Boca sigue sufriendo en defensa y Talleres no lo perdonó

Primer acto, Boca empieza el partido atacando con triangulaciones llegando por las bandas con Peruzzi y Fabra y el dinamismo que le aportaron el regreso de Pablo Pérez y el debut de Junior Benítez. Segundo acto, Talleres presiona bien arriba y llega al ataque con mucha gente. El cambio de nombres propios no modifica las escenas de una obra que Boca vivió a lo largo de todo el torneo. Muchas veces, prevelació la eficacia en ofensiva, pero esta noche no.

En el comienzo del partido, Junior Benítez abrió la cuenta luego de un corner que peinó Benedetto en el primer palo. Triangulaciones con llegada al fondo y remates de media distancia de Pablo Pérez y Bentancur eran buenas señales del partido, sin embargo, Talleres nunca se vio amedrentado y salió dispuesto a jugarle de igual a igual sin siquiera conformarse con el empate.

Desde la claridad de Reynoso, la vigencia de Guiñazú y la velocidad de Ramis llegó al empate en la última jugada del primer tiempo. Ramis lo hizo después de una buena combinación y superando el paso lento de Vergini, nuevamente expuesto en la última línea.

En el complemento, Pavón tuvo un tiro en el palo y el arquero Herrera respondió bien ante las llegadas de Boca, que con el correr de los minutos se fue desdibujando y esta vez no encontró salvación desde el ingreso de Bou. Cuando quedaban menos de 10 minutos, Peruzzi perdió la perdió casi contra el banderín del corner y desde la tenacidad del ingresado Palacios por disputar esa pelota, le quedó a Reynoso, que anotó el gol del triunfo. El talento del 10 es cosa seria y el gol fue un premio a su buena labor. La zurda y sus movimientos sin sentir presión en ningún momento representan lo más característico del enganche argentino.

Para Boca era la oportunidad de extender a seis puntos la distancia de su escolta Newell`s, pero lejos de eso terminó sumido en antiguas preocupaciones y aprendiz de un Talleres, mucho más dinámico, audaz y bien parado.