IKER MUNIAIN, ídolo y capitán de Athletic de Bilbao durante 15 años, expresó en varias ocasiones su amor por River y hasta incluso contó una divertida anécdota de las peripecias que hizo para estar presente en la final de la Libertadores 2018 en Madrid.
En las últimas horas surgió la información de que dejaría a su club de toda la vida y que vería con muy buenos ojos la posibilidad de sumarse al Millonario a partir de junio, cuando finalice la temporada. "Si lo quieren, estamos dispuestos a sentarnos a hablar", fue la declaración de su entorno.
Y a raíz de ello, aflora el recuerdo de otros casos parecidos con futbolistas de recorrido internacional que mostraron simpatía tanto por la Banda Roja como por Boca, el otro gigante de la Argentina.
Un caso bastante reciente es el del arquero de Marruecos, Yassine Bounou, popularmente conocido como Bono, quien atajó 10 años en Europa y hoy milita en Al Hilal de Arabia Saudita. Admirador total de Ariel Ortega, tiene 32 años y su contrato vence en 2026, pero ya había expresado que vestir la Banda Roja "es algo pendiente que tengo, sinceramente. Es uno de los sueños que tengo y me encantaría que algún día se cumpla".
El marfileño Didier Drogba había declarado en su momento que "mi dios es Maradona, pero soy hincha de River y me gustaría jugar ahí", y el campeón del mundo con Italia en 2006, Mauro Camoranesi, confesó que "me hubiera gustado jugar en River. De todos los sueños que uno tiene, no siempre se cumplen todos".
Otro exponente es Frank Lampard, legendario crack de la Selección inglesa, quien contó que cuando Hernán Crespo fue su compañero en Chelsea le hablaba mucho del club y que "sus historias vividas en River me motivaron mucho a querer jugar allí".
En 2012, casi se da la llegada del ibérico Guti: "Estuve en un 99% de ir a jugar a River, pero mi mujer y yo pensamos la situación y decidimos que no era lo más conveniente. Argentina está muy lejos y ella está embarazada y necesita estar cerca de su familia", confirmó el ex Real Madrid.
En 2014 hubo un fortísimo rumor que revolucionó todo: "La llegada de David Beckham a River está cerrada en un 80%", decía el empresario Guillermo Toffoni, mientras los dirigentes de Núñez aseguraban no saber nada. Finalmente, no se concretó.
Por el lado de Boca, el ejemplo de estrella que concretó su sueño es el de Daniele De Rossi, héroe de Roma y fanático Xeneize que llegó en julio de 2019 y duró hasta enero de 2020: jugó 7 partidos y convirtió un gol, además de ser el equipo donde se retiró de la profesión. Hace un par de semanas, Leandro Paredes, quien comparte el día a día con el italiano en la Loba, reveló que "el sueño de él es dirigir a Boca".
Una leyenda como Sergio Ramos declaró su predilección por la Azul y Oro y sus ganas de vestirla: "Me gusta mucho el fútbol argentino. Se juega con mucho carácter. Me encantan las aficiones, las tribunas. Ojalá algún día pueda jugar un Superclásico. De pequeño siempre me llamó más la atención Boca. Por Maradona, por su hinchada, por Caniggia, que era un jugador que me gustaba muchísimo y lo seguía siempre. El campo se transforma y me gustaría vivirlo".
Gennaro Gattuso, símbolo de Milan, pudo haber recalado en la Ribera: "No es un secreto que Boca es un equipo que siempre admiré. Tuve la suerte de jugar dos Intercontinentales, una con victoria y otra con derrota. En el 2012 estuve cerca de ir a Boca. Pero mi mujer manda en casa, ja. Mis chicos eran muy pequeños y no era la situación familiar para ir", argumentó.
Más acá en el tiempo, en plena vigencia, el uruguayo Lucas Torreira, de 28 años, habló sin vueltas: "Tengo el gran deseo de jugar en Boca, es algo pendiente. Pero no quiero ir a pasear o cumplir un sueño, sino que quiero competir y llegar con una cierta experiencia. Sé que es un mundo totalmente diferente y quiero estar preparado para pelear por los objetivos. Ojalá en un futuro se me pueda dar".
Y por supuesto, si de charrúas y leyendas se habla, la frutilla del postre es que hoy por hoy degusta el pueblo boquense: Edinson Cavani, después de una enorme trayectoria en Europa, se calzó la número 10 y no para de meter goles y de brindarles alegrías.
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