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Efecto post-Racing: Boca, desesperado por reforzar la defensa

La goleada en Mar del Plata golpeó duro y resaltó la necesidad. La dirigencia tomó nota: un refuerzo por puesto y aún espera la definición por un lateral izquierdo.

Por Redacción EG ·

19 de enero de 2015
Imagen CENTRALES 2014. Echeverría ya no está y Chiqui Pérez no aprobó el primer examen del año. Los refuerzos también deberán suplir a Forlín.
CENTRALES 2014. Echeverría ya no está y Chiqui Pérez no aprobó el primer examen del año. Los refuerzos también deberán suplir a Forlín.
Poca tela para cortar suelen dejar los torneos de verano disputados en enero. Los partidos tienen pocos goles y los jugadores cuidan su integridad para evitar lesiones previas al inicio de los torneos oficiales. Sin embargo, cuando el panorama es oscuro en amistosos, la alerta roja suena y exige respuestas. La medida más extrema en el recordatorio Xeneize probablemente sea la renuncia de Alfio Basile en 2010 después de perder el superclásico en Mar del Plata.

Cinco años más tarde, el avispero se volvió a agitar. El 1-4 en manos de Racing más el agregado de dos expulsados en el primer tiempo y una tarea defensiva que dejó mucho que desear, encendió la luz de alarma. Lejos de pedir la renuncia de Arruabarrena, la última carta vigente de Angelici, comenzó una danza de nombres para reforzar la última línea.

El primero en sumarse fue Alexis Rolín, marcador central uruguayo de 25 años, quien en el último semestre apenas disputó 4 partidos con la camiseta del Catania. Las lesiones fueron recurrentes en el charrúa, quien todavía se recupera de un desgarro y de una operación en el hombro y otra en el tobillo. Por un momento se especuló con que no pasaría la revisación médica, pero finalmente recibió la aprobación y ya se entrenó con sus compañeros.

Los dolores de cabeza que sufrieron Bravo y Chiqui Pérez por culpa de Milito y Bou, llevaron a la dirigencia a pensar en otro defensor central. Sin Forlín ni Echeverría, el primer apuntado fue Fernando Tobio, actualmente en el Palmeiras. La respuesta del conjunto brasilero se demoró y en el medio apareció otra opción: Marcos Torsiglieri, otro defensor central también ex Vélez, proveniente del Metalist. La conflictiva situación con el club ucraniano facilitó el arribo del zurdo de 1,90m.

Abrochados los dos centrales, la lupa se enfocó en los andariveles. El lateral derecho, que no encuentra dueño fijo desde la despedida del Negro Ibarra, ya tiene nombre y apellido: Gino Peruzzi. Como Torsiglieri, tiene un pasado en Vélez y como Rolín, llega del Catania. La gran diferencia es el valor del cordobés de 22 años: tres millones y medio de euros. Las críticas por la excesiva cifra no tardaron en llegar, pero el patadón de Marín a Centurión persiste en el inconsciente colectivo y lleva a pensar que cualquier millonada es suficiente para cubrir el puesto.

La novela del lateral izquierdo no tiene punto final. El nombre que más fuerte suena es el de Álvaro Pereira, quien a comienzos del mercado de pases sonaba para River. Al uruguayo de vasta experiencia le tienta jugar en Argentina y más aún después de haber quedado relegado en el San Pablo. La última palabra la tendrá el Inter, dueño del pase, aunque nuevamente la necesidad azul y oro es el principal motor de la negociación.        

El 28 de enero, Boca dará inicio a su calendario oficial. Con una, dos o tres caras nuevas, la única certeza que tiene Arruabarrena en la última línea es que los cuatro presentes vs. Racing, no volverán a coincidir.