no quería abandonar. El me ayudó pero lamentablemente se volvió a romper, entonces Emiliano hizo bien en continuar, porque si no abandonábamos los dos. Pase la noche ahí, y el camión de asistencia me encontró durante la madrugada. Estuve solo, empecé a sentir frío y la gente me suele preguntar si me asusté, y la verdad es que me asusté a futuro, porque no sabía qué podía pasar si no me encontraban. En las dunas, pueden estar a 200 metros y no verte. Yo quise caminar y al hacer 50 metros ya no veía dónde había dejado el buggy. La organización sabe dónde está el auto, pero no sabe dónde estás vos. Por eso, siempre te aconsejan no alejarte del auto. Yo decía a las 9 o 10 de la noche qué suerte que me tocó un día con temperatura agradable, pero a eso de las 11 pareció que habían apagado la calefacción y prendieron el freezer, bajó tremendamente la temperatura, empezó a soplar viento y cada vez hacía más frío. Quedás solo y perdido en la inmensidad...

Imagen SU INCURSION en las agotadoras y complicadas 24 Horas de Nurburgring
SU INCURSION en las agotadoras y complicadas 24 Horas de Nurburgring
 -¿Y las dificultades del Infierno Verde de Nürburgring?
-En las primeras pruebas me pregunté "que estoy haciendo acá". Y todo por la exigencia, un lugar tan rápido, tan difícil y en condiciones complicadas en las que el 70 u 80% de las veces te toca girar con piso mojado. Son 177 curvas y 25 kilómetros muy difíciles de memorizar, y eso que tuve la ayuda de los simuladores. Después de haber dado entre 25 y 30 vueltas sobre el final de mi último turno me empecé a relajar, a soltarme y a disfrutar de lo que estaba haciendo, sobre todo en lugares sinuosos, rápidos y de noche. En 39 años era mi primera experiencia en correr de noche. Me comentaban que Le Mans es más fácil y más corto, son rectas y curvas, sin la exigencia que tiene este circuito que cuesta tanto memorizar.

-¿Creés que en el TC de hoy puede ganar un debutante, como lo hiciste vos en 1998 en La Plata?
-Sí, hasta creo que hoy puede ser más fácil. Siempre digo que es tremendamente difícil ganar en el debut y por eso solo cuatro en la historia (Recalde, Bessone, Ortelli) pudimos lograrlo. Pero la realidad indica que los reglamentos y la preparación con la que llegan hoy los favorece. Un ejemplo puede ser Facundo Ardusso, que todavía no debutó en el TC, pero se destaca en TC Pista y TC2000. Franco Vivian, Martín Serrano y disculpas de los que me olvido, pero todos ellos van a llegar muy pronto al TC y están conductivamente muy bien preparados y ya compiten de igual a igual con nosotros en TC2000 o Top Race. Y los favorece el reglamento, porque pueden acceder al mismo auto o tal vez mejor del que puedo llegar a tener yo, porque mi motorista Machete Esteban hace 10 años le daba el mejor motor a su piloto N° 1 y al que él pensaba que le iba a defender mejor su trabajo; en cambio hoy tiene que poner el motor de Silva, Ardusso o Serrano en un bolillero y sortearlo. Seguramente vamos encaminados a un TC en el que el auto te lo prepare la categoría y vos lo tengas que comprar o alquilar. Es muy difícil ganar en el TC, fijate que el año pasado Ortelli logró el campeonato sin ganar ninguna carrera, porque en la que quedó primero fue porque lo descalificaron a Ponce de León. Y yo hace 3 años que no gano. Estuve cerca en el 2011, pero una vez se me paró el auto y otra vez me superó bien Gianini.

-¿Te ves en el futuro como dirigente de la ACTC o director de un equipo?
- Voy a trabajar en el automovilismo, porque es mi pasión. Me gustaría hacer todo y creo que tengo condiciones para hacerlo como director deportivo. No me gustaría tener un equipo porque eso me quitaría la posibilidad de hacer más cosas. Tengo el abanico abierto, ya sea como director deportivo, asesor, organizar carreras, ser comisario deportivo, dirigente... Trabajar de lo que sea. Incluso tener un programa radial o televisivo. El año que viene voy a cumplir 10 años en Ultima Vuelta. Estoy desde el primer programa y no es fácil, me tuve que amoldar, porque muchas veces mis colegas no entienden que uno está ahí para opinar y a veces al juzgar una maniobra algunos no lo toman bien, por eso hay que ser muy cauto y explicar todo lo mejor posible; pero obviamente, los desacuerdos aparecen.

-¿Extrañás el TC2000?
-Cuando Ford anunció que se retiraba, me quedé sin equipo. Y pensé en dedicarle más tiempo a la familia (sus hijos Valentino, Bautista y Benjamín, su esposa María Belén y su mamá Graciela). A veces se mezclan las cosas, porque mis hijos me preguntan porqué no corro en TC2000. A la categoría la sigo y está todo bien, en cualquier momento volveré.

Imagen SU IDENTIFICACION con Ford en aquel polémico 2008, cuando la instauración del playoff le quitó el título de TC.
SU IDENTIFICACION con Ford en aquel polémico 2008, cuando la instauración del playoff le quitó el título de TC.
 -¿Cicatrizó la instauración del playoff en el 2008, que te privó de ser campeón?
-Me duele cuando se dice que yo acepté, porque no es así. No tenía otra chance, en ese momento me preguntaron, y por supuesto no acepté, no se puede vender un campeonato. No hay plata que pague un campeonato. Yo recibí 150.000 pesos y el equipo recibió otra parte, pero yo quiero ganar el dinero trabajando y no vendiendo. Después de eso muy pocas cosas me pueden golpear deportivamente. Cicatrizó, pero la cicatriz está. En mi interior yo ese año fui campeón. El que es hincha mío sabe que fui campeón y al que no es hincha mío no me voy a tomar el trabajo de cambiarle su forma de pensar.

-¿Te gustan los circuitos callejeros?
-Entiendo que es un show, que le llama la atención a gente que en otras circunstancias no irían a los circuitos. Siempre me generan ruido a riesgo, porque se está demasiado cerca del público. Sé que se está trabajando en eso. También escuché comentarios acera de que quieren correr en una cancha de fútbol, y habrá que amoldarse a eso.

Por Walter Nápoli