¡Habla memoria!

Inolvidables: Luis Vicentini

El boxeador chileno, figura indiscutible del box internacional de la década del 20, supo convocar multitudes por su estilo dentro del cuadrilátero, de fuerte pegada y astutos desplazamientos.

Por Redacción EG ·

29 de octubre de 2019

Pegaba duro, sabía boxear y era un excelente deportista. El pugilismo chileno, cuya vida ha transcurrido tan estrechamente ligado a la del pugilismo argentino, tuvo magníficos representantes que llegaron hasta los más altos sitiales del boxeo mundial.

 

Imagen Luis Vicentini, brillante boxeador chileno
Luis Vicentini, brillante boxeador chileno
 

A todos ellos se les recuerda con admiración y se les rinde homenaje. También pueden gustar, a su vez, la emoción del recuerdo. Pero Vicentini no. Murió siendo muy joven y cuando todavía estaban frescos sus laureles. Hagamos de él un símbolo, pues, y citémoslo como síntesis de todo cuanto ha logrado y logrará el boxeo de la América del Sur, capaz de producir campeones de la inteligencia, la ciencia y el espíritu que personalizaron a Luis Vicentini, Era un liviano recio, de fuerte pegada, que sabía desplazarse por el ring con sentido del ritmo y la medida. Era, además, un deportista serio, respetuoso, parco en palabras, pero generosamente dotado para expresar en la práctica su concepto del sport. Disciplinado, respetuoso de los rigores del entrenamiento, poseía la conciencia del profesional digno y, desde tal punto de vista, jamás pudo decir nadie que Vicentini defraudara al público con una actuación defectuosa. Su físico de peso liviano era la réplica del cuerpo de los campeones de categorías Pesadas. La foto permite apreciar esa similitud y destaca, además, la firmeza de sus piernas, base sobre la cual se afirmaron sus éxitos, porque les confirió siempre la importancia esencial que corresponde adjudicarles en un deporte donde la velocidad y la movilidad juegan papel preponderante. De las visitas que Luis Vicentini hizo a Buenos Aires evocamos, entre otras, dos grandes peleas: aquellas que sostuvo contra Luis Rayo en su primer viraje y contra Justo Suárez, la última vez que vino el crack chileno. Correctísimo, serio, sobrio, fue tanto su valer que llegó hasta los umbrales del campeonato del mundo. Pudo y debió haber alcanzado el título. En todas partes dejó grato recuerdo y para nosotros ha de ser siempre una figura inolvidable.